La Alianza, a petición del Estado español, ha incluido, junto con Oriente Medio y el norte de África, a la región del Sahel, como regiones con potencial "desestabilizador", especialmente por los flujos migratorios, a los que se podrá frenar con la fuerza militar de la Alianza.
Miércoles 29 de junio de 2022
MADRID, 29/06/2022.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), su homólogo de Francia, Emmanuel Macron (i), y el presidente de la Consejo Europeo, Charles Michel (2-i), antes de la cena que el jefe del ejecutivo español ofrece a los jefes de Estado y jefes de Gobierno que participan en la cumbre de la OTAN, este miércoles en el Museo del Prado, en Madrid. EFE/Brais Lorenzo
Tal y como pretendía el Gobierno del PSOE-UP, la OTAN ha aprobado en el Concepto Estratégico, un documento político que pretende establecer las bases de la actuación de la alianza militar imperialista de cara a los próximos diez años, la inclusión de Ceuta y Melilla—enclaves coloniales españoles en el norte de África— en sus límites geográficos de actuación para blindar así lo que denominan “flanco sur” haciendo uso de su característica retórica militarista en una transparente declaración de intenciones.
Ambas ciudades africanas se encontraban, hasta ahora, fuera de los términos “defensivos” del tratado que rige el funcionamiento de la OTAN, debido a la situación de tensión entre los intereses del imperialismo español y Marruecos—país que goza de una buena relación con EEUU—.
Sin embargo, con Marruecos actuando como el cancerbero de la frontera europea gracias a que el gobierno “progresista” ha utilizado el Sáhara como moneda de cambio, se ha avanzado un paso más en la construcción de la Europa-fortaleza.
La Alianza, a petición del Estado español, ha incluido, junto con Oriente Medio y el norte de África, a la región del Sahel—zona que comprende una decena de países, como Mauritania, Senegal, Níger o Malí, entre otros—como una fuente de “conflicto, fragilidad e inestabilidad” que “afecta directamente a la seguridad de la OTAN y sus aliados”, haciendo mención a que la región sería “terreno fértil para la proliferación de grupos armados y organizaciones terroristas”.
Así pues, la situación de estos territorios, añade el documento aprobado hoy en la Cumbre, puede dar lugar a “interferencias desestabilizadoras por parte de competidores estratégicos”, entre las que se encuentran los ataques informáticos, la desinformación, la coerción económica y ahora también la inmigración, al mismo nivel que las anteriores.
De esta forma, no solo se afianza el blindaje de las fronteras, sino que se considera a la inmigración como una posible herramienta desestabilizadora más al servicio de la “guerra híbrida” coincidiendo con el pronóstico de un horizonte marcado por un aumento de los flujos migratorios, en especial provenientes de África, a causa de hambrunas inminentes.
Una vez más, el imperialismo norteamericano, europeo y español, al tiempo que va dejando un reguero de sangre y miseria allá por donde pasa con sus guerras, sanciones y el expolio sistemático de recursos por parte de sus multinacionales, orquestan planes militares para contener los movimientos migratorios que ellos mismos han generado a golpe de violaciones sistemáticas de los derechos humanos.
Este punto aprobado hoy en la Cumbre pretende servir como advertencia disciplinaria para los gobiernos de los países limítrofes con Europa en general, y para los norteafricanos en particular: si no desempeñan correctamente su labor como gendarmes de la “fortaleza” europea, podría considerarse que están atacando a uno de los países de la Alianza, lo que justificaría una intervención militar de la OTAN en ese país fronterizo.
La valoración global de la Moncloa con respecto al renovado plan estratégico de la OTAN, así como a la celebración de la cumbre en Madrid, es muy positiva. El gobierno más progresista de la historia está “no solo muy satisfecho, sino orgulloso” de que se haya considerado a la inmigración como una “amenaza híbrida”, igual que hace unos días Pedro Sánchez, con el silencio cómplice de UP, sentía “orgullo” de la actuación de la Gendarmería marroquí, en colaboración con la policía española, que causó decenas de muertos y centenares de heridos en la frontera con Melilla haciendo gala del mismo argumentario racista que esgrime la extrema derecha en contra de la inmigración.
Este tipo de actuaciones hacen más patente aún la necesidad de construir una alternativa política que enfrente abiertamente al imperialismo norteamericano, europeo y al del propio gobierno español, exigiendo la ruptura de todos los pactos con la UE y la OTAN y la retirada de todas las empresas españolas de los territorios en los que contribuyen al expolio de recursos y condenando a la miseria a su población, a la que luego esos mismos Estados imperialistas pretenden despojar de todos sus derechos cuando se ve obligada a migrar.