El Círculo Rojo. ¿Qué son las fuerzas del cielo?

· Desde su llegada a la política en 2021, Javier Milei se destacó por su perfil outsider, el discurso contra la casta y sus propuestas económicas.

· La coalición La Libertad Avanza puede englobarse en lo que se conoce como las nuevas derechas, de hecho tiene muchas conexiones con la ultraderecha en el mundo.

· Comparte con ellas la apelación nostálgica de un pasado mejor, la vuelta a la familia tradicional (no necesariamente a tono con el marketing libertario de la coalición) y otros discursos de confort y seguridad que funcionan muy bien en contextos de crisis e incertidumbre.

· Esas narrativas unen el descontento con las recetas neoliberales que empeoraron las condiciones de vida con políticas públicas contra la desigualdad o eliminación de discriminaciones legales contra minorías como las personas LGBT (como el matrimonio igualitario o el cupo laboral trans) pero también contra mayorías como las mujeres (como el derecho al aborto).

· Las nuevas derechas unen cosas que discursos como el feminismo neoliberal (aprovechando el nombre creado por la filósofa feminista Nancy Fraser) o institucional separan: la economía y la opresión de género, la economía y los derechos democráticos. Muchos gobiernos (como el de Alberto Fernández) usan ese discurso feminista para legitiminar programas de ajuste y partidos como La Libertad Avanza aprovechan esa utilización para desatar su discurso reaccionario.

· En este combo reaccionario, la moral y la religión ocupan un lugar importante. Porque es un refugio al que acuden muchas personas (no por nada un pensador socialista como Karl Marx escribió que la religión era “el corazón de un mundo descorazonado, el alma de una condición desalmada”, además de la parte famosa “el opio de los pueblos”).

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¿De dónde salieron las fuerzas del cielo?

· La imagen religiosa de las fuerzas del cielo apareció por primera vez en la campaña de 2021 y pertenece a una cita del Antiguo Testamento, el libro de los Macabeos (capítulo 3, versículo 19): “En una batalla, la victoria no depende del número de soldados, sino de las fuerzas del cielo”. Habla de revuelta de un movimiento judío de liberación contra el ejército de invasores griegos en el año 166 AC.

· En su discurso de asunción, repitió esa imagen, habló de “triunfo de los débiles por sobre los poderosos, de los pocos por sobre los muchos, de la luz por sobre la oscuridad”.

· Durante el anuncio de medidas económicas del ministro Luis Caputo, con devaluación y ajuste para la mayoría de la población, Javier Milei eligió estar en una celebración de Janucá.

· Insistió con la misma imagen: “la luz se impone sobre la oscuridad y, después de tantos años de oscuridad y ocultismo, va a salir la luz y eso va a ser una revolución moral porque lo vamos a hacer desde los valores”.

· Lo dijo en un acto de la organización Jabad (de la rama jasídica Lubavitch). No se trataba de un acto de una organización de la comunidad judía argentina como la DAIA o la AMIA (que estaban presentes), sino la organización de una rama religiosa específica.

Religión, estado y poder

· La relación de Milei con el judaísmo no escapa a su relación con el poder. Viene por su vínculo con Eduardo Elsztain, dueño de la empresa inmobiliaria IRSA (dueña del hotel Libertador). Con él viajó a EE.UU. a visitar la tumba del famoso Rebe a quien le agradeció después de ganar las elecciones.

· Esta relación personal con la religión permea a las decisiones políticas: su rabino y guía espiritual Axel Wahnish estaría al frente de la embajada en Israel (que se mudaría a Jerusalén para sumar otra polémica geopolítica).

· El presidente Javier Milei auguró que “las fuerzas del cielo van a apoyar a Argentina y a Israel” y se metió así en lo que pasa en Franja de Gaza. El eje del acto fueron las personas secuestradas el 7/10 sin mencionar el genocidio en la Franja de Gaza (20 mil personas asesinadas por los ataques del Estado de Israel).

· Hay un artículo interesante de Luciana Vazquez en La Nación (“Javier Milei y el ministerio de las fuerzas del cielo”), en el que habla del riesgo que representan los enfoques religiosos en los discursos presidenciales y la influencia que podría tener en políticas estatales.

· En Argentina, es conocida la injerencia de la Iglesia católica en el Estado y la influencia más reciente de las iglesias evangélicas. La crítica a la religión en el Estado no tiene que ver con una religión en particular, ningún cura, pastor o rabino tiene nada que hacer ni decir sobre políticas públicas.
· El diario La Nación no se caracteriza por su agenda progresiva, pero no deja de ser verdad que la religión y el estado siempre es mejor que sean asuntos separados.

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