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Red Internacional
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Fraude constituyente. ¿Qué constitución se está escribiendo? las normas constitucionales que los partidos tradicionales cocinaron a espaldas del pueblo

La conmoción pública y crisis política en el gobierno, desatada a raíz de la discusión sobre “seguridad” y “delincuencia”, ha tenido una ganancia colateral. Prácticamente inadvertido ha pasado para la población el diseño político consensuado entre la ex concertación, el frente amplio y la derecha en el borrador de nueva constitución. Este borrador ya lleva un avance sustancial de cara a la futura elección de un decorativo consejo constitucional que sólo pondrá un barniz democrático a este fraude.

Martes 11 de abril de 2023

Hace unos días la “comisión de expertos” aprobó el primer borrador de normas que integrarán la nueva constitución que de manera decorativa los consejeros constitucionales deberán “revisar”.

Recordemos que el fraude constituyente aprobado por todos los partidos incluye tres “instancias” donde se discutirá la nueva constitución: la comisión de expertos, el consejo constitucional y el comité de admisibilidad. De estas es la primera la que realmente tiene las potestades redactoras, dado que su propuesta (escrita por los expertos designados a dedo ) sólo puede ser alterada por ⅔ de los miembros del consejo electo. Una verdadera cocina a la medida de los empresarios y los partidos neoliberales.

Revisemos entonces algunas de las propuestas que han emanado de esta comisión:

¿Un estado social sin derechos?

La formulación de que la república se organizaría en un “estado social y democrático de derechos”, fue realizada por la convención anterior. La inclusión de dicha definición en el documento de 12 bordes constitucionales, que regula el actual fraude constitucional, fue una de las” ganadas” con las que el Frente Amplio y el partido Comunista han pretendido legitimar este proceso y justificar su participación en el mismo.

Sin embargo, como el lenguaje puede ser extendido en sus interpretaciones hasta el infinito, no pasaron ni un par de semanas desde el inicio de este nuevo proceso, para que el ya difuso sentido de la frase “estado social de derecho” adquiriese un significado más concreto.

Tras varios dimes y diretes ocurridos detrás de las cámaras, los expertos finalmente lograron relativizar el significado de dicha frase, que según el oficialismo garantiza las bases de un estado de bienestar, añadiendo a la formulación el que Chile es un estado democrático de derechos y libertades.

Puede que el sustantivo “libertades” parezca una nimiedad, pero tal inclusión fue añadida tras un intenso debate respecto al rol de los privados en los negocios que mantienen en salud, educación y vivienda que se verían afectados con una interpretación “socialdemócrata de la norma”.

Finalmente la redacción incluyó este sustantivo precisamente porque la derecha exigió que la nueva constitución debía garantizar la permanencia de dichos negocios. Y es importante consignar dicho principio tanto en el borrador como en las actas de la comisión redactora que serán usadas por tribunales, académicos y juristas para interpretar la nueva carta fundamental sin ninguna duda respecto a la orientación que debe tener esta: al servicio de los empresarios.

Es decir el actual principio de subsidiariedad se mantendría en la medida que la formulación hace compatible la acción del estado con los negocios privados. Con la venia del Partido Comunista y el Frente Amplio, esta discusión lingüística, terminó fortaleciendo uno de los pilares contra los cuales se alzó la población durante la rebelión de octubre. Los empresarios respiran un poco más tranquilos.

¿Una vuelta al binominal?

Sin duda la norma que ha acaparado la mayor “atención mediática” ha sido el rediseño del sistema electoral que el comité de expertos pretende instalar. Argumentando que la fragmentación del congreso es la causa de la crisis política, los expertos han diagnosticado que la “proliferación de partidos” es el origen de la “falta de gobernabilidad” que induce a la crisis y a la falta de representación en el sistema.

La sola argumentación adolece de un severo problema de conexión lógica , y cualquier profesor de un colegio tendría que reprobar a un alumno que sostuviera semejante estupidez. Primero , se presenta al efecto como causa: la proliferación de partidos genera la crisis política, cuando el fenómeno ocurre al revés, es precisamente la crisis política la que genera la proliferación de partidos.

La incapacidad de la clase dominante de emprender grandes empresas y cohesionarse en una visión unitaria, es lo que genera una dispersión de sus representaciones políticas. Otra causa radica ,a su vez, en que el descontento y desafección con el Chile neoliberal administrado por la derecha y la concertación, ha producido que generaciones enteras hoy vean con rechazo a los partidos tradicionales.

Pero como los expertos no quieren abordar las causas estructurales de la crisis, toman a la audiencia por estupida y ofrecen un diagnóstico simplon para justificar su verdadera intención: cerrar el sistema democratico y restringir la participación de los sectores populares en la toma de decisiones, convirtiendo a los partidos en dóciles mascotas del poder empresarial.

La propuesta, en concreto, consistirá en que un partido político no podría obtener representación parlamentaria si es que no supera el 5% de los votos en la elección nacional. Para darle un aire “sofisticado” a la propuesta se lo compara con el sistema alemán, que ya de por sí es antidemocrático pero al menos permite que un partido se quede con sus escaños si es que gana en 3 circunscripciones, algo que no fue contemplado en la propuesta de la comisión de expertos. A esto se le suman medidas como que los partidos podrán controlar a sus parlamentarios quitando los escaños si es que se rehúsan a votar según la disciplina partidaria.

Dado que el binominal fracaso en estructurar al país en dos grandes coaliciones, este nuevo sistema buscaría ordenar la representación política en grandes partidos. Cabe preguntarse cómo esto funcionaria si es que la población tiene una enorme desafección con los partidos tradicionales, difícilmente darles a estos más poder legitime el sistema. Sin embargo, los partidos neoliberales están empecinados en reeditar la época de los acuerdos noventistas para garantizar la prevalencia de los privilegios empresariales y limitar que estos sean cuestionados. Y como dice un aforismo atribuido a la cultura popular chilena “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

¿Qué hacer?

Sin duda que esta discusión, en un contexto de pérdida constante del poder adquisitivo de los trabajadores , concita poco interés en la mayoría de la población aquejada por problemas más cotidianos. De esto se han aprovechado los partidos tradicionales y empresariales para hacer girar la discusión en la crisis de seguridad para fortalecer los aparatos represivos del estado y desviar la atención pública. Saben que las condiciones materiales de las masas continúan deteriorándose y si la nueva constitución no cambiará esto, mejor que las espadas estén afiladas para aplastar cualquier futura rebelión.

Por eso es que tenemos que comenzar a organizarnos y movilizarnos contra este fraude constituyente desde ya denunciando su complicidad con el poder empresarial, Desde la izquierda diario, hemos llamado abiertamente a anular y oponernos a este fraude constituyente que pretende reorganizar al país a la medida de los empresarios. Buscamos reponer la batalla por una asamblea constituyente libre y soberana elegida sobre la base de la lucha y organización de la clase trabajadora y los sectores populares.

Pero en un contexto económico donde los salarios continúan su caída en poder adquisitivo, las crisis en salud y educación, así como la carencia de viviendas, es decir ante la acentuación de las desigualdades del chile neoliberal es necesario reponer la organización en nuestros lugares de estudio, trabajo, en nuestros barrios y poblaciones para combatir al pesimismo que nos induce la propaganda empresarial y no quedarnos en ser comentaristas políticos, sino que pelear por reponer la movilización contra esta cocina de los empresarios y los partidos neoliberales.


Ιωαχειν

Editor y columnista de la Izquierda Diario

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