Hablamos con Borja Ramírez, estibador del puerto de Valencia despedido por luchar por mejores condiciones de trabajo para sus compañeros. Nos habla sobre su situación y la sobre lucha por su reincorporación.
Viernes 9 de septiembre de 2022
Comida, material de construcción o para fabricación de productos electrónicos, suministros médicos, de oficina. Basta tomar cualquier mercancía que se nos ocurra y es probable que un estibador haya participado del proceso para que llegue a su destino.
En la actualidad no se puede pensar la economía mundial sin pensar en el peso que tienen las grandes cadenas de suministros, y el rol central que juegan los trabajadores de la logística en los puertos del mundo.
Sin embargo al igual que en otros sectores, y como se ha visto en la pandemia, la precariedad laboral para los portuarios es directamente proporcional a la importancia que tienen para la economía capitalista. El caso de Borja es un ejemplo claro de cómo se maneja la patronal para pasar por encima a los trabajadores, pero también es un ejemplo de la resistencia y combatividad que éstos pueden tener.
Borja es estibador en el puerto de Valencia y miembro de la sección sindical del sindicato Solidaridad Obrera, concretamente trabaja para la empresa Randstad, una ETT multinacional con una plantilla que alcanza los 472 empleados eventuales solo en Valencia. Borja denuncia la situación en la que se encuentran él y sus compañeros:
“…llevamos concatenando contratos de obra y servicio durante más de 5 años con la evidente reducción de aportaciones a la seguridad social que eso supone. Además, no se nos aplican unas condiciones contractuales de prestación de servicios iguales a las de la plantilla de trabajadores fijos, generando así que existan en el puerto trabajadores de primera y de segunda clase. Aquellos que se niegan a asumir las condiciones marcadas por la gestora Randstad, son sancionados con días de paro, sin ser contratados, y privados tanto del salario como de los derechos devengados.
En el caso de nuestra organización, lo hemos puesto en conocimiento de las autoridades laborales y hemos procedido a las denuncias correspondientes. La respuesta ha sido inmediata. He sido suspendido de empleo y sueldo de manera indefinida hasta que cediera a retirar las demandas y aceptase la situación sin condiciones, algo que no aceptamos y que los juzgados pertinentes resolverán llegado el momento.
Randstad, es una empresa ubicada en los Países Bajos y alardea de haber facturado, sólo en la península ibérica (Randstad ibérica), en el primer trimestre, la cuantía de 396 millones de euros…”
Por cada trabajador con una retribución de 50.000€ anuales cotizando bajo el régimen especial de la marina que es del 60% de la cantidad mencionada, más 10.000€ en concepto de sanción, y multiplicados por los 472 trabajadores que están como eventuales obtenemos una ganancia de 2.360.000€ anuales que obtiene Randstad gracias al robo de los contratos fraudulentos hacia sus empleados y el fraude a la seguridad social.
La dinámica que tiene Randstad, nos explica, es la de obligar a sus empleados a prestar disponibilidad mediante un pacto no escrito cuando la bolsa lo dispone incluyendo los períodos en que estos se encuentran de baja o despedidos. Este pacto, negociado entre la empresa y la dirección del sindicato mayoritario (CETM) a espaldas de la mayoría, posee un régimen sancionador implacable: A quien se niega a coger el teléfono, estando de baja o no, se le deja de renovar el contrato automáticamente.
La modalidad en que se imparten las sanciones es totalmente arbitraria y se establece de acuerdo al nivel de simpatía que tiene un trabajador con sus superiores. Borja explica que durante el período del confinamiento pudo evadirlas hasta que en un momento, a causa de su actividad sindical, comenzaron a considerarlo peligroso para sus intereses.
La chispa que encendió la llama surgió cuando en enero de 2020 un accidente entre una furgoneta y un coche que iba a embarcar dejó 5 hospitalizados de gravedad (entre ellos, uno con la mandíbula y el rostro desfigurados). La empresa pretendió coaccionar a Borja como apoderado del sindicato para que echase la culpa en los trabajadores, alegando que éstos estaban circulando a una velocidad alta. Pero nada más lejos de la realidad, Borja comenta acerca de las malas condiciones en las que trabajan día a día y que derivan en estas atrocidades como la mala señalización de los lugares de trabajo, y agregamos nosotros, los tiempos acelerados de producción que exige toda compañía. Como si esto fuera poco, los gestores de Randstad pretendían que la jornada prosiguiese con normalidad sin preocuparse en la supervivencia de los empleados. Como les respondió Borja, no somos ruedas de recambio, somos personas.
A partir de ahí, y ante la negativa de Borja de actuar como pretendía la empresa, comenzaron las amenazas. Las consecuencias que no se hicieron esperar. Llegada la primera quincena les quitaron un jornal entero a los compañeros, pero solo al grupo de los eventuales, sector al que Borja pertenece. La plantilla no se quedó de brazos cruzados. Iniciaron los reclamos y procedieron con la judicialización de las demandas. Luego de intentar coaccionar por segunda vez a Borja, la empresa pasó a atacarlo directamente: durante más de un año procedieron a aplicarle todas las sanciones que había acumulado desde el período de confinamiento.
Llegado marzo de 2022, habiendo arrastrado infinidad de sanciones, Borja judicializó las últimas 3 y agregó el fraude de los 472 contratos de sus compañeros. Desde entonces la empresa dejó de contratar a Borja y comenzó la campaña por su reincorporación.
Cuando le preguntamos acerca de la respuesta de otros sectores destacó el apoyo de otros trabajadores organizados en sindicatos incluso a nivel internacional y la Plataforma de Represaliados, que agrupa trabajadores de todo el Estado que han sufrido los ataques por intentar organizarse por sus derechos.
También recordó las luchas de portuarios contra los abusos patronales que están sucediendo en el último tiempo en varios países de Europa como es el caso de Alemania.
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Finalizando la entrevista, como conclusión y reflexión, advierte que no hay que creerle nada a la patronal ni a sus aliados. Y agrega que es necesaria la unidad para enfrentar los ataques de la patronal.
Por ultimo hizo un llamado invitando a todo aquel que se solidarice, a la concentración en su apoyo convocada el viernes 7 de octubre a las 12:00 C. El Justicia 1, Valencia.