El 14 de junio serán las votaciones para elegir al próximo Comité Ejecutivo de la Sección 10 del SNTE. Entre las y los docentes de base se conoce poco o nada acerca de este proceso supuestamente ’democrático’. ¿Quiénes participan y qué proponen? ¿Realmente nos representan?
Jueves 8 de junio de 2023
En la convocatoria emitida por el Comité Nacional Electoral del SNTE el pasado 23 de mayo, se establecieron solo tres días para poder registrar una planilla. Éstas están conformadas por 55 titulares y 54 suplentes, que integrarán el próximo Comité Ejecutivo Seccional (CES).
De acuerdo con el reglamento de elecciones, lxs candidatxs a Secretario General deben de haber pertenecido a algún CES anterior y los demás integrantes de cada planilla haber tenido algún cargo sindical.
Tanta premura y requisitos hicieron casi imposible que lxs maestrxs de base pudiéramos participar con una propuesta propia. Lejos de ser democrático, esto favorece a las distintas alas de la burocracia sindical (“charros”), la cual controlará todo el proceso, actuando como ‘juez y parte’.
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Las planillas
Cada una de las 7 planillas que se registraron presentó una “Plataforma Política” y un “Plan de Trabajo”, donde expresan las propuestas que se proponen llevar a cabo. Sin embargo, poca o ninguna discusión ha habido en las escuelas, entre las maestras y maestros de base, sobre los antecedentes, integrantes y proyectos de cada planilla.
Las planillas se identifican por colores. En la Sección 10, las que fueron registradas son la Blanca, la Verde, la Morada, la Dorada, la Guinda, la Rosa y la Roja.
Los “charros”
La Blanca está encabezada por Arturo Salazar; la Verde por Gustavo Arellano; y la Morada por Blanca García. Lxs tres son integrantes del actual Comité Ejecutivo Seccional, titulares de Organización, Desarrollo Profesional e Innovación Pedagógica, respectivamente.
Aunque ahora se presentan divididos, en los más de 7 años que llevan en la dirección de la Sección 10, fueron cómplices e impulsores de la reforma educativa neoliberal, que atentó contra la educación pública y la estabilidad laboral de las y los trabajadores de la educación.
Son quienes señalaron de flojos y subversivos a las maestras y maestros que nos propusimos enfrentar activamente dicha reforma, desde nuestras escuelas y en las calles. Quienes permitieron que muchxs fueran cesadxs por ejercer su derecho a protestar.
Ahora se disputan el poder, pidiendo el voto del magisterio con la intención de legitimarse y renovar su control burocrático de nuestra sección sindical, para servir mejor al gobierno en turno, llamándose a sí mismos “ejército ideológico de la 4T”.
En realidad, no tienen muchas diferencias. Estas tres planillas plantean la “gestión” y/o “revisión” de los procesos del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros (SICAMM), antes Servicio Profesional Docente.
Este organismo mantiene un régimen de excepción laboral anticonstitucional en contra del magisterio, con el que se nos limita y condiciona para poder ingresar al servicio, ganar mejor, tener más horas o acceder a un puesto superior.
Lo cual dichas planillas no cuestionan, sino que se proponen “mejorar”. Aunque la Verde se lava las manos diciendo que esto “no es competencia de la Sección 10”, reconoce sin querer que el SICAMM rompe de hecho con la relación bilateral entre la SEP y el sindicato, negándonos el derecho a la negociación colectiva de nuestras condiciones laborales.
En el caso de los aumentos salariales, ninguna de estas planillas cuestiona que a lo largo de todo el sexenio hayan sido menores a la inflación, avalando la merma de nuestro poder adquisitivo con las migajas que negocia cada año el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE con el gobierno federal.
Sobre las jubilaciones y pensiones, la Verde dice que “gestionará un aumento en las cuentas individuales”, pero acepta la privatización de las pensiones mediante las Afore y su devaluación al calcularse en UMAs.
Las otras dos planillas ni mencionan el tema. Nada dicen tampoco sobre la degradación de los servicios de salud del ISSSTE.
Por otra parte, la planilla Dorada está encabezada por la excandidata del partido Nueva Alianza, Dulce Jurado, ahora partidaria del Morena, quien tiene propuestas muy parecidas a las de las otras planillas mencionadas. ¿Qué se puede esperar de quien fue candidata del partido creado por la corrupta Elba Esther Gordillo, que se enriqueció con las cuotas sindicales del magisterio?
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Todas estas planillas se proponen “gestionar” burocráticamente la precarización laboral y salarial del magisterio, así como las precarias condiciones en las que están nuestras escuelas. Por eso, si queremos un cambio favorable, es necesario que las y los maestros digamos a una voz, en la Sección 10, los charros ¡no pasarán!
Las otras planillas
Las de la planilla Rosa se presentan como docentes de base con un perfil femenino, aunque no mencionan nada en su plataforma sobre los principales problemas de las mujeres y maestras ni cómo enfrentarlos, tales como el feminicidio, las desapariciones, el acoso, la discriminación y otras formas de violencia contra ellas, o contra nuestras alumnas, sus madres o hermanas. Tampoco dicen nada respecto a los derechos de la diversidad sexogenérica en el magisterio, dentro y fuera de las escuelas.
Aunque dicen estar todas frente a grupo, no se proponen enfrentar al charrismo sindical mediante la organización de las maestras y maestros desde las bases; en ese aspecto, solo aseguran que “estarán en constante contacto” con las y los agremiados, gestionando permisos y dándoles regalos en las conmemoraciones.
Por su parte, la planilla Guinda plantea principalmente demandas de las y los trabajadores de la educación media superior (CETIS-CECATI), donde existe una gran precariedad laboral, como aumento salarial, basificaciones, la paridad de género en los cargos y la eliminación de las UMAs para calcular las pensiones. Pero declara su total respeto a los estatutos del SNTE y no cuestiona su antidemocrático reglamento de elecciones, lo que no delimita a esta planilla de la burocracia sindical ni de la política gubernamental hacia el magisterio.
La Roja de la CNTE
La planilla Roja de la CNTE retoma una serie de demandas justas y sentidas por el magisterio. Como la de aumento salarial, el repudio a las Afores y las UMAs y la eliminación del SICAMM. Denuncia el autoritarismo de los directivos en las escuelas, se propone echar a los charros del SNTE y reivindica la lucha magisterial.
Lamentablemente, lejos de la tradición democrática que reivindica la CNTE, la conformación de esta planilla no surgió de espacios abiertos, realmente democráticos y representativos, donde pudiéramos participar libremente tanto maestras y maestros de base como agrupaciones que hemos sido parte activa del movimiento magisterial.
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Las y los docentes de la Agrupación Nuestra Clase opinamos que la plataforma presentada por la planilla Roja es progresiva, por lo que vemos la necesidad de que las y los maestros la respaldemos con nuestro voto crítico, como forma de enfrentar unidos en las elecciones al charrismo sindical.
Sin embargo, derrotar a los charros y lograr las demandas del magisterio, no depende solo de nuestro voto, ni de que se reanuden las mesas de diálogo con el gobierno federal, como exige la CNTE.
Votar críticamente a lxs compañerxs de la planilla Roja, como proponemos, no es un “cheque en blanco”. Implica exigirles que abandonen su confianza en la negociación con el gobierno y se apuesten a forjar desde abajo, con el resto de la CNTE, un gran movimiento por la democratización del SNTE, que impulse un plan de lucha unificado en la CDMX y a nivel nacional por todas nuestras demandas, en unidad con los trabajadores de otros niveles y sectores.