Mientras los salarios de los trabajadores no llegan a cubrir la canasta básica y el sistema de salud bonaerense colapsa, Vidal destina millones a sus asesores electorales y se aumenta el sueldo.
Miércoles 18 de enero de 2017 10:52
Hace más de 15 años que la salud pública de la provincia de Buenos Aires está siendo atacada. El colapso del sistema parece no tener una solución favorable para quienes asisten y trabajan en los hospitales bonaerenses.
El punto máximo de esta destrucción se dio con el veto de María Eugenia Vidal al pase de 5000 promotores de la salud a planta permanente y con la entrada de empresas privadas para los servicios de limpieza, dejando sin estabilidad laboral a los trabajadores del sector.
La revolución en la salud sin alegría
Diariamente dejan de funcionar ascensores, techos y paredes que se caen a pedazos, hay humedad por doquier. Ni hablar de la falta de materiales descartables para cirugías, insumos y medicamentos.
Tanto los trabajadores como los miles de pacientes que asisten a los hospitales cotidianamente sienten que debería haber una atención de calidad. Sin embargo, solo reciben una respuesta violenta del perverso sistema de salud que Cambiemos quiere privatizar.
A partir del anuncio que hizo el presidente Mauricio Macri sobre los 25 mil millones de pesos que destinará a la provincia, cabe preguntarse si algo de ese dinero irá a los hospitales para los cuales prometió inversión hace ya más de un año.
Diariamente los hospitales deben cerrar servicios y quirófanos por falta de recursos. A esto hay que sumar las pésimas condiciones de trabajo y falta de personal.
A pesar de los reclamos, la provincia dice no tener recursos para sostener la salud pública y nombrar personal en planta permanente, pero contrata empresas tercerizadas para que brinden el servicio de limpieza.
Esta medida no resuelve los problemas de fondo que padece la salud pública sino que los agrava aún más, flexibilizando y precarizando las condiciones laborales además de poner en peligro los puestos de trabajo de aquellos que aún no están en planta permanente.
Nueva ley con trabajadores precarizados
La gobernadora María Eugenia Vidal promulgó una ley que crea la figura de “Promotor Comunitario de la Salud”, pero vetó artículos claves que disponían el pase a planta permanente de esos trabajadores dentro del régimen estatal de la ley 10.430.
La función del promotor, según la ley, es promover la atención sanitaria en los barrios. Entre sus tareas están “conocer y difundir los programas municipales, provinciales o nacionales sobre su área territorial de acción, recomendar respecto de la consulta y atención sanitaria y lograr la concurrencia a los centros de salud”.
Esto permitiría reforzar la atención primaria y descongestionar los hospitales generales, previniendo enfermedades. Sin embargo, Vidal vetó artículos de esta normativa relacionados con el encuadre laboral y la estabilidad de los promotores.
En concreto, observó el artículo 6° que explicitaba que el promotor ocuparía “un cargo correspondiente al de planta permanente del Ministerio de Salud de la provincia” y el 7°, que fijaba que “deberá encuadrarse dentro del Agrupamiento Personal Técnico” previsto en la ley 10.430 que regula el empleo público en la provincia.
María Eugenia Vidal deja sin estabilidad laboral a 5000 trabajadores y mantiene a la mayoría de los estatales con salarios que no cubren la canasta básica, pero no le tiembla el pulso para acrecentar su propio sueldo que asciende a más de 500 mil pesos.
Ante esta situación, donde se multiplican los ataques del gobierno, es necesaria la unidad entre trabajadores y la comunidad que asiste a la salud pública, coordinando acciones con el conjunto de los estatales para enfrentar los distintos planes de ajuste que viene implementando el gobierno.
Los trabajadores son quienes sostienen diariamente cada puesto de trabajo. Defendamos en las calles cada ataque y luchemos por conquistar nuestros derechos.