Al otro día de haber retirado la repudiada estatua de Manuel Baquedano, el gobierno de Sebastián Piñera optó por copar de represión la plaza; desplegando cientos de efectivos de Fuerzas Especiales, incluyendo una tanqueta.
Sábado 13 de marzo de 2021
Menos de un día después de que se haya retirado la estatua de Manuel Baquedano, ampliamente cuestionado por su herencia de genocidio al pueblo Mapuche, el Gobierno determinó que el curso a seguir más acertado era el de convertir el lugar en una zona de guerra. No bastó con demostrar las inclinaciones políticas de la policía durante las últimas horas: al mismo tiempo que escoltaron el homenaje de los torturadores hacia su general, tomaron detenidos a manifestantes por actos tan inocuos como cargar un cartel.
Llamó la atención la masividad del despliegue: cientos de agentes a pie acompañados de carros lanza aguas, carros lanza gases, gran cantidad de retenes y buses, sin mencionar la tanqueta que se apostó en las inmediaciones del previo lugar de emplazamiento del monumento antes mencionado. Varias decenas de personas fueron detenidas, y otros cientos más fueron atacados duramente con el aparataje represor, se registraron ataques a transeúntes. Todo parte de la nueva escalada de violencia por parte de Piñera.
El profesor y candidato a constituyente por el distrito 9 de la lista de Trabajador@s Revolucionari@s, Gabriel Muñoz, expresa al respecto que "es brutal el despilfarro económico que significa para el Estado este tipo de maniobras, en medio de la segunda gran alza de casos durante la pandemia y con un sistema público colapsado, podemos observar claramente en dónde están puestas las prioridades del Poder Ejecutivo".
Además agrega que "son actos como estos los que demuestran el verdadero rol que tiene la policía: defensores y protectores del patrimonio de un estado patriarcal fundado por oligarcas y al servicio del poder de los grandes grupos económicos y sus partidos. Es importante exigir fuerte y claro ¡Ni un peso más para los pacos!"
