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Red Internacional
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Salud. ¡Perdonazo! Rebajan 50% multa a concesionaria del Hospital Regional de Antofagasta

50% de descuento en la multa a la concesionaria Sacyr/Siglo XX por sus falles en el sistema de climatización. Un perdonazo inaceptable para quienes se enriquecen con la salud pública.

Jueves 28 de noviembre

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El pasado 22 de octubre el Consejo de Defensa del Estado aprobó las bases de conciliación formuladas por la comisión arbitral del contrato de concesión del Hospital Regional de Antofagasta, donde realizaron una rebaja del 50% a su multa.

La multa originalmente era de 4000 UTM, esto producto de las fallas en el sistema de climatización que afectó el sector de los pabellones. Esto significó la suspensión de más de 80 cirugías el año 2023.

Los motivos de esta rebaja fueron explicados debido a supuestas dificultades económicas de la empresa producto del pago de otras multas.

Un verdadero perdonazo a una empresa que ha demostrado graves falencias, como las constantes filtraciones de agua, cortes de luz, caídas de ascensores, fugas de gas y ahora último el incendio ocurrido al interior del hospital. Falencias que son motivadas por su afán de abaratar costos para aumentar sus ganancias a costa de los fondos públicos.

Pero este hecho muestra que desde los organismos del Estado se permiten estas prácticas empresariales. Y es el régimen y sus políticos como el senador Pedra Araya o el diputado Videla, aunque critiquen a la concesionaria Sacyr/Siglo XXI siguen defendiendo el modelo de concesiones hospitalarias y lo medular del sistema de salud en Chile, donde la base del negocio con la salud es justamente el enriquecimiento de los empresarios de la salud con los fondos públicos.

El Estado y sus instituciones funcionan como administradores de los negocios empresariales, no está en sus objetivos la defensa de la salud pública, sino que se mantenga como un negocio para empresarios a costa de entregar un servicio precarizado a la población.

Este perdonazo es inaceptable y demuestra que tanto los privados como el Estado siguen objetivos ajenos a la prioridades del pueblo trabajador, por lo mismo no pueden dirigir el sistema de salud. Somos justamente los trabajadores y usuarios quienes democráticamente podemos gestionar el sistema de salud y sus distintas instituciones, poniendo por delante nuestros intereses y necesidades.