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Red Internacional
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Sinaloa. ¿Quién es Rubén Rocha Moya candidato de la alianza Morena-PAS a la gubernatura de Sinaloa?

Rocha Moya presume ser un “izquierdista de toda la vida” pero su trayectoria reciente desmiente totalmente dicha afirmación, ¿por qué?

Lunes 5 de abril de 2021

El domingo 4 de marzo el senador con licencia y actual candidato a la gubernatura del Estado de Sinaloa por la alianza del Movimiento de Regeneración Nacional y el ultraderechista Partido Sinaloense (PAS), Rubén Rocha Moya, dio el banderazo de inicio de su campaña para este proceso electoral 2021.

Esto en medio de duros cuestionamientos de una gran parte de las bases morenistas, así como de trabajadores del sector educativo, quienes lo consideran un traidor a razón de haber fungido como el principal promotor de la antidemocrática alianza con el PAS, y del papel reaccionario con el cual desempeñó su labor legislativa como presidente de la Comisión de Educación del Senado.

Sin embargo, para entender más a detalle por qué trabajadores educativos y el morenismo de a pie depositaron tantas esperanzas en este personaje y por qué lo consideran un traidor, es importante dar un breve vistazo a su trayectoria.
Rocha Moya (21/10/1962) es oriundo de Batequitas, Badiraguato, Sinaloa. Tiene formación como profesor normalista por la Escuela Normal Rural de El Quinto, Sonora. Estudió también la Licenciatura como Profesor de Educación Media en el Área de Matemáticas por la Escuela Normal Superior de Oaxaca.

De 1968 a 1969 se desempeñó como Secretario General de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México. Fue profesor de primaria en Cajeme, Sonora y en Carricitos, Salvador Alvarado, Sinaloa.

Por estos años es que ingresa como docente en la escuela Preparatoria de Guamúchil, donde llega a ser director; para 1973 realiza gestiones y logra la incorporación de dicha unidad académica al sistema de bachilleratos de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Entre 1980 y 1983 Rocha ocupa el cargo de Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de la UAS (SUNTUAS Académicos).

En 1986 es candidato a la gubernatura de Sinaloa por el Movimiento Popular Sinaloense, coalición integrada por el Partido Socialista Unificado de México, el Partido Mexicano de los Trabajadores, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, el Movimiento Revolucionario del Pueblo, la Corriente Socialista y la Unidad de Izquierda Comunista. Después de la derrota de esa elección se le otorga una diputación “pluri” en la LII Legislatura del Congreso de Sinaloa (1986-1989).
Dentro de la UAS llega a ser Secretario General (1989-1992) así como Rector (1993-1997). En 1998 vuelve a ser candidato a gobernador por la coalición que formaron el Partido de la Revolución Democrática, el Verde Ecologista y el Partido del Trabajo. Más tarde, Rocha fue arropado por el gobierno priista de Jesús Aguilar Padilla (2005-2010), quien lo nombró Coordinador de Asesores.

Durante el periodo de Aguilar Padilla, Constructora Chocosa, propiedad de su hijo Rubén Rocha Ruiz, fue favorecida con al menos siete contratos de obra pública que suman 8 millones 310 mil 398 pesos. Del 2013 al 2017, durante el sexenio de Mario López Valdez, fue subdirector de capacitación del ISSSTE, periodo en el cual la constructora de su hijo también fue consentida con 25 millones 691 mil pesos en contratos de obra con el Gobierno del Estado. Rubén Rocha Jr. ha llegado a admitir que su nombre le brinda ciertas ventajas. En palabras suyas: “…simplemente el ser su hijo, me ha ayudado mucho”. En 2017 Rubén Rocha Moya vuelve a ser asesor de gobierno, ahora con el priista Quirino Ordaz Coppel, nombramiento en el cual dura 6 meses, pues renuncia para ser candidato del MORENA al Senado.

Durante su campaña por la senaduría en 2018, Rocha decía que una vez asumiera su posición en la Cámara Alta, haría de mediador para solucionar la situación de trabajadores universitarios jubilados, en activo y despedidos injustificadamente de la UAS, cuyos derechos laborales y humanos han sido pisoteados por el Partido Sinaloense, instituto encabezado por el cacique universitario y ex rector UAS [2005-2009], Melesio Cuén; Rocha aseguró también que iba a “contribuir” a acabar con dicho cacicazgo. Como se refiere desde el inicio de esta nota, el Senador con licencia no solo no cumplió esta promesa, sino que hizo todo lo contrario.

Y es que tras la elección 2018 el PAS sufrió una derrota tan fuerte que estuvo a punto de perder el registro, quedándose con solo una diputada en el congreso local, así quedaba configurada una situación sumamente favorable para que la bancada morenista, con amplia mayoría, impulsara la discusión y aprobación de alguna de las iniciativas de reforma a la Ley Orgánica UAS que integrantes de la comunidad universitaria habían hecho llegar en legislaturas pasadas; ello posibilitaría el aniquilamiento del cacicazgo de Cuén en la UAS.

Empero, la bancada morenista, bajo lineamientos tajantes de Rocha, lejos de aprovechar este escenario, envió a la congeladora las iniciativas mencionadas, protegiendo, así, los intereses del cacique Melesio Cuén y su grupo político.
Aunado a esto, la alianza con el Morena ha revitalizado al funesto PAS dándole amplias posibilidades de obtener varias diputaciones plurinominales: con ello garantiza además impunidad transexenal a la cúpula burocrática de la UAS, la cual funge a su vez como dirigencia del Partido Sinaloense. La campaña apenas inicia, pero en los hechos Rocha ha terminado otorgando a Cuén el verdadero protagonismo de la misma, así como un triunfo asegurado; gane o pierda el Morena en Sinaloa, Cuén ya resultó victorioso.

Además de este ignominioso aliado, Rubén Rocha Moya la semana pasada se exhibió con dos oscuros personajes: el exgobernador priista y cacique de la CTM, Juan S Millán, y el exsubsecretario de Gobernación Ricardo Peralta, especialista en “inteligencia” y “combate al terrorismo”, quienes se dicen comprometidos con la 4T.

Ahora bien, volviendo a la trayectoria de Rocha en tanto Senador; este percibió un salario por 151 mil 381 pesos mensuales, o sea, 5 mil 46 pesos por día, alrededor de 210.5 pesos por hora. En Sinaloa un trabajador que gana el salario mínimo recibe, por ocho horas de trabajo, cerca de $ 123.2. En solo 60 minutos Rocha ganó casi el doble.

Por lo aquí expuesto es posible entender que gracias a algunos momentos de la trayectoria temprana de Rocha Moya se configuró en el imaginario del morenismo de a pie la esperanza de que el personaje en comento actuaría como un tribuno del pueblo trabajador en la cámara de senadores: “oh decepción”.

Como presidente de la Comisión de Educación del senado no hizo nada por defender el presupuesto de las Universidades Públicas y Normales Rurales del país; mucho menos apoyó al sector magisterial en la difícil situación que ha tenido que enfrentar en medio de la pandemia.

Pero, además de la alianza con Melesio Cuén y el PAS, lo que Rocha Moya sí hizo, y con sobrado entusiasmo, fue llamar a trabajadores universitarios UAS “irresponsables” por realizar denuncias públicas y buscar organizarse para dar solución justa a sus problemas laborales.

No obstante, Rocha, el supuesto “izquierdista de toda la vida”, no se detuvo ahí, pues además fue el principal impulsor de la Ley General de Educación Superior, la cual es un auténtico regalo a caciques universitarios y sus grupos políticos, ya que, entre omisiones y ambigüedades, les permite a estos perpetuarse en posiciones clave para dirigir las universidades públicas del país en detrimento de los derechos laborales y humanos de trabajadores universitarios y estudiantes. Por esto último, el daño que Rocha Moya ha hecho a la educación pública nivel superior en México es gravísimo.

Este es el aciago candidato de la alianza Morena-Pas a la gubernatura del Estado de Sinaloa.

Frente a esto, queda claro lo necesario que es la construcción de una alternativa verdaderamente de izquierda e independiente del gobierno y los partidos patronales; tanto la unidad bajo dichos principios como la movilización combativa son imprescindibles.

En el Norte del país urge el fortalecimiento de una alternativa política de la clase trabajadora, socialista y revolucionaria, para trascender las limitaciones de elegir entre el repertorio de candidatos y proyectos que en su totalidad son francamente hostiles hacia los intereses y derechos de trabajadores, sectores populares, la juventud y las mujeres.