Valparaíso y las elecciones. ¿Quién es quién en el bastión del Frente Amplio?

El día de cierre de listas fue la noche de este lunes 29 de julio, último plazo para negociaciones y para la inscripción de candidatos que dejó varias sorpresas en el escenario político local.

A nivel de la gobernación dos candidatos disputarán el espacio del gobierno. Rodrigo Mundaca va con el apoyo del PS, PC y el Frente Amplio, mientras que Felipe Ríos es levantado por el FRVS y el Partido Liberal, quedó en el camino Tania Madriaga, ex aliada de Sharp que no logró juntar las 7 mil firmas requeridas. La carta de Mundaca terminó unificando al oficialismo tras la bajada -obligada- de Manuel Millones (PS) para facilitar la “unidad”. En el espacio de la derecha Maria José Hoffman (UDI) golpeó la mesa nacional y se aseguró el cupo.

La verdad es que la elección de la gobernación hay una alta incertidumbre sobre el resultado, Mundaca, que llegó como independiente y con una impronta que no se ajustaba a la “política tradicional”, rápidamente se transformó en un gestor de la institucionalidad, lo que le valió una crítica general por parte de movimientos sociales que le habían dado su apoyo. Ni que hablar de sus dichos criminalizadores sobre delincuencia, apoyos a carabineros y la pena de muerte. Un giro a la derecha para un exdirigente social que llegó a dicho cargo con el lema de “recuperar el agua” y que ahora es sostenido y apoyado por los que han mantenido la privatización de la misma.

En el tema municipal, la derecha va absolutamente fragmentada. Con 5 candidatos repartidos entre Chile Vamos, republicanos, PDG e independientes, de hecho, no deja de ser llamativo que el abanderado de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) sea Rafael Gonzalez, miembro del Partido Republicano y cuya única bandera es la seguridad y el combate a la “izquierda radical”.

Por el lado del gobierno y sorteada la primaria, Camila Nieto será la única carta del oficialismo, quienes se propusieron ganar el municipio a Transformar, agrupación que creó Sharp junto a Carla Meyer que es quien representa la continuidad de la actual administración.

Como dijimos en un análisis tras la primaria, aun cuando Nieto busque posicionarse a la “izquierda” del oficialismo, es el fiel reflejo del actual proyecto del gobierno. Uno que une desde la DC al Frente Amplio y que de cambio tiene poco o nada. Con declaraciones que apuntan a hacerse cargo de la agenda de la derecha sobre seguridad y represión, se dejó de hablar de derechos sociales o resolver problemas estructurales de la comuna y la región, es decir, un proyecto que se presenta como continuidad del modelo neoliberal.

Este giro a la derecha se ha demostrado una y otra vez con la permanente renovación del estado de excepción en el sur o el rol de la política securitaria, tomando como suya la agenda de fortalecimiento de las policías y leyes que les garantizan impunidad en su actuar como la ley Nain-Retamal. Pero además es la representante de las políticas miserables del gobierno contra las familias afectadas por el megaincendio y que siguen sufriendo la lenta respuesta en la entrega de viviendas definitivas o de mínima un plan serio para la reconstrucción.

Además, Nieto señaló durante la campaña de primarias que su eventual administración se centraría en seguridad (más coordinación con las policías), recuperación patrimonial y el ornato de la ciudad. Un chiste si consideramos las enormes falencias estructurales como la falta de trabajos de calidad, la saturación del sistema de salud y el déficit habitacional. El programa de Nieto es otra cara del camino que representó Ripamonti (RD) en Viña del Mar que terminó siendo más de lo mismo.

Meyer por otro lado, es la continuidad de un proyecto que se agotó hace años. La “alcaldía ciudadana” no pasó de ser un eslogan (muy similar a lo de Mundaca) y que se adaptó a los límites del municipalismo del régimen sobre todo durante el segundo mandato de Sharp. Atrás quedaron los intentos de abordar la crisis de vivienda, nunca se habló de recuperar el puerto para Valparaíso y la campaña se limitó a pedir una pequeña limosna a la TPS y los Von Appen (que el puerto tribute en la ciudad). Finalmente se intentó levantar la imágen de un municipio transparente que se vió cruzado por repetidas denuncias de maltrato entre los funcionarios municipales.

En realidad de derecha y oficialismo (y los que no tanto también) juegan en una cancha donde las demandas de la clase trabajadora y los sectores populares pasaron a un segundo plano. No se habla contra el alza de las tarifas, el aumento del desempleo, la falta de viviendas dignas ni la crisis educacional que viven las escuelas de Valparaíso por el absoluto abandono del Estado y el SLEP.

Mientras las familias afectadas por los incendios siguen sufriendo el rigor del invierno sin una solución habitacional, los partidos tradicionales se disputan los espacios de poder sacando cuñas contra la delincuencia y fomentando la criminalización de los migrantes que buscan un mejor vivir.

En Valparaíso hace falta una alternativa de independiente de los partidos tradicionales y del gobierno, que tome las demandas estructurales sobre vivienda, trabajo y educación que tanto afectan a la clase trabajadora y los sectores populares, hace falta una alternativa de izquierda y socialista de verdad, desde abajo, que se disponga a enfrentar a los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros, alternativa que estamos levantando en Antofagasta, con Daniela Avilés al municipio de la comuna junto a Natalia Sanchez, Daniel Vargas, Akemi Matsubara entre otros candidatos al concejo municipal.

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