Familiares y organizaciones sociales y políticas y de Derechos Humanos se movilizaron ayer por la tarde a la sede de los Tribunales Federales de Rosario en repudio a la resolución del juez Marcelo Bailaque, que sobreseyó a los cinco imputados en la causa por la desaparición y asesinato de Gerardo "Pichón" Escobar.
Jueves 18 de agosto de 2016 00:00
"Es lo que nos toca, salir otra vez reclamar lo que es justo, lo que se merece mi hermano, justicia". Con estas palabras comenzaba el discurso de Luciana Escobar en la movilización hacia Tribunales Federales que se realizó ayer en la ciudad de Rosario; uno más de los tantos discursos que dio en la lucha por justicia para su hermano Pichón. A pocos días de cumplirse un año de su desaparición y posterior fallecimiento, el juez Marcelo Bailaquedictó el sobreseimiento de los cinco imputados en la causa despertando la bronca y la impotencia de sus familiares y de todos los que vienen acompañando el pedido de justicia.
Bailaque, quien ya se había declarado incompetente en la causa de Franco Casco, dicta falta de mérito para los patovicas y policías imputados a pesar de la importante cantidad de material probatorio que ratificaba su participación en la muerte de Pichón. La resolución refiere, entre otras cosas, que nunca fue una desaparición forzada de persona; algunos fragmentos fueron expuestos por Luciana Escobar durante el acto. "En relacion al golpe de patada que tengo probado que Vivas- uno de los patovicas imputados- le propina a Escobar, corresponde señalar que la lesión que le provoca es de carácter leve", expone con cinismo.
En el marco de impunidad garantizado por el juez federal de la causa, lamentablemente algunos medios metieron la cuchara, como el diario La Capital, que puso su grano de arena y entrevistó a Cristian Vivas y Luis Alberto Noya, intentado mostrarlos como supuestas víctimas y hasta equiparándolos con la familia de Pichón.
"Teníamos el video donde se ve que mi hermano es perseguido por estas personas, teníamos el mensaje del conocido que salió esa noche con mi hermano y apuntó a Vivas, teníamos el testimonio de un detenido de la Comisaría Tercera que dijo haber visto como entraban a una persona en la madrugada del 14 de agosto, teníamos la comprobación de la autopsia que dice que mi hermano fue arrojado al río sin vida, que no fue un loquito drogado y alcoholizado que se tiró a nadar. Teníamos estas y tantas cosas y hoy no tenemos nada con este juez" fustigó Luciana.
El sabor amargo de empezar virtualmente de cero cubre con un manto lúgubre la ocasión "pero estamos enteros" asegura una vez más la hermana de Pichón, quien además agradeció el acompañamiento. Para conseguir justicia hay que seguir "y yo estoy acá para luchar hasta las últimas consecuencias para demostrarlo, porque no me va a frenar ni un juez, ni un policía, ni un patovica corrupto, por tantos pibes que mato la policía, como Franco, como Jonatan, como Ismael, como Brandon, como Luciano Arruga y como tantos más que se llevó esta policía corrupta" finalizó.
Las palabras de La Garganta Poderosa ilustraron en el final: "Cuando tres cagones trabajan de botones en la puerta de un local, cuando otros dos matones portan chapa y fierro legal, cuando la corrupción administra un bar, cuando desaparece Gerardo “Pichón” Escobar, cuando el silencio más tétrico grita en el diario, cuando opera el Comando Radioeléctrico de Rosario, cuando el rastreo telefónico indica un hogar, cuando resulta que el patovica vivía en ese lugar, cuando un policía burla su licencia psiquiátrica, cuando la comisaría dice que “la víctima caminaba de forma errática”, cuando sospechan que un muerto hizo lío, cuando su cuerpo aparece flotando en el río, cuando la Justicia no encuentra razones, cuando no hay agua adentro de sus pulmones, cuando el gobierno provincial protege a la mafia policial y cuando los pueblos luchan hasta el final, no hay suicidio, ni homicidio, ni maldición, ni emboscada, ni encerrona: hay una Desaparición Forzada de persona".