La represión policial volvió a teñir de violencia el fútbol mendocino. Durante el partido entre Godoy Cruz y Vélez, en el estadio Malvinas Argentinas, un brutal operativo dejó como saldo varios heridos, entre ellos Maximiliano Lucero, un hincha que recibió un disparo en la frente.
Lunes 25 de noviembre 16:53
El impacto lo dejó aturdido en el momento y debió ser trasladado a la Clínica de Cuyo, donde una tomografía confirmó que sufrió una fractura de cráneo y un hematoma severo. Los médicos le realizaron una sutura que requirió 12 y 15 puntos, internos y externos Desde el ataque, Maximiliano no puede dormir por los intensos mareos y dolores que lo aquejan, mientras los neurocirujanos evalúan si será necesaria una intervención quirúrgica.
Una represión que no es aislada
Este caso se suma a una larga lista de episodios de represión en los partidos de Godoy Cruz en los últimos años, donde la hinchada ha sido víctima de agresiones desmedidas por parte de las fuerzas de seguridad. Testigos habituales del estadio Malvinas Argentinas relatan que el abuso policial es una constante: disparos indiscriminados de balas de goma, arremetidas con caballos contra familias, y ataques dirigidos especialmente contra jóvenes.
Esta situación no solo evidencia un patrón de criminalización hacia las hinchadas, sino también una preocupante falta de control y protocolos por parte de las fuerzas de seguridad.
Un policía de la UMAR, bajo la lupa
La indignación creció cuando se conoció que un efectivo de la Unidad Motorizada de Acción Rápida (UMAR), involucrado en el operativo, realizó publicaciones en redes sociales que reflejan el desprecio con el que se aborda a los hinchas. Antes de los incidentes, este policía publicó “Maldito Tomba” y luego compartió un video donde arremetía con su moto contra un hincha, acompañado de la frase: “Mi humor de los domingos”.
Estas publicaciones no solo refuerzan la impunidad con la que actúan las fuerzas represivas, sino que también exponen la premeditación y el ensañamiento que muchas veces caracterizan estos operativos.
La violencia policial en Mendoza: ¿hasta cuándo?
El ataque a Maximiliano Lucero revive el recuerdo de otras víctimas de la represión policial en el fútbol mendocino. Uno de los casos más graves fue el asesinato de Lucas Carrasco, un joven hincha de Independiente Rivadavia baleado por la espalda en 2014 mientras intentaba escapar de un operativo represivo.
La represión en los estadios mendocinos se ha convertido en un patrón sistemático. Tanto la hinchada de Godoy Cruz como otras hinchadas locales han denunciado en repetidas ocasiones la brutalidad policial, especialmente en partidos de alta convocatoria. Lejos de ser hechos aislados, estas situaciones forman parte de un modelo represivo que criminaliza a los sectores populares y utiliza a las fuerzas de seguridad como herramientas de disciplinamiento social.
Exigimos justicia
Desde La Izquierda Diario, denunciamos esta nueva muestra de violencia estatal y exigimos:
• La identificación y sanción de los responsables materiales y políticos de los hechos.
• El fin de los operativos represivos en los estadios de Mendoza y la implementación de políticas de seguridad que prioricen la protección de los hinchas, especialmente de las familias.