La suma de las modalidades de empleo informal alcanzó 31.6 millones de personas, lo que representa el 55.8% del total de la población ocupada y es un aumento de 2.2 millones respecto al 2020.
Viernes 18 de febrero de 2022
Luego de un año de crisis económica donde la clase trabajadora ha sido quien más ha sufrido despidos, rebajas salariales y pérdida de derechos laborales, el 2021 reportó un crecimiento del empleo, sin embargo, la mayoría de la población ocupada lo hace en condiciones de informalidad.
El trabajo informal significa que no se cuenta con seguridad social ni estabilidad laboral que permita contar con derechos laborales elementales como vacaciones, jubilación o aguinaldo. La informalidad, de la misma manera que la precarización, son formas de explotación laboral que retribuyen jugosas ganancias a las grandes patronales, mientras que los trabajadores viven en la incertidumbre permanente.
De acuerdo con los resultados de la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), ha habido un alza de 3.1 millones de personas económicamente activas llegando en 2021 a la cifra de 58.8 millones. Esta alza en el empleo se concentró en restaurantes y hoteles, servicios financieros y en la manufactura rama que depende de la exportación y que se recuperó tras la reactivación del consumo en Estados Unidos.
Por su parte, la población subocupada llega a 6 millones de personas representando el 10.6% de la población ocupada. Hablamos aquí de trabajadores que laburan de forma precaria la mayoría de las veces en trabajos de medio tiempo donde ganan menos de los necesario para vivir dignamente.
Por su parte, la informalidad ha crecido en 2.2 millones de personas a nivel nacional, siendo que las tasas más altas de trabajo informal se concentran en estados como Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
Sin duda, el crecimiento económico generado en gran medida como rebote de la crisis del 2020, no significa un desarrollo social que permita mejorar las condiciones de vida de las mayorías. El crecimiento se lo quedan un puñado de grandes empresas, mientras que la precariedad y la informalidad siguen avanzando.
En el capitalismo se privatizan las ganancias, pero se socializan las pérdidas. El crecimiento del trabajo informal, es una expresión de esta realidad.