Desde octubre del 2019 no se evidenciaba un alza tan importante del IPC, que al igual periodo previo a la rebelión, aumenta el costo de la vida, devaluando el mísero salario que miles de trabajadores reciben.
Sábado 7 de agosto de 2021
Este aumento, según especialistas, se explica por el alto precio de los combustibles durante el primer trimestre, pero para ojos del ministro de Hacienda, Rodrigo cerda, esta situación se deben a las medidas restrictivas impuesta en pandemia, señalando: “Creemos que lo que estamos viendo son los efectos rezago de estos procesos de confinamiento”. Por otro lado, comenta que el alza en algunos servicios es producto del proceso de desconfinamiento, donde muchas áreas de le economía se mantuvieron cerradas congelando sus precios, lo que en una nueva apertura comienzan a descongelarse.
Los dichos del ministro no dejan de ser, por lo bajo, desafiantes, pues el aumento del costo de la vida lo explica con una simple ecuación coyuntural, mientras que vimos durante el año 2020, en pleno confinamiento y peak de muertes, que los empresarios más poderosos del país se hicieron descaradamente más ricos. Fueron los Piñera, Luksic, Matte, entre otros grandes empresarios quienes se enriquecieron al mismo tiempo que miles de trabajadores eran suspendidos o suspendidos.
Las medidas como el retiro de fondos de pensiones y otras inyecciones presupuestarias, ayudaron a reavivar la economía pero los empleos no fueron recuperados. Durante el primer semestre del presente años las ventas online, principalmente en el Cybermonday, aumentaron en un 118%, no obstante, el desempleo solo cayó en un 0,5%, llegando al 9,5%.
Otro de los efectos del incremento del IPC es el alza en la Unidad de Fomento (UF) que alcanzó en el mes de agosto los $30.000, que junto a él aumentan todos los servicios y créditos que se rigen por esta unidad financiera. Todo esto, sumado a la notoria carestía de la vida hace que los sueldos se desvaloricen, alcanzando cada vez menos.
