Iba a asumir un cargo docente en el Instituto Madre de Los Emigrantes pero al enterarse de que se casaría bajo la ley de matrimonio igualitario el puesto de trabajo quedó fuera de su alcance. La escuela dónde la máxima autoridad es un cura, no sólo discrimina sino que pretende desconocer el verdadero motivo por el cuál decidieron no tomar a Carolina como docente de italiano.
Martes 18 de septiembre de 2018 17:00
Carolina es docente de italiano en formación en el Instituto Superior del profesorado Joaquín V. González, casa de estudios, de la cual también es parte dedicando parte de su tiempo a un proyecto de investigación impulsada por la misma.
En la entrevista que dio para La Izquierda Diario, Caro contaba que dio clases particulares a lo largo de este año para poder sustentarse económicamente, pero que finalmente todos sus alumnos debieron abandonar sus clases por el contexto económico en el que se encuentra el país, una crisis que no permite que lxs chicxs sigan aprendiendo y que docentes en formación o con título en mano pero que les es muy difícil vivir con el salario docente, puedan encontrar una salida. Caro, como parte de la juventud precarizada, tenía en anhelo de conseguir un trabajo para el cuál se había preparado y dedicado esfuerzo.
En este contexto, en el mes de Junio, una compañera del profesorado (a la que más tarde, Carolina se enteró que habían obligado a renunciar) le anunció que dejaría sus horas en el Instituto Madre de los Emigrantes por lo cual se abría la posibilidad de acceder a esa vacante.
A los días, se concreta una primera entrevista. Habiendo dado un buen coloquio, y una entrevista que parecía satisfacer el perfil que la institución buscaba para el puesto laboral (así lo manifestó la directora), con recomendaciones destacadas por parte de otras colegas, y estando a mitad de año y con la urgencia de encontrar docente que pudiese hacerse cargo rápidamente de los cursos, todo marchaba sobre ruedas, parecía tratarse de una incorporación inmediata, incluso con la aclaración de que siendo de esta forma Carolina podría ausentarse 1 día ya que tenía programado un viaje con el fin de celebrar su matrimonio a realizarse días posteriores a la entrevista. Desde la Institución Madre de los Emigrantes, la felicitaron y le repitieron que esto no sería inconveniente para su pronta integración al plantel docente.
Como prueba de que no había ningún problema, hubo una segunda entrevista con el Padre Irineu Zoretti, cura y máxima autoridad del Instituto Madre de los Emigrantes. Durante su transcurso, desde el nivel primario se llamó a Carolina, ya que una colega que entraba en licencia por maternidad recomendó a Caro para las horas que tendría que dejar en la primaria y nivel inicial. Entrevista mediante, por la tarde Carolina recibió la confirmación de que había sido seleccionadx para cubrir el cargo.
Todo parecía ir bien hasta que, como parte de su incorporación, Caro debió llenar unas planillas con sus datos. Durante todo el trámite se puso a charlar con la secretaria, le contó que se casaría y que haría un viaje, por lo cual quería saber bien que estado civil y que fechas colocar en la hoja que estaba llenando. La secretaria, la felicitó y se emocionó por lo que contaba. Pero cuando revisó los datos, se detuvo el casillero de cónyuge y vio escrito “Stephanie” todo cambió. “¿Stephanie es mujer?” preguntó. “Si” respondió Caro, aunque esa no sea la identidad de género de su compañerx, es cómo figura en su DNI y libreta de matrimonio (dato que obvió ante la reacción de la secretaria). 11 días más tarde, llega un mail: Carolina había sido rechazada para el cargo docente. La excusa: no podía tomarse un día (con descuento) que de ser heterosexual, le habrían concedido alegremente.
“Se tomó conocimiento de mi estado civil, bajo la ley de matrimonio igualitario, y se me discriminó” dijo a La Izquierda Diario. Ante este hecho, Carolina y Steph tomaron acciones legales desde Defensoría LGBT denunciando a través del INADI y como no hubo respuesta de la institución decidieron avanzar con el SECLO, donde en la instancia de mediación desde la escuela negaron haber hecho un acto de discriminación. En estos días están presentando la demanda y avanzarán hacia el juicio. La antigüedad que le piden tener a Caro, para darle ¡un día! de licencia, es algo a lo que no puede acceder, dado que los y las docentes de idiomas forman parte de la educación “no formal”, por ende, las condiciones de contratación son algo ambiguas (por no decir casi en negro), y hacen que a pesar de tener mucha experiencia en educación figuren como horas extracurriculares.
“¡Por fin iba a estar en blanco!, ¡por fin iba a tener obra social! Pero declaré una unión igualitaria" nos contaba Carolina que pide difusión de este caso, porque no sólo tomó acciones de forma individual sino que cree como ha escrito en un comunicado de prensa, que su caso debe ser tomado como ejemplo de que los atropellos a la comunidad LGBT no pasarán.
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La pelea es por y para todxs, para que los Padres Zorretti no sigan eligiendo nuestro destino, no sólo hay que denunciar y repudiar el accionar del Instituto Madre de los Emigrantes sino exigir la separación de la Iglesia del Estado. Que los curas vayan a laburar y nos dejen laburar.