Bajo el título “Bases para un Programa Nacional de preservación de la salud de lxs trabajadorxs de la salud” la entidades se dirigieron a la cabeza del ejecutivo y el Ministro de Salud de la Nación con el fin de proponer medidas provisorias frente a la crisis en curso
Entre las líneas que presentaron, genera alerta la exposición del personal de la salud según estadísticas oficiales por lo que manifestaron: “En el marco de las dimensiones que adquiere la pandemia en la Argentina, la salud de lxs trabajadorxs de Salud ha pasado a incorporarse a las más críticas. No hay posibilidad de un saldo positivo de todos esfuerzos puestos en juego en esta contingencia, si quienes asistimos cada día a nuestra población perdemos nuestra salud y replicamos la enfermedad. La tendencia creciente, según información pública emanada del mismo Ministerio de Salud de la Nación, del porcentaje de los infectados totales del país correspondientes a personal de salud, nos exige la necesidad imperiosa de reiterar lo ya manifestado por nosotrxs en los ámbitos de coordinación con el gobierno y de extremar los dispositivos y procesos para preservar la salud de nuestras compañeras y compañeros”
La carta continúa con el pedido de medidas, que son eje de reclamos en instituciones de salud públicas y privadas donde los trabadores denuncian la carencia de elementos de protección y testeos: “Es necesario monitorear en tiempo real la salud de las y los trabajadores, proveer todos los EPP para su oportuno uso, y ejecutar los protocolos en tiempo real, en todos los establecimientos de Salud tanto públicos como privados. Apelamos a que el gobierno fortaleza su rol de rectoría en ese sentido, en el marco de una fuerte democratización de la Gestión de crisis con la presencia de las representaciones gremiales y sociales en los ámbitos de toma de decisiones”
Para finalizar, el escrito que lleva las firmas de Fernanda Boriotti, presidenta de Fesprosa; Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de ATE; y Ricardo Peidro, titular de la CTA-A; propone un programa para la crisis que proteja a los trabajadores y les permita ser parte del control, manejo y proceder frente a la pandemia .
Compartimos el programa:
Declarar de interés nacional la preservación de la salud de lxs trabajadorxs de la salud en el marco de Pandemia por COVID19. Eximir de prestar servicio laboral a los grupos de riesgo (embarazadas, mayores 60 años, etc.) según lo establecido en la norma nacional. Control de la salud de la/os trabajadores de salud. Evaluación al ingreso laboral con prueba del olfato, control de temperatura y vigilancia de lesiones cutáneas (exantema) todos los días en todos los establecimientos y unidades de atención ambulatoria y con internación (CAPS, UPAS, UNIDADES SANITARIAS, HOSPITALES MODULARES, HOSPITALES DE CUALQUIER COMPLEJIDAD, CENTROS PRIVADOS). Diagnóstico urgente de los trabajadorxs sintomáticos unificando laboratorios. Registro de datos específico para trabajadorxs de salud. Aislamiento temprano de casos con sintomatología compatible COVID-19 y de los contactos laborales (en guardias o servicios) y en casos de que no presentan fiebre realizar PCR a las 72 hs. Georeferenciamiento. Prueba rápida combinada COVID-19 Anticuerpo IgG / IgM validado, en muestreos estratificado del personal de salud que permita evaluar la circulación viral dentro de los centros de salud. Búsqueda de fuentes de contagio e identificación de factores de riesgo de infección para el personal de salud. Provisión adecuada y oportuna del equipo de protección personal (EPP): en calidad según normas, y en cantidad para reemplazo. La provisión y distribución debe incluir a todos los niveles de atención en los subsectores privado y público (pluriempleo) y a todos los servicios. Se debe designar un/a profesional especializado/a para el control permanente de la recepción, calidad, disponibilidad de EPP y registro de uso / persona en cada institución. Se debe crear una unidad de monitoreo permanente de disponibilidad de EPP. Generar un efectivo proceso de Capacitación continuo y Monitoreo de uso del EPP. Proveer el barbijo quirúrgico para todos los trabajadores de la salud desde el ingreso y en el desempeño de todas las actividades en la institución de salud. Provisión de la ropa de trabajo por parte del Establecimiento empleador. Higiene, desinfección y reposición a cargo del Establecimiento. Extremar las medidas de higiene institucional según los protocolos vigentes (higiene húmeda, método del doble balde y doble trapo) Extremar la disponibilidad de insumos para lavado de manos y desinfección: jabón, toallas descartables, alcohol en gel / otras soluciones sanitizantes. Reformulación de formas de trabajo, horarios, turnos, espacios físicos (distancia > 1,5 m), circulación (debe establecerse acceso y circulación diferenciados para pacientes con fiebre y síntomas respiratorios), reducir las jornadas de guardia, establecer formas de atención a distancia, mejorar los sistemas de turnos (turnos espaciados), adecuar los espacios físicos de atención de las personas y de espera (en consultorio el médico asiste al paciente y en la sala de espera otro paciente esperando; tiempo para la de contaminación de las superficies y la higiene de manos entre pacientes). Fiscalización estatal en sanatorios privados para el cumplimiento de estas recomendaciones. Conformar un subprograma que se encargue de la atención de la salud mental de lxs trabajadorxs, durante la pandemia y luego de la misma. Habilitar un registro Público de Trabajadorxs afectadxs y en estudio. Información por separado en el contexto del Informe diario matutino y vespertino emitido por la autoridad sanitaria nacional. Habilitar un Comité de seguimiento ad hoc con la participación de autoridades, consultores y gremios. Incorporar a los Comités de Crisis en los distintos niveles territoriales a la representación de los gremios de trabajadorxs de la salud. Integración en el COFESA de las representaciones de trabajadorxs de la Salud. Intensificar la producción de EPP con una unidad centralizada de Monitoreo de disponibilidad y articulación con las unidades de producción de las fuerzas de seguridad, empresas y la solidaria a través de pymes, cooperativas y ciudadanos.