El candidato de UNA anunció sus propuestas en materia de género. Fue ayer en un acto en el teatro Astros de la Ciudad de Buenos Aires, a poco de finalizado el XXX° Encuentro Nacional de Mujeres.
Florencia Sciutti @FlorSciutti
Miércoles 14 de octubre de 2015
Fotografía: Infobae.com
Fotografía: Infobae.com
¿Oportunismo o casualidad?
Ayer mientras las miles de mujeres que este fin de semana participaron del Encuentro retornaban a sus hogares, Sergio Massa realizaba junto a algunas de las candidatas mujeres de su lista un acto para anunciar sus propuestas en materia de género. Desde arriba del escenario el candidato presidencial arrojó frases como “las mujeres, las protagonistas del tiempo que se viene” o “la pobreza tiene cara de mujer”.
Sin dudas el actual diputado nacional, en una clara muestra de oportunismo político, intentó ganar la simpatía de esas miles de mujeres que el fin de semana se pusieron de pie en en Mar del Plata en defensa de sus derechos. Pero curiosamente en el Encuentro no se vio a una sola mujer de la corriente que “comanda” el candidato.
Dime con quién andas y te diré quien eres
“Lo pasado, pisado” podría rezar algún nuevo slogan de campaña del UNA (el sello electoral de Massa), ya que el historial de este partido no resiste un mínimo archivo.
Además de su conocido pasado en la UceDe, partido ligado fuertemente a la misógina y reaccionaria Iglesia Católica, si se bucea en un pasado más cercano se comprobará que en 2013 el partido UNIR, liderado por el diputado massista Alberto Asseff, llevó como candidato a concejal a Carlos Pampillón, dirigente del FoNaPa (Foro Nacional Patriótico) y reconocido militante eclesiástico, xenófobo y racista. Dicha candidatura resultó un fracaso estrepitoso (luego del cual Pampillón fue separado del partido).
Por aquel entonces Aseff elogiaba al misógino Pampillón caracterizándolo como “un hombre que nunca estuvo en política pero que está completamente decidido a dar pelea con firmeza y transparencia en esta hermosa ciudad, que merece vivir mejor con dirigentes que generen confianza y compromiso tal como lo necesita la buena política que venimos pregonando”.
Sin duda la firmeza de Pampillón quedó demostrada este domingo cuando dirigió al grupo apostado en la Catedral de Mar del Plata que insultó y agredió a las miles de mujeres que marchaban en defensa de sus derechos en la movilización de cierre del Encuentro Nacional de Mujeres. Como se denunció en este medio, esa provocación a la marcha terminó con una fuerte represión a un grupo de mujeres que participaban de ella.
Aseff lanza la candidatura a concejal de Pampillón
Las propuestas y sus contradicciones
Acompañado por su mujer, Malena Galmarini, la diputada para el Parlasur, Fernanda Gil Lozano, la segunda candidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires, Carla Pitiot, la candidata a diputada por la Provincia de Buenos Aires, María Marta Corrado y la candidata a Intendente de San Isidro, Marcela Durrieu, Massa vociferó la necesidad de "pasar de una cultura paternalista y machista a una cultura de igualdad de oportunidades donde todos, hombres y mujeres gocemos de los mismos derechos".
Sin embargo su historial político se contradice bastante con esta nueva máxima de campaña. El candidato, que de golpe quiere transformarse en gran defensor de los derechos de las mujeres, poco ha hecho desde el Congreso Nacional para mejorar la situación de las mujeres.
Sergio Massa, el candidato que más ha atacado a un gremio cuya composición es mayoritariamente femenina, como el docente, ahora nos dice que las mujeres somos las protagonistas de los tiempos venideros.
El candidato planteó como una de sus propuestas la reclusión perpetua para quienes hayan cometido femicidio o violaciones y sumar al botón antipánico el uso de la tobillera electrónica para “los violentos”. No sorprende que en política de género su línea también este ligada a reforzar el aparato represivo del Estado que es el mismo que garantiza las redes de trata y prostitución de las que son víctimas centenares de mujeres y niñas.
Sin embargo, como ya hemos planteado desde este medio, los único diputados que han presentado un proyecto que preve un Plan de Emergencia Nacional contra la Violencia hacia las Mujeres han sido los del Frente de Izquierda Nicolás del Caño y Myriam Bregman. Un proyecto que se encuentra cajoneado y aún no ha llegado ni siquiera al debate en comisiones.
Otra propuesta que resulta al menos curiosa, en contraposición con la actuación de la fuerza UNA, es la modificación de la Ley de Cupos, sobre la cual plantea que se pase del 25% obligatorio de candidaturas femeninas que existe actualmente al 50%, para igualar entre hombres y mujeres. Curiosa porque en las listas del UNA sólo hay un 33% de mujeres cuando la ley establece un mínimo obligatorio pero no un techo. Esto lo demuestra que las listas del Frente de Izquierda invirtió ese cupo presentando una lista con más del 70% de mujeres. A esto podemos sumarle que las mujeres del UNA ninguna es candidata a los cargos ejecutivos y legislativos de mayor importancia.
El combo de medidas lo completan: el embargo de bienes a los violentos para con ello costear subsidios por 36 meses a las víctimas de violencia machista, la creación de fiscalías especializadas en cada distrito y personal policial capacitado en género, la creación de una Secretaría de la Mujer con rango de ministerio y la igualdad en tiempo para hombres y mujeres de las licencias por maternidad y paternidad.
El derecho al aborto, el gran ausente
No sorprende que en el paquete de medidas anunciado por el diputado haya brillado por su ausencia una de las demandas más sentidas del movimiento de mujeres, como lo es el derecho al aborto libre, seguro y gratuito. Al igual que los otros candidatos patronales Macri y Scioli, Massa es un ferviente opositor a que las mujeres conquistemos este derecho democrático elemental, cuya clandestinidad se lleva la vida de más de 300 mujeres por año en la Argentina.
Envío de Fuerzas Armadas a los barrios pobres, reforzamiento del aparato represivo del Estado, negocios para los capitalistas nacionales y multinacionales y, como no podía ser de otra manera, políticas de género que refuerzan la misoginia y la violencia hacia las mujeres. Todo, obviamente, bañado de una total demagogia que nada tiene que envidiarle al kirchnerismo ni al macrismo. Eso es lo que tiene para ofrecer uno de los tres hijos políticos de Menem.