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Red Internacional
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Copa América. Selección Argentina, bicampeona de América con un dramático 1-0 ante Colombia

Con gol de Lautaro en el alargue, la Scaloneta se consagró nuevamente. En el partido final de Di María y con Messi lesionado, el equipo cumplió con esfuerzo ante el mejor seleccionado del torneo.

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Lunes 15 de julio 02:18

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En un partido durísimo, parejo, como una velada de boxeo con dos pugilistas que intercambiaban golpe por golpe, el seleccionado albiceleste logró retener su título de campeón de América y con esta Copa se consagra además como el máximo ganador en la historia de esta competencia continental, con 16 ganadas.

Con un equipo de Colombia que dejó una mejor imagen en el primer tiempo, cuando dominaba la pelota y por momentos obligaba al equipo de Scaloni a refugiarse demasiado en el fondo, con una Selección Argentina que mejoró en el segundo tiempo de la mano del equilibrio que aportaban en el medio Alexis MacAllister y Enzo Fernández junto al incansable despliegue de De Paul y la solidez de Montiel en el fondo. Pero sonaron las alarmas con la lesión del capitán, que ya sobre el final de la primera etapa había recibido un fuerte golpe en el tobillo pero que no pudo resistir un aparente desgarro a la mitad del complemento. Y ahí el equipo tomó la posta: cada uno se focalizó en demostrarle a Messi que el conjunto iba a balancear su ausencia y que no le iban a fallar ni a él ni al Fideo Di María (otro de gran actuación) en su partido despedida de la Selección. Y crecieron las figuras del Cuti Romero, Tagliafico y el Dibu Martínez contagiando siempre seguridad. En el alargue, cuando todo indicaba que el agotamiento físico podría perjudicar más al equipo argentino que a los de Néstor Lorenzo, los cambios dispuestos por Lionel Scaloni fueron determinantes: los ingresos de Lisandro Paredes, Giovanni Lo Celso y Lautaro Martínez (realizados en un mismo movimiento), fueron los que tejieron el desequilibrio. En el arranque de la segunda parte del alargue, una recuperación fabulosa de Paredes llegó a los pies de Lo Celso que metió un pase maradoniano para Lautaro, el goleador implacable de este torneo. El arquero Vargas se encontró con la pelota encima en el mano a mano y no pudo detener el bombazo. Fue el 1-0 definitivo.

Le quedaba poco tiempo a Colombia para revertir la adversidad en un partido que fue bastante menos abierto de lo que prometía, pese a que cada uno tuvo sus aproximaciones al arco rival. Pero pesó más la experiencia de Argentina que la calidad de una Selección que desde lo futbolístico se puede afirmar que fue la mejor de un torneo en el que superó dos veces a Brasil y dejó en el camino sin objeciones a Uruguay, nada menos. Pero la Scaloneta es un justo campeón: salvo en el partido contra Ecuador, siempre terminó mejor que sus rivales, nunca estuvo en desventaja y -gracias a un gigante Dibu- solamente recibió un gol en contra.

Cabe destacar que el partido terminó muy tarde porque empezó con un notable retraso por casi una hora de problemas organizativos en el ingreso, con retenes policiales impidiendo el ingreso luego de que se les zafaron algunos colados, maltratos tanto contra hinchas de Argentina como -especialmente- de Colombia, situación que desató una lluvia de cuestionamientos al país anfitrión, Estados Unidos, que en menos de dos años tiene un desafío superior con la Copa del Mundo 2026. No estuvo a la altura ni por sus estadios, ni por la saturación de presencia publicitaria hasta en los rincones más insólitos (la mayoría de las sedes llevaban nombres de marcas), y como demostraron estos incidentes y los altercados en la semifinal Colombia-Uruguay tampoco en aspectos generales de la organización. Ni que hablar del momento show business innecesario de un show estilo Super Bowl de Shakira en el entretiempo que por primera vez en la historia fue de más de 15 minutos (superó los 20) con la anuencia de Conmebol. El negocio antes que el espíritu deportivo, la impronta que le pusieron Alejandro Domínguez y toda la dirigencia de la entidad del fútbol sudamericano.

Este título habilita a la Selección de disputar el año próximo el torneo llamado Finalissima contra el flamante campeón europeo, el seleccionado español que este domingo derrotó a Inglaterra por 2-1 con una brillante actuación de sus juveniles hijos de inmigrantes. Pero ya habrá tiempo de pensar en ese partido; por el momento, a disfrutar de nuevo estar en la cima de América.