En septiembre del año pasado, la administración de la Universidad Rosario Castellanos (URC) se comprometía a depositar el sueldo de los profesores el 30 de ese mismo mes. Es decir, con un mes de retraso. Sin explicación ante este retraso, la Dirección de Asuntos Académicos, en coordinación con la Dirección de Finanzas señalaron esa fecha como la pactada para ponerse al corriente con los pagos correspondientes al semestre 23-2.
Martes 5 de marzo
Al acercarse la fecha y no tener claridad en los pagos, algunos profesores comenzaron a organizarse ante la posibilidad de que no existiera pago en la fecha señalada. Al vencerse la fecha no se recibieron los pagos, lo que provocó la molestia de las mayorías que se organizaron mediante asambleas y charlas virtuales para buscar la manera de esclarecer la problemática de sus pagos.
La administración dio el plazo para el 4 de octubre, en las diferentes carreras se tomaron medidas democráticas como las clases en línea o el paro de una semana debido a que ya no se podían costear los transportes y comidas del día a día.
Cabe señalar que los representantes y algunos funcionarios tanto de la Dirección de Asuntos Académicos, así como de la Dirección de Finanzas, mencionaron que no tenían conocimiento alguno de la situación que ocasionaba los retrasos, sin embargo, comenzaron los señalamientos entre ellos mismos como los responsables de la falta de pagos a los profesores.
Los profesores regresaron a sus labores después de menos de una semana de paro activo a pesar de que aun no quedaba clara su situación económica y las deudas ya presionaban con intereses y gastos que no esperan a las familias. En el transcurso de algunos días, los pagos comenzaron a llegar, aunque de manera escalonada; en algunos casos tardaron hasta un mes y medio en regularizarse o quedaron incompletos sin explicación alguna.
Aparentemente todo habría quedado en estas acciones, pero la URC ha decidido tomar represalias despidiendo y dejando en la incertidumbre a docenas de docentes para este semestre 2024-1.
Sin dar la cara ni explicar motivos, algunos docentes han sido expulsados por los jefes y jefas de carrera de grupos oficiales de WhatsApp y Telegram. Aunque no hay explicaciones del estatus laboral, decenas de docentes no han recibido su carga horaria, no han recibido respuesta respecto de su situación laboral y el semestre está a unos días de iniciar. Es decir, la administración ha aplicado el llamado ghosting laboral (desconociendo solapadamente su lugar y derechos en el trabajo) para dejar así fuera de la plantilla docente a los profesores que simplemente ejercieron su derecho constitucional a la protesta y por reclamar otro de sus derechos vulnerados, el derecho a recibir un salario por su trabajo.
Este método de las autoridades debe ser denunciado fuertemente por la comunidad URC, pues lo único que se pidió fue el pago de salarios y una respuesta represiva como el despido es inadmisible para una institución de un gobierno que dice velar por la democracia y los intereses de la clase trabajadora y de las mujeres, gran parte de las despedidas son mujeres profesoras que dependen de este salario al igual que sus compañeros profesores para llegar a fin de quincena. Son varios docentes quienes han intentado buscar una explicación a su situación laboral por diferentes vías, pero ni de manera presencial se puede encontrar a las autoridades o jefes de carrera en las oficinas y sedes correspondientes.
Además, la relación laboral también ha sido utilizada con fines de propaganda política, algunos profesores recibieron una invitación para formar parte de comités de apoyo a Claudia Sheinbaum, algunos de ellos al no integrarse a ellos, también han sido castigados con la ausencia de carga horaria laboral.
*-El despido no puede ser una vía de aleccionamiento, ni la amenaza una solución a las problemáticas internas de la institución.
*-Reinstalación inmediata de los docentes que solo exigieron su pago de salarios.
*-Alto a la represión en la URC