Juana Galarraga @Juana_Galarraga
Jueves 11 de mayo de 2017
El abandono del cargo de jefe de la Policía Bonaerense, por parte del comisario general Pablo Bressi, generó múltiples especulaciones. El martes por la tarde, ni bien transcendió la noticia, los medios masivos de comunicación se hicieron eco de distintas versiones. Por un lado están quienes afirmaron que Bressi fue echado por la gobernadora Vidal y por otro, quienes reproducen la versión oficial que afirma que el comisario renunció por su propia cuenta.
Ayer, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, negó que el comisario general Pablo Bressi haya sido desplazado por María Eugenia Vidal. "Se alejó por motivos personales", explicó y agregó que "el funcionario presentó su retiro a través de una carta y se alejó por motivos personales y profesionales como él mismo lo expresó".
Te puede interesar: Bressi, jefe de la Bonaerense, "pidió" a Vidal su retiro y lo sucede Perroni
Previo a ingresar a una reunión de gabinete provincial, Ritondo recordó que Bressi "tenía 38 años en la Policía, ingresó al Liceo Policial cuando tenía 12 años" y "toda su vida estuvo dedicada a la institución". Para embellecer más aun al jefe policial, Ritondo sostuvo que no tiene ninguna causa judicial. "Las denuncias presentadas fueron rechazadas in limine por la Justicia de La Plata", argumentó.
Vale recordar que el año pasado la diputada nacional Elisa Carrió lo vinculó con bandas del narcotráfico. A pesar de esto la gobernadora lo sostuvo en el cargo. Este cruce entre Vidal y Carrió en torno a Bressi, sería uno de los motivos por los que la gobernadora no quería a la diputada como candidata en territorio bonaerense para los próximos comicios.
Más información: ¿Quién es Pablo Bressi?
Según la gencia DyN, contrario a la versión oficial que salió a apuntalar Ritondo, voceros de la gobernación señalaron que el alejamiento se debe a que "se necesitaba un cambio de cúpula para esta segunda etapa" que está encarando Vidal en la Policía.
Historial de Perroni
El reemplazante de Bressi será el segundo de la fuerza, el comisario general Rubén Fabián Perroni, de 52 años. Su nombramiento será anunciado el viernes en un acto en el Ministerio de Seguridad bonaerense.
Formado en el Liceo Policial y compañero de promoción de Bressi, en los ‘90 se desempeñó en la comisaría Novena de La Plata y más tarde en la División Delitos Económicos de la Policía bonaerense.
Perroni estuvo a cargo del "Operativo Sol" en la última temporada veraniega en la Costa Atlántica. Según Ritondo este "fue el operativo sol más exitoso de la historia". Sin embargo, no todo son buenos antecedentes para Perroni. Ya desde sus primeros años como oficial, en 1997, fue imputado en una causa por torturas en la que se lo investigó cuando ejercía funciones en la comisaría Novena de La Plata.
En 2006 se asentó en Lomas de Zamora, primero al frente de la comisaría Cuarta y en 2009, como jefe de Policía de Seguridad de Lomas de Zamora Norte.
En abril de 2010, fue designado director de la DDI de Mar del Plata, cargo que mantuvo hasta febrero de 2012, cuando se lo nombró al frente de la Jefatura Departamental de esa ciudad balnearia. Aquí, su gestión sólo se extendió por cuatro meses. Según versiones periodísticas, su pronta salida habría tenido que ver con roces con el intendente de ese entonces, Gustavo Pulti.
En junio de 2012, recaló en la Jefatura Departamental de Almirante Brown. En 2013, se desempeñó como titular de la Departamental San Isidro. En noviembre de 2013, fue trasladado a la Departamental Lanús por disposición del entonces ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados. Sin embargo, aquí tampoco llegó a cumplir un año al mando. Perroni renunció a su cargo en junio de 2014, sin dar explicaciones por su decisión. Según voceros de la jefatura en aquel momento, su apartamiento del cargo se debió supuestamente, a cuestiones personales. El aumento de los índices delictivos habría sido una de las razones que trascendieron respecto de su salida de Lanús, además de denuncias que nunca pudieron ser esclarecidas, que lo vinculaban a causas criminales.
En 2015 desembarcó como interventor de la flamante Departamental Luján-Rodríguez, surgida de la última reestructuración de la fuerza. Hacia fines de ese año, fue nombrado como segundo de Pablo Bressi en la fuerza.
Como número dos de la Policía Bonaerense, Perroni declaró bienes por más de un millón de pesos. El comisario declaró una propiedad en La Plata valuada en $ 444.620, un auto de casi $200 mil y ahorros por $ 300 mil. Cobraba, en su cargo saliente, un salario de $ 37.230.
En la mira
Vidal ha hecho del "combate a las mafias" una de sus banderas para hacer demagogia frente a la población del territorio provincial. Como muestra de esto, recientemente anunció un programa para realizar exámenes toxicológicos a funcionarios del ministerio de Seguridad y a los efectivos de la Policía de la provincia para detectar el consumo de drogas legales e ilegales. Intenta mostrarse firme ante la indomable y maldita bonaerense, que más seguido de lo que quisiera, le marca la cancha y la agenda.
Leé también: Corrupción en la Bonaerense: detienen a comisario con coima de 189 mil pesos
Para desventura de Vidal, desde hace un tiempo la Bonaerense está en el centro de la escena por diferentes motivos. Ayer mismo se conoció que el comisario Alberto Miranda fue detenido en Villa Tesei cuando llevaba con él 189 mil pesos .
El escándalo desatado por las denuncias del fiscal Fernando Cartasegna también recayó sobre la fuerza policial. El fiscal fue agredido, según denunció, en más de una oportunidad. Su fiscalía, la UFI 4, tiene a cargo una derivación de la “causa de los sobres” en las que fueron imputados por coimas comisarios jefes departamentales.
Podés ver: Misterio (público) fiscal
La conmoción social por el femicidio de Araceli Fulles, se vio agravada por el encubrimiento policial y judicial que quedó más que en evidencia. Efectivos de la Bonaerense habían colaborado activamente con los acusados y entorpecieron la búsqueda de la joven.
Más información: Caso Araceli Fulles: la trama de “errores” y complicidades detrás del crimen