Luchan por la implementación de leyes que las y los reconocen como trabajadores de alto riesgo y profesionales, y que el gobierno santafesino incumple y contra la precarización que sostienen Javkin y Perotti. Los llaman esenciales, pero profundizan la flexibilizacion.
Martes 6 de abril de 2021 20:59
Enfermeras y enfermeros vienen peleando por la implementación de dos importantes leyes que les otorgan derechos laborales y profesionales. Por un lado la Ley 13.968 que incluye a la enfermería dentro de las profesiones universitarias de la sanidad. Fue sancionada a fines de 2019 y el gobernador santafesino Omar Perotti aún no dispuso su aplicación. De ser reconocidos como profesionales, las y los licenciados universitarios de la enfermería accederían a derechos laborales y profesionales que hoy les son negados: concursar cargos, tener una remuneración acorde, acceder a capacitaciones, entre otros puntos.
Además, reclaman que Perotti reglamente el artículo 25 de la Ley 12.501, que reconoce el ejercicio de la enfermería como de alto riesgo y le otorga un régimen especial de licencias, vacaciones y jubilaciones. Esta ley fue votada en 2005 pero el artículo en cuestión nunca se reglamentó. De implementarse este artículo, enfermeras y enfermeros podrían jubilarse a los 55 años, reconociendo el desgaste físico y mental que conlleva esta profesión. "Esto significa que nuestras compañeras fallecidas ya tendrían que haber estado jubiladas a los 55 años", sentenció una enfermera que dialogó con La Izquierda Diario.
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Pero Perotti no es el único que precariza a los trabajadores que están en la primera línea frente al inicio de la segunda ola, también el intendente Javkin lo hace con la enfermería en los hospitales rosarinos. En el Hospital Clemente Alvarez (HECA), uno de los de mayor complejidad de la región, las enfemeras reclaman la falta de personal, lo que resulta en una sobrecarga laboral. Además, denuncian que los ingresos que hubo en el hospital el año pasado fueron de alrededor de 33 enfermeras y enfemeros, pero en calidad de reemplazantes y monotributistas, con sueldos más bajos, sin estabilidad ni derechos laborales básicos.
Mientras, los gobiernos provinciales de Perotti y municipal de Javkin, se lavan las manos y hacen oídos sordos a los justos reclamos de los enfermeros y de todos los trabajadores de la salud, a los que no se les brinda más que precariedad y abandono. A pesar de ser los que están en la primera línea frente a la segunda ola de una pandemia que ya lleva más de un año y los encuentra exhaustos, siguen sin ser reconocidos. Es necesario que los gobiernos de Perotti y Javkin implementen ambas leyes y les brinden el reconocimiento y los derechos que les corresponden