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Red Internacional
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Mundo Obrero. Pasantías: trabajo precario para los jóvenes, mano de obra barata para las empresas

Cientos de estudiantes de colegios técnicos están obligados a cumplir 200 horas de “prácticas profesionalizantes". Estas prácticas no son más que mano de obra barata para las empresas.

Miércoles 31 de agosto de 2016

Las llamadas “pasantías” surgen de una ley impuesta por decreto por el gobierno kirchnerista durante el 2011. La norma establece que los estudiantes de cualquier escuela técnica del país, luego de haber cursado los seis años del secundario, deben cumplir además 200 horas de trabajo ya sea en una empresa privada o en el mismo establecimiento educativo en el que está inscripto.
Supuestamente, el proyecto busca mejorar la formación académica, enriqueciendo la propuesta curricular de los estudios que cursan y adquirir conocimientos que contribuyan a mejorar las posibilidades de inserción en el ámbito laboral.

¿Inserción o explotación?

La supuesta “década ganada” fue capaz de diseñar un relato, post crisis del 2001, que se fue desmoronando producto del fin del ciclo de crecimiento económico.
El “proyecto nacional y popular” fue una farsa. Uno de los elementos en debate durante todo el período kirchnerista fue la precarización laboral, una problemática que no hizo más que profundizarse.

Uno de los índices lamentables que dejó el kirchnerismo es que el 58,7% de los jóvenes, de entre 18 y 24 años trabaja en negro. La modalidad de pasantía fue uno de los inventos que hizo de cortina para ocultar la precarización laboral en la juventud.
Con el argumento de incluir a los jóvenes en el terreno laboral, el kirchnerismo elaboró este proyecto que incentiva a los adolescentes de escuelas técnicas a optar por ir a estas dependencias, en general fábricas, que teóricamente los perfeccionan en su nivel de formación. En el caso de negarse a realizar las pasantías en una empresa, el estudiante estaría obligado a cumplir esas horas de trabajo en la misma escuela.
Pero la realidad es que pretenden que los jóvenes, aprovechándose de su inestabilidad laboral y su situación económicamente crítica, trabajen más de 200 horas gratuitamente para una empresa privada, que no ofrece ni siquiera los derechos básicos de un laburante como es la obra social y salario. Solo se les paga una remuneración equivalente al viático. En el artículo 14 de la Ley se especifica que “los pasantes reciben una suma de dinero en carácter no remunerativo en calidad de asignación estímulo, que se calculará sobre el salario básico del convenio colectivo aplicable a la empresa, y que será proporcional a la carga horaria de la pasantía”. Esto claramente se llama explotación laboral.

Llegó el macrismo, la precarización se profundiza

No sólo crecen los índices de los jóvenes que tienen trabajo no registrado, también aumenta el número de desocupados. Cambiemos vino a profundizar una política a favor de los empresarios.
Hace unos meses Macri anunció el “Plan Primer Empleo”, un proyecto que consiste en más beneficios para las patronales y más precarización para la juventud
De esta forma el Ministerio de Trabajo y McDonald’s firmaron un convenio que establecía la contratación de 5.000 jóvenes en “situación de vulnerabilidad” entre 18 y 23 años. La remuneración salarial sería de $4.500 por seis horas diarias de trabajo cuando la canasta básica familiar ronda $19.000, aproximadamente. Esto debería llamarse “Plan Trabajo Esclavo”, no hay otras palabras para describirlo mejor.

Este tipo de políticas, como el Plan Primer Empleo o el régimen de pasantías que imponen en los colegios técnicos, demuestran hasta qué nivel llega la dominación de las patronales sobre los jóvenes precarizados, con la complicidad de cualquier gobierno de turno. Ante esto, es necesario que los jóvenes y estudiantes se organicen desde sus lugares de estudio y de trabajo, que pongan en pie comisiones de debate en las escuelas secundarias y todo tipo de iniciativas para su autoorganización, para pelear por sus derechos y pararle la mano al gobierno y los empresarios.