El gobierno anuncio una serie de ayudas económicas para afrontar la crisis abierta por el alza de los contagios y la declaración de cuarentena en casi toda la región metropolitana
Martes 23 de marzo de 2021
La inminente votación del tercer retiro en el congreso fijada para este miércoles, así como el retroceso a fase 1 de casi toda la región metropolitana producto del recrudecimiento de la pandemia, obligaron al gobierno a salir al paso de la situación.
Si hace tan solo una semana el aire del gobierno era de triunfalismo, hoy el nerviosismo vuelve a apoderarse del palacio de la moneda. Parece que transcurrió una década desde que celebraban con entusiasmo los elevados índices de vacunación, aventurándose a una vuelta a clases y a una normalización económica que debieron dar pie atrás a penas se volvieron a disparar los contagios.
Y si algo nos ha enseñado la pandemia es que nada es definitivo, ni pueden pronosticarse derrotas o victorias ciertas. Hace unas semanas todo el espectro político tachaba de "irresponsable" a Pamela Jiles por proponer un tercer retiro. Hoy todo indica que la iniciativa será aprobada incluso con votos de la derecha.
El escenario a generado desbande en las filas oficialistas , desnudando una vez más la fragilidad del gobierno. Piñera ha tenido que salir a contener a su propia coalición, sus propios partidarios han amenazado con no dejarse inmolar y aprobar el tercer retiro. Incluso los candidatos presidenciales de Chile Vamos han salido a apuntar sus dardos al gobierno.
El retroceso en el plan paso a paso ha vuelto a revivir el fantasma de la crisis económica y expone la fragilidad de la recuperación vivida en los últimos meses. Sin embargo, la solución ofrecida por el gobierno dista mucho de ser efectiva para encarar el escenario.
En cadena nacional, buscando responder a la coyuntura y ordenar a sus filas, Piñera anunció un incremento de 6 mil millones de dólares al fondo COVID de 12 mil millones de dólares, los cuales se han destinado a subsidios focalizados como la extensión del IFE y a entregar suculentos incentivos a los empresarios con la excusa de "fomentar el empleo".
El "esfuerzo" que anuncia el gobierno dista bastante de ser un apoyo real a las familias trabajadoras. En lo que va de la crisis ,el monto destinado a rescatar la economía asciende al 16,3% del PIB. Parece una cifra importante, sin embargo,fue la propia población la que lo financió mayoritariamente con 12,6 % del PIB (US$ 34 billones después de los dos retiros) extraído del retiro de sus fondos de pensiones, contra solo 3,7 % del PIB (US$ 9,4 billones) por el gobierno. En definitiva hemos sido los propios trabajadores quienes hemos pagado por la crisis.
Mientras los trabajadores nos costeamos la crisis que generaron los capitalistas, ellos acumulan millonarias ganancias a costa de la pobreza y el desempleo. Luksic obtendrá 350 millones de dólares en dividendos, los 5 grandes bancos obtuvieron solo en febrero ganancias por sobre los 230 mil millones de pesos. Por esto es que los empresarios no se oponen a un tercer retiro e incluso lo fomentan indirectamente. Es mucho más conveniente que paguemos nosotros los platos rotos que imponer, por ejemplo, un impuesto extraordinario a las ganancias de los bancos o a los dividendos de Luksic.
EL anuncio del gobierno no deja nada nuevo. De aprobarse el tercer retiro, las ayudas del estado al resultar insuficientes , empujaran a los trabajadores a gastar nuevamente sus ahorros previsionales. Todo esto mientras los ricos continuarán acrecentando sus ganancias.
Ιωαχειν
Editor y columnista de la Izquierda Diario