Entre el 15 y 26 de noviembre de 1994, se desarrolló la toma de mina, en la Unión 24 de Yacimientos Carboníferos Río Turbio. Fueron entre 300 o 400 mineros del carbón, quienes habían decidido entrar al oscuro socavón, atrincherarse en sus galerías, mientras afuera acampaban el resto de sus compañeros, en una ocupación total de la empresa minera. Era necesario enfrentar la concesión que se había otorgado al testaferro Sergio Taselli, con el respaldo el presidente Carlos Ménem y el gobernador Néstor Kirchner. Era parte de un plan nacional privatizador contra una fuerte resistencia obrera enfrentando el vaciamiento de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (ex Yacimientos Carboníferos Fiscales). El apoyo de toda la comunidad fue vital para expulsar a Taselli.
Sábado 5 de diciembre de 2020 20:52
Sergio Taselli asume la responsabilidad de Yacimientos Carboníferos Fiscales en julio de 1994. Cuatro meses después se desencadena la toma de mina, contra los ataques al convenio colectivo de trabajo, la tercerización y la devaluación del salario de las y los trabajadores del carbón. Pero más estratégicamente, era una pelea, que ya antes había comenzado contra los intentos de privatización durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Luego de la privatización de YCF, por parte del presidente Carlos Menem y el gobernador de Santa Cruz Néstor Kirchner, comenzaba una dura resistencia de las y los trabajadores del carbón, con la solidaridad docente, de estudiantes, trabajadores municipales, las mujeres en lucha y del resto de la comunidad.
Fue y sigue siendo una dura pelea por la sobrevivencia de una empresa que podría solucionar el problema energético de cuatro provincias patagónicas (así afirman hoy las y los trabajadores de YCRT), desarrollar la industria para no depender de la producción primaria a la que siempre estuvo atado el desarrollo económico de Santa Cruz. Pero eso nunca fue una prioridad para los gobiernos provinciales o nacionales, ya que sólo les interesó asumir las intervenciones como en YCRT, para una carrera que les permita escalar en la arena política y pegar un salto en cargos más cualitativos en ganancias monetarias y en esto no hubo diferencias entre el kirchnerismo, macrismo, radicalismo o el menemismo.
Quienes siempre dieron todo (hasta la vida misma) por el futuro de YCRT y la existencia de la cuenca carbonífera de Río Turbio, fueron los mineros, las mujeres en lucha y la comunidad que los acompaña.
Algunos de aquellos trabajadores que lucharon contra la privatización, aportaron sus testimonios y reflexiones sobre el pasado, presente y futuro de Río Turbio:
Oscar Aballay
Oscar Aballay nació en La Rioja y comenzó a trabajar en junio de 1977. Se jubiló en junio del 2013, con 36 años de servicio.
“Yo era delegado y estaba con el sindicato, porque en 1989 habíamos ganado la conducción gremial, con una la Lista Multicolor integrada por compañeros del MAS, PC, PO e independientes que eran de izquierda clasistas, habíamos derrotado a la Lista Verde que tenía de referente nacional a Víctor De Gennaro y a nivel local a Martín Sajama.
Teníamos un acuerdo, con principios de los cuales no podíamos apartarnos y hacíamos asambleas en interior de mina. Era terrible pelear contra la patronal y la burocracia sindical que estaba a nivel nacional. Eran capaces de venderte a la patronal y siempre estaban del lado del gobierno. Incluso habíamos viajado a Buenos Aires, para que tome conciencia la gente a nivel nacional de lo que ocurría en Río Turbio, que estaba olvidado en la Patagonia y allí se quedó haciendo huelga de hambre el compañero Ricardo Bordón, el compañero Luis González se quedó en Río Gallegos con la misma medida y yo hice lo mismo frente al Correo de Río Turbio. Allí nos quiso patotear gente de la municipalidad que estaba con el intendente Nelson Periotti.
Uno de los gremios que más nos acompañaba era el de los docentes, en la cuenca carbonífera y en Río Gallegos y militantes de izquierda en general. Todo lo contrario eran el gobernador Néstor Kirchner y Cristina Fernández que nos consideraban sus enemigos, porque apoyaban a Sergio Taselli en la intervención, de hecho había designado a Lorenzo Hernández como encargado de la Comisión Fiscalizadora, pero nunca se ocupó de controlar al interventor y más bien era cómplice de la patronal.
Entonces la toma mina se definió por asamblea. Pero no fue una propuesta del sindicato, porque salió desde las bases y eso hay que reconocerlo. En ése momento el interventor Sergio Taselli, nos estaba eliminando el convenio colectivo de trabajo a pesar de que recibía 22 millones 500 mil dólares en subsidios para pagar sueldos y él se quería quedar con todo ese dinero, justamente es por lo que le dio el cargo el presidente Menem. Ese fue el detonante de la toma de mina por el cuál fueron entre 300 o 400 los compañeros que se metieron en interior.
Tuvo que venir el gobernador Kirchner al interior de mina y se pegó un susto terrible, porque en el ingreso al socavón, los compañeros le hicieron una requisa, lo obligaron a que se ponga bien el casco, con la lámpara, el cinto y el buzo como corresponde por las normas de seguridad. Cuando accedió, empezamos a golpear los arcos de la mina y empezó a salir un montón de polvo, no se veía nada. Esa imagen la tengo retratada en mi mente, porque sólo se distinguía las luces de los cascos de los compañeros. Allí nos dijo que iba a intentar intermediar con el empresario, pero los compañeros le hicieron firmar un acta con el compromiso de lo que dijo, con las exigencias que no haya despidos, ni represalias.
Sergio Berni y el espionaje
Fue en ése momento que no sabemos como entró Sergio Berni en la toma, ni sabemos quién lo autorizó afuera. En un primer momento nos daba unas pastillas que supuestamente eran para que nos mantengamos tranquilos, pero sospechábamos que nos drogaba porque nos dormía. En un momento, un compañero descubrió que Berni se estaba comunicando afuera, por uno de los teléfonos de la galería y hablaba en inglés, cuando la mayoría estábamos durmiendo. Entonces organizamos una asamblea y votamos que se fuera del interior. Sospechábamos que era servicio de inteligencia, encima era del Ejercito Argentino. Tiempo después fue médico laboral de Sergio Taselli.
Conclusiones
Nosotros creamos una gran conciencia de lucha en los compañeros, muchos de ellos eran compañeros chilenos y muy pocos éramos argentinos. Yo cuando llegué a Río Turbio habían 5 mil compañeros y la mayoría venían de Chile. La mayor fuerza que tuvimos fue gracias a los compañeros docentes y a las mujeres en lucha. Los comercios nos garantizaban la comida durante la toma, porque parece que se veían obligados a aportar algo para la lucha. También recibíamos amenazas de muerte, quienes integrábamos el sindicato y cada vez que nos retirábamos del gremio, nos acompañábamos cada uno a su casa"
Pedro Álvarez
Pedro Álvarez también es de La Rioja y fue uno de los sobrevivientes de la tragedia del 14 de junio del 2004.
“Yo entré a trabajar en la empresa, en octubre de 1980 y me jubilé en el 2010, con 30 años de servicio.
Me fui para Río Turbio un poco antes de trabajar, con mi señora y con mis hijos chiquitos. Llegué en 1978 y pasé por un montón de cosas, como cuando uno llega a un lugar donde no conoce a nadie, era duro. Pero no me importaba, ya había estado preso por los milicos durante la dictadura militar, porque me interesaban los derechos individuales y colectivos de los trabajadores.
Había nevadas grandísimas en esa época. En la empresa era muy difícil trabajar, porque no existía la tecnología que hay ahora. Se trabajaba con puntales de madera y con vigas y después llegaron los equipos marchantes, que facilitaban la labor dentro de mina. Al poco tiempo, como me gustaba hacerme amigo de los compañeros, salí elegido como delegado del sector.
Con el compañero Ricardo Bordón ganamos dos elecciones sindicales en ATE. Creo que hicimos como 225 luchas, hasta que en 1994 se concesiona la empresa, mediante la ley 224696, de reforma del Estado. En ese entonces estaba el presidente Menem y resulta que hoy es senador vitalicio, lo cual es una aberración y una vergüenza nacional.
La empresa fue entregada a un amigo de él (Sergio Taselli) y los políticos de la cuenca carbonífera trataban de convencer a la comunidad que se privatizaba o se cerraba la empresa.
Nos hicieron sufrir por varios meses y el intendente Pérez Osuna, nos prometió que controlarían al concesionario.
Llegó Sergio Taselli, que era un empresario chatarrero desde Buenos Aires. Le dieron fondos para pagar el sueldo de 1400 trabajadores, la tonelada de carbón subsidiada a 63 dólares, cuando en el mercado internacional estaba a 22 dólares. Sin embargo, Taselli redujo al personal a 700 trabajadores, pero seguía recibiendo fondos para 1400 compañeros.
Entonces en la toma de mina de 1994, estuvimos tres meses sin cobrar nuestro sueldo y el gobernado Néstor Kirchner, en vez de presionar a Taselli para que cumpla con sus obligaciones, lo que hizo fue emitir una cuasi moneda lecop, que cuando comprábamos en un almacén, valía menos. Por suerte nos ayudaban los compañeros docentes, con alimentos que llevaban a mi casa y eso lo voy a agradecer toda la vida. Había mucha hermandad entre los sindicatos y era muy fuerte.
Los reclamos de los compañeros que tomaron la mina, era de un aumento de 100 pesos, de los cuales nos dieron 50 pesos de aumento y los otros 50 quedaban sujetos a futuras negociaciones, pero nunca más lo cobramos. Además se perdió el acta firmada con el empresario.
Un grupo de compañeros nos habíamos organizado para recorrer las estancias de la zona y pedir colectas para la huelga. Eso era necesario, porque había que alimentar a más de 300 compañeros. Algunas estancias colaboraron, pero solamente las estancias más pequeñas y las grandes nos sacaron a patadas. Pero aún así, logramos mantener a los compañeros en los 11 días que duró la huelga.
El juez Gerardo Caamaño de Río Gallegos en ese momento, ordenó que se corte la ventilación en el interior del socavón. Pero los compañeros nuestros estaban controlando el sistema de ventilación y no acataron la orden, ya que era una medida criminal contra los compañeros que estaban en el interior del socavón. Incluso el obispo de la iglesia nos decían que debíamos reflexionar por la medida de fuerza, para que levantemos la toma.
El gobernador Kirchner
Néstor Kirchner llegó a la toma de mina a la noche y lo hicieron espera hasta el otro día. Había mucha gente que se indignaba porque lo hicimos esperar al gobernador toda la noche, pero nosotros priorizamos que los compañeros que estaban adentro descansando, durmiendo y además sacrificaban su vida por nosotros y la comunidad.
Sergio Berni es expulsado
A los nueve días de estar tomada la mina, llegó el compañero Ángel González desde Río Gallegos y como había asambleas permanentes en el interior de mina, denunció a Sergio Berni, que estaba pasando información, como servicio de inteligencia. Berni había llegado como médico, para colaborar con los mineros para que hagan ejercicios. Había compañeros que no la estaban pasando bien, se deprimían y él aprovechaba con su profesión de médico para estar adentro. Pero cuando fue denunciado como servicio y se votó en asamblea que se tenía que ir desapareció. Sigue siendo lo mismo hoy, un golpista y represor.
Esa lucha y otras como cuando tomamos la cámara de diputados de Santa Cruz en el 2001 ingresando al recinto, los diputados que respondían a Néstor Kirchner nos felicitaban, pero cuando salieron, nos hicieron una denuncia en el juzgado de Río Gallegos. También lamentablemente en la cuenca carbonífera había gente que juntaba firmas en contra nuestra. Uno de los que organizaba era Matías Mazú, cuestionando la toma de la cámara de diputados que habíamos realizado en contra del gobernador Kirchner.
Nosotros planteábamos con el compañero Coñoecar, que el futuro de la mina, era la construcción de una Mega Usina y también de una carboeléctrica química. Los peronistas nos criticaban porque nosotros éramos de izquierda (yo militaba en el Partido Comunista con el compañero Coñoecar) y pensábamos más en Rusia, que en Argentina. Pero resulta que después, el presidente Kirchner mandó a construir una Mega Usina, pero era una idea nuestra, del compañero Coñoecar, de Bordón, Aballay, Armella, Díaz y otros compañeros.
Conclusiones
La columna vertebral de la cuenca carbonífera es la empresa y una salida fuerte puede ser la Mega Usina, como lo planteamos históricamente. El peor negocio que hizo el Estado nacional a través de todos los gobiernos sucesivos, era llevar el carbón a la provincia de Buenos Aires, porque pierde calorías en el trayecto. Pero si se utilizara el carbón en una usina, cerca de la mina, podría vender y generar energía eléctrica. Incluso se podría desarrollar un parque industrial, aprovechando los bajos costos de la energía eléctrica. Entonces la cuenca carbonífera sería un lugar donde la gente tenga una fuente laboral estable y no tenga que migrar. Nosotros consideramos que la economía debe ponerse al servicio de la gente y no al revés como hacen los políticos, pero como son mezquinos y no quieren ver a un trabajador que viva bien, que mantenga a su familia en condiciones dignas"
Ramón Páez
Ramón Paez también nació en La Rioja y trabajó desde 1971 hasta el 2012, con 41 años de servicio.
“Al principio, cuando ingresé a trabajar en la empresa, me daba miedo entrar a la mina, porque te explicaban un poco, te deban el casco y el cinturón para entrar y listo. Trabajé dos meses hasta que me accidenté y me mandaron a otro sector de los talleres, en la superficie.
Los últimos 20 años de servicio, volví a trabajar en la mina y fue en la peor época, cuando estaba concesionada por Taselli. Sin embargo, le tuve tanto cariño al interior, que si me sacaban en ese momento, me moría. Ya tenía tantos compañeros conocidos y amigos y era otra diferente a cuando empecé a trabajar.
Creo que la lucha de los trabajadores del carbón habría que dividirla en dos partes. Una parte fue la lucha antes de la toma de mina de 1994 y otra parte después de la toma. Para mí, la toma de la Unión 24, fue el principio de la resistencia de los trabajadores, aunque hubo otras acciones de lucha, como en 1987, donde conseguimos las 40 horas de trabajo semanales, luego de 43 días de paro.
Pero en los años 90, comenzaron las reformas del Estado, la reforma laboral, que crearon todo tipo de contratos basuras y esos contratos utilizaba SergioTaselli en la empresa. Nunca podías conseguir la estabilidad laboral así.
Nuestra empresa quedó sujeta a privatización y se la entregan a Taselli, con una suma de 22 millones 500 mil dólares. Nosotros en aquel momento éramos 1331 trabajadores. Yo trabajaba en el sector de bobinaje, en los talleres de superficie. Pero nos obligaban a trabajar en interior de mina. Resistimos 22 días y éramos 160 trabajadores que manteníamos las herramientas, pero con las presiones que sufríamos tan sólo quedamos 20 compañeros.
Por eso, el 15 de noviembre de 1994, fue el punta pié de la resistencia y se metieron los compañeros en el interior de la mina, para resistir durante once días. Los reclamos eran mejoras salariales de 100 pesos al básico, de lo cual sólo conseguimos 50 pesos y el resto, nunca lo conseguimos, y tampoco apareció el acta de acuerdo con la empresa.
Teníamos a todo el pueblo acompañando la medida de fuerza, de hecho, hacíamos asambleas con los compañeros, los vecinos y las mujeres en lucha, todos participaban. Con el tiempo que pasó, creo que hubiéramos exigido que se vaya Taselli de la empresa. Es que venía a destruir la empresa
Yo estaba afuera durante la lucha en la Unión 24 y con un grupo de compañeros organizábamos la seguridad, controlar a los medios de comunicación que llegaban o si algún compañero salía del interior de mina descompuesto, lo custodiábamos para que nadie lo moleste.
Los docentes, los trabajadores municipales y empleados del comercio se solidarizaron con nosotros, con casi todo el pueblo, nos acompañaba. Las juntas vecinales también estaban con nosotros, pero quienes más estuvieron fueron los docentes. Eso fue algo inolvidable, más allá de las diferencias que tengamos con los compañeros maestros.
Durante la toma de 1994, pedíamos aumento salarial, pero en la siguiente toma de 1998, decíamos “Fuera Taselli”, salvar la empresa, pero tenía de cómplices al gobierno, a la burocracia sindical y habían políticos que nos decían que era una utopía que se pueda ir. Con la lucha que dimos, tardamos 7 años en que logremos expulsar a Taselli y eso fue gracias a los trabajadores.
El gobierno provincial
El gobierno de Néstor Kirchner, como siempre, se lavaba las manos. Recuerdo que Kirchner llegó a la noche a la toma y quiso entrar, decir algo para después irse. Pero nosotros que estábamos en seguridad, lo llevamos al sector del palomar. Creo que fue su peor momento, estaba temblando. Cuando habló en la asamblea del pueblo, nadie lo insultó, pero tampoco lo aplaudieron. Adentro fue y habló también, estaba blanco como una hoja de papel, por el miedo. Creo que fue lo peor que le pasó, recibir el silencio de la gente.
Conclusiones
Hoy creo que estamos corriendo el mismo peligro que en esos años, porque no se está cumpliendo con las resoluciones del cuarto congreso del carbón del 2013. En aquel Congreso decidimos que se creara una empresa Carboeléctrica Estatal. Pero ahora quieren presentarnos una Empresa Sociedad del Estado, con muchas falencias, donde dice que tendremos acciones. Pero nosotros somos trabajadores y no podemos ser accionistas.
Antes, en el primer Congreso del Carbón del 2001 habíamos votado una Carboeléctrica Estatal bajo gestión de los trabajadores y ése Congreso fue el mejor, donde participaron todos los trabajadores, incluso ATE Provincial y Nacional con sus firmas incluidas, aunque después no lo reconocieron.
Lamentablemente hoy tenemos a la empresa sin la figura legal, además de que podría ser una empresa autosustentable. Es que nada se va a conseguir, si no es con la movilización de la gente.
Creo que el verdadero triunfo nuestro, va a ser cuando esté funcionando la Mega Usina, produciendo energía como queríamos nosotros"
Ricardo Bordón
Ricardo Bordón nació en Río Turbio e ingresó a la empresa en 1980. Tiene más de 40 años de trabajo en la empresa y es uno de los principales referentes actuales de la lucha minera.
“Yo en ese momento estaba en la comisión directiva de ATE Río Turbio, era la época del gobierno menemista, en su pleno apogeo.
Menem seguía la continuidad de una política de achicar a la empresa, incluso con la privatización, que ya había comenzado con el gobierno de Raúl Alfonsín y la UCR. La empresa tenía los Servicios Públicos y se lo entregan a la municipalidad.
Había todo un proceso de lucha desde la década de los setentas, con un contexto internacional basado en el modelo neoliberal. Ese modelo atacaba las fuentes de trabajo, pero especialmente a las minas de carbón como las luchas heroicas de los mineros en España, donde cerraron centenares de minas y las luchas históricas de los mineros ingleses con más de un año de huelga contra los planes de Margaret Thatcher. Hay que agregar también a los enfrentamientos de los mineros alemanes donde prácticamente cerraron las minas de carbón. Esos ataques que estaban ocurriendo, nosotros en el sindicato lo estábamos siguiendo o analizando con los compañeros.
Con el triunfo de Menem, luego del golpe económico a Alfonsín, con la hiperinflación, yo participaba en la junta vecinal de mi barrio y recuerdo que había mucha hambre. Llega Menem a hacer campaña electoral en la cuenca carbonífera, con la promesa del salariazo y la revolución productiva y que la empresa se pondría en marcha con plena producción. Pero después se demostró que era otra su política y se sabía del posible cierre o la privatización de YCF.
En contra de esos planes comenzamos las huelgas de hambre en Buenos Aires, Río Gallegos y Río Turbio. En aquellas luchas, nos acompañaron los docentes. También hubo ocupaciones de las municipalidades de la cuenca carbonífera con movilizaciones y fue previo a la toma de mina de 1994.
La empresa se concesiona (logramos que no se privatice) y la toma Taselli, que era una triste figura debido a que era un liquidador, como lo hizo en Altos Hornos Zapla de Jujuy o lo que ocurrió con Parmalat (empresa láctea), también tuvo el Frigorífico Santa Elena en Entre Ríos y también tenía negocios con el kirchnerismo.
Había firmado un convenio con el que se le daba 25 millones de dólares y mantenía la venta carbón a la Central de San Nicolás. Pero lo que hizo fue quedarse con ese dinero, no invertir en la empresa y achicarla. Pauperizó los sectores de trabajo, las condiciones de trabajo de los compañeros, con sueldos bajos y mucha inseguridad laboral. Hubo retiros voluntarios antes, como una preparación a la llegada de Taselli.
Llega 1994 y un grupo de compañeros toman la mina y nosotros creíamos que no era el momento de hacer, que había que prepararlo de otra manera, pero acompañamos la decisión de las bases. Hubo de hecho un paro comunitario y toda la población se sumo a respaldar la toma. Había carpas instaladas en Mina 3.
Los compañeros pedían 100 pesos al básico, a lo que nosotros le planteábamos que además había que exigir la defensa de la empresa y que se vaya Taselli, para luego ir camino a un Congreso del Carbón.
Yo pude participar una reunión en Buenos Aires, donde se realizaba la negociación y allí De Gennaro (secretario general de ATE Nacional en aquel momento) tuvo una actitud nefasta conmigo en el ministerio y delante de la patronal. Había viajado con el mandato votado por los compañeros dentro de mina del cual me mantuve firme, pero él no respetó el mandato e hicieron una maniobra, me tiró el acta de los compañeros en la cara. De Gennaro quería levantar la medida de fuerza, porque su política era crear pequeños focos de conflictos, pero cuando se desmadraban lo apagaban ellos mismos. Aislaba las luchas y nunca las unificaba, que es lo mismo que hace ATE Nacional y la Verde actualmente hace 36 años.
Luego de la lucha de 1994, Taselli generaba una explotación terrible a los compañeros, con la tercerización de varios frentes de producción, incluso llegando a trabajar con convenios de la UOCRA, que no correspondían. Es el momento en que muere un compañero que se llamaba Oscar Reynoso (1996), bajo esas condiciones. Era la falta de control y negligencia que también llevo a generar la tragedia de los 14 compañeros que murieron en el 2004.
Nosotros lo echamos a Taselli, con toma de la cámara de diputados del 2001, las tomas de la mina de 1998 y 2001, los Congresos del Carbón y las asambleas las comunitarias, las 7 marchas a la casa de gobierno de Río Gallegos a pesar de que Krirchner nunca nos recibía. Lo que pasa es que Kirchner estaba contento porque Domingo Cavallo dijo que era su mejor alumno durante el menemismo.
Conclusiones
Creo que tenemos que ir a un V Congreso del Carbón, haciendo un planteo de que empresa queremos y con que pueblo queremos, porque esto no lo está haciendo este gobierno nacional, provincial o local, a ellos les gusta hablar de gestión, pero no les gusta discutir de política de Estado o que país queremos, eso no lo van a discutir.
A nosotros no están sacando de esa discusión, a pesar de que nosotros luchamos por la figura jurídica de la empresa. Yo no quiero hablar de la nostalgia de la lucha, porque habría que discutir sobre que tipo de empresa, que tipo de Estado y que país queremos. De lo contrario nuestro futuro puede volver a ser una privatización, o una figura jurídica que permita la privatización de algunos sectores de la empresa. Esto ya lo discutíamos en la década del ochenta"
Ernesto Zippo
Familiar de mineros de Río Turbio, provincia de Santa Cruz.