LGBTTTI+. ¿Por qué universidad peleamos las disidencias?

En el último año, hemos visto avances en los derechos como en el matrimonio igualitario que se conquistó en todo el país, en 20 estados existen leyes que reconocen las identidades de género, en 13 estados se prohibieron los Ecosig y en 11 más se ha despenalizado el aborto. Sin embargo, eso no se traduce en la mejora de las condiciones de vida, porque en los últimos años se ha profundizado la discriminación, la precarización laboral, los despidos, los transfeminicidios y los crímenes de odio.

Tan sólo del 2014 al 2022, se registraron 467 asesinatos y enero de este año se posicionó como uno de los meses más sangrientos para las personas de las disidencias. Las más afectadas son las mujeres trans, simplemente del 2017 al 2021 fueron asesinadas 270, esto ha llevado a que el promedio de vida de las mujeres trans sea de 35 años, como consecuencia de la violencia y discriminación que viven.

Las escuelas y la universidad no están exentas de esta realidad, ya que en ellas se reproducen las ideas de este sistema patriarcal y capitalistas y por ende la LGTBfobia y los discursos de odio, esto lo podemos ver desde las clases, hasta los programas de estudio y espacios académicos, como sucedió en el foro transodiante que se realizó en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) el jueves 24 de marzo del 2022 y provocó una importante movilización de estudiantes de Ciudad Universitaria de la UNAM, además de un amplio repudio, que se expresó en cientos de firmas de activistas del movimiento de las disidencias y del movimiento de mujeres, intelectuales entre otras personalidades.

Esto se expresó también en la FES Acatlán, donde la coordinación de Matemáticas Aplicadas y Computación arrancó carteles por el Día Internacional de la Visibilidad Trans o cuando niegan espacios para realizar actividades a las disidencias organizadas y así podemos seguir con una serie de ejemplos de lo que pasa en la universidad.

Pero esto no es casualidad porque como lo explica Andrea D’Atri en su texto Los roles: casados con hijos, “esta sociedad fundada en la explotación del trabajo asalariado, también reprime la sexualidad que no está ligada estrictamente con la función reproductiva como, por ejemplo, la homosexualidad, el lesbianismo, etc.”

Por eso es necesario organizarnos para luchar por una sociedad donde no existan cadenas que aten nuestra sexualidad, nuestros cuerpos y deseos, porque solo luchando por una sociedad distinta es que vamos a poder construir otro tipo de escuelas y por ende una educación que sea liberadora, porque las universidades de hoy en día responden a las necesidades de una minoría y no en función de quienes somos oprimidos y explotados.

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Es por eso que desde la Agrupación Juvenil Anticapitalista y desde Pan y Rosas México queremos construir una corriente revolucionaria dentro de las escuelas que se apueste a poner las demandas de las disidencias al frente y a construir un movimiento de la diversidad sexogenérica combativo y en las calles con independencia de rectoría, las direcciones, las empresas, la derecha y el gobierno que solo buscan cooptar y desviar nuestra lucha en beneficio de sus intereses.

Te invitamos a que te organices con nosotrxs y luchemos juntxs por:

• Asignaturas obligatorias sobre géneros y sexualidades en todas las carreras y niveles (desde iniciación universitaria hasta posgrados), con programas y planes de estudio no sexistas ni heteronormados, y que incluyan temas como, sexualidad, violencia de género, feminismos, etc, que estén elaborados por la comunidad universitaria junto a luchadorxs sociales y especialistas. Para esto también exigimos la ampliación de la planta docente y que sean contratados con plenos derechos laborales.

• Atención psicológica integral y de calidad. El 62 % de los adolescentes LGBT+ en nuestro país ha tenido ideas suicidas y el 31 % ha intentado suicidarse, esto como consecuencia de la discriminación y rechazo que vivimos. Por eso es importante que en todas las escuelas haya contratación de mínimo un psicólogo cada 200 alumnxs, con un enfoque no LGBTTTI odiante, que puedan atender de manera oportuna a les estudiantes que así lo necesiten para que no tengan que esperar semanas para conseguir una cita con el psicólogo del plantel.

• Exigir en todas las escuelas, facultades y dependencias de la universidad, centros de salud con atención integral, que incluyan atención ginecológica especializada, con acceso a anticonceptivos gratuitos y posibilidad de interrumpir embarazos para que toda mujer que lo solicite pueda practicarse un aborto de forma segura y gratuita, con seguimiento médico y psicológico para las pacientes.

• En estos centros de salud al interior de la universidad, inclusión en los servicios de salud de manera gratuita los tratamientos para reasignación sexogenérica como las hormonas, además de que se garanticen retrovirales para tratamientos de VIH.

• Implementación de baños neutros en todos los planteles, que sean decisión de la comunidad LGBTIQ cuántos y dónde deben implementarse.

• Comisiones de género y disidencias tripartitas conformadas por estudiantes, trabajadorxs y académicxs, que discutan de forma independiente de las autoridades y resuelvan, acompañadas de grupos interdisciplinarios para prevenir, y atender casos de violencia, y funcione como un espacio permanente en el que, de forma amplia y democrática, se propongan salidas a la situación de violencia y discriminación hacia las mujeres y las disidencias. Misma comisión que pueda garantizar o exigir atención médica y psicológica para las víctimas. Creemos necesario que estas comisiones sean reconocidas por la universidad, sin que ello implique injerencia en las mismas.

• A partir de la comisión tripartita de género y disidencias y mediante la discusión en asambleas o en cada salón/grupo, proponer un protocolo contra la violencia hacia las mujeres y las disidencias que no sea punitivo ni fortalezca el aparato represivo de las autoridades, y que contemple las diferencias en las relaciones de poder y el nivel de violencia. Esto implica que garantice el acompañamiento psicológico a lxs denunciantes y el derecho a la defensa de lxs denunciadxs.

Estas demandas solo se van a lograr si luchamos por más presupuesto para la educación, el cual podría salir de impuestos progresivos para las grandes fortunas de aquellas empresas que en julio se visten de arcoíris pero el resto del año se enriquecen con el trabajo precario de las disidencias, las mujeres y la juventud. También podría salir presupuesto suficiente para esto y más de reducir a cero el que se destina a la Guardia Nacional, la cual debería de regresar a sus cuarteles junto al ejército.

Además de luchar por la democratización de la universidad, para que seamos lxs estudiantes, docentes y trabajadores los que decidamos en qué se gasta el dinero y no la casta dorada, por eso también peleamos por un gobierno tripartito (alumnxs, docentes y trabajadores), con representación proporcional, que sea elegido de manera democrática por la comunidad.

Pero también luchamos por fuera de las escuelas para recuperar la combatividad del movimiento y del Pride, estamos por el impulso de un bloque combativo al interior de la marcha del orgullo y por espacios para coordinar todas las luchas de los explotadxs y oprimidxs

Por la prohibición de los Ecosig en todo el país
Hasta la fecha van 13 estados que lo han ilegalizado, lo cual no es suficiente falta que sea prohibido en todo el país, además que sean desmantelados todos los sitios donde se realizan y que estas instalaciones sean convertidas en refugios, centros de salud sexual para todas las personas LGBT+ que enfrentan la violencia en sus hogares, que sean corridos de sus casas, o por otra situación que lo necesiten.

Por acceso a Salud Integral, porque nuestra salud no es un capricho, ni un negocio, es un derecho

Que se termine el ciclo infinito de desabasto tanto de los medicamentos para el VIH como de las hormonas e inhibidores que usamos; que el proceso de reasignación sexogénerica y demás procesos quirúrgicos sean gratuitos y que abran más clínicas especializadas en todo el país. ¡Por la liberación de las patentes! Basta de que las empresas hagan negocio con nuestra salud.

Por la separación efectiva de la Iglesia y el Estado, por una educación sexual integral y por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, para todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, para que nadie muera por abortos clandestinos.

Por condiciones laborales dignas y cupo laboral trans

Después de la pandemia se profundizó la precarización laboral, los despidos y la no contratación por orientación sexual o identidad de género y en algunos lugares se nos siguen pidiendo estudios de VIH para ser contratados. Luchemos junto con los miles de trabajadores que pelean por un trabajo digno, por plenos derechos laborales, por una jornada laboral de 6 horas por 5 días a la semana y por un salario acorde a la inflación, para que alcance a cubrir la canasta básica.

Contra la represión policial y los crímenes de odio

Basta de acoso policíaco y militar que su única función es la de reprimir y matar a la clase trabajadora y a los que luchan por un mundo distinto y que a 54 años de Stonewall nos siguen acosando, intimidando y reprimiendo, además que son cómplices de los crímenes de odio.

Contra la mercantilización de nuestros cuerpos y sexualidad, ¡Basta de pinkwashing! No a la utilización de nuestras demandas por ninguna empresa, ni gobierno o partido patronal, para lavarse la cara y pintársela de defensores de derechos humanos, mientras continúan con la precarización laboral, la represión y persecución de los que luchamos por un mundo distinto.

Por eso es importante buscar la unidad con otros sectores como el movimiento de mujeres y la clase trabajadora para luchar por un presente y futuro que merezca ser vivido.

Si compartes estas ideas te invitamos a que te organices con nosotrxs y construyamos una juventud anticapitalista y revolucionaria que se apueste a darle la vuelta a todo.

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