Tras casi tres meses de debate legislativo, AMLO y sus aliados, derrotan a la oposición de derecha en el Senado, quienes buscar declarar como inconstitucional el Plan B.
Viernes 24 de febrero de 2023
Desde el inicio del sexenio de López Obrador, ha habido una clara confrontación entre su gobierno y los cabecillas del Instituto Nacional Electoral (INE) encabezado por Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, quienes son respaldados por la oposición de derecha.
Dicha confrontación parece haber terminado en uno de sus más polémicos rounds, donde la 4T y sus aliados en el Congreso y en el Senado han aprobado el Plan B de la reforma electoral, misma que no pudo ser elevada a constitucional, lo que inicialmente suponía una derrota para el gobierno.
Sin embargo, hablemos un poco de qué significa esto.
¿Democracia y autoritarismo?: Los lugares comunes y las pocas verdades
A estas alturas del partido, es muy difícil defender que el INE sea un baluarte de la democracia, un ejemplo de legalidad y de rectitud. Los exorbitantes salarios de sus consejeros, sus antidemocráticas leyes para la participación política, la total inestabilidad laboral cada proceso electoral o incluso algunos fraudes, como el de 2006, dejan una importante lista de cuestionamientos para cualquiera que gane un salario común o que haya ejercido su derecho al voto.
Sin embargo, el plan del gobierno tampoco es una solución para los profundos problemas políticos y económicos que aquejan al país, de hecho, en última instancia, el famoso “Plan B” tiene tras de sí otra importante dosis de “austeridad republicana”, que con el discurso de ahorrar recursos a inicios de 2019 significó miles de despidos de trabajadores del sector público, que ojo, no eran parte de la casta privilegiada que vive del erario, sino, trabajadores comunes, con puestos eventuales, a los cuales se les borró de un plumazo.
Mientras el recorte al INE parece inevitable, con eso el fin de varios cientos de puestos laborales, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, a quienes lo que más les importa es la pérdida de ciertas prebendas, seguirán al frente del órgano electoral, aunque eso sí, un poco más limitados, cosa que ha causado la irá de los partidos de la oposición de derecha, quienes acusan de “autoritaria” la medida y que ya buscan que el Plan B sea declarado inconstitucional, y donde hasta ahora quieren evitar a toda costa que se aplique para los comicios del Estado de México y Coahuila, que celebran elecciones a gobernador este año.
2024: La carrera electoral y los fines políticos
La realidad es que esta pelea por “la democracia”, tiene tras de sí la importante carrera electoral del fin de sexenio, y las elecciones presidenciales de 2024.
La oposición por su parte prepara una movilización para el 26 de febrero, la consigna: “Defender al INE”. Mientras tanto el gobierno, sigue preparando la pelea para las elecciones a gobernador de este año, donde va a pelear los últimos bastiones priistas, y que se prevén como la introducción para el escenario político del próximo año.
La pelea del INE difícilmente tiene como ganadores a las grandes mayorías trabajadoras, mujeres, jóvenes e indígenas del país, sino que tras de sí trae quién gobernará el país hasta 2030. A quien se le entregan los recursos estratégicos, quien pone o no fábricas, a quien le concesionaron minas y bosques, mientras la carestía de la vida, a pesar de la relativa estabilidad económica, se sigue profundizando.
