La administración de Obama ha deportado a casi 2 millones de personas desde que este asumió su cargo en 2009.
Martes 25 de agosto de 2015
De acuerdo con datos aportados por el New York Times en abril, las autoridades de inmigración deportaron a 368,644 personas en el 2013, 72.000 de los cuales tenían niños nacidos en Estados Unidos, y el Huffington Post informó el 25 de junio que muchos niños permanecen en los EE.UU., mientras que sus padres se ven obligados a regresar a sus países de nacionalidad.
Charly, es un niño de 11 años, nacido en Florida, que experimento la devastadora ruptura de su familia cuando su padre fue detenido y deportado un día que había llevado a sus hijos mayores a pescar. La mama de Charly, ahora es una mama soltera, que lucha por cuidar a su familia con un solo ingreso en lugar de dos.
El estrés y el sufrimiento que esta familia sintió no es el único; sino que se hizo eco en millones de hogares en todo Estados Unidos. Solo el pasado fin de semana 1000 niños indocumentados fueron encontrados, sin la compañía de los miembros adultos de sus familias, y llevados a un centro improvisado de detención en Arizona, donde tienen que dormir en el suelo, rodeado de vallas metálicas, en espera de la deportación.
Cada día un promedio de 1.100 personas son deportadas, de acuerdo con datos de 2012 la Oficina de Inmigración y Aduanas, y muchos de ellos son padres.
Para muchos, EEUU se encuentra en una encrucijada de crisis y oportunidad. La crisis que enfrentan millones de mujeres inmigrantes y sus familias que se llevan la peor parte de un sistema de inmigración deficiente e inhumano, y la oportunidad de poner fin a este sufrimiento, para defender los derechos civiles y humanos de miles de personas, que ingresan a diario a este país, en busca de una vida mejor.
Las deportaciones no son el único elemento del sistema de inmigración que separa a las familias. 4 millones de personas están atrapadas en las visas familiares de retorno, y esperan durante años, que a veces se transforman en décadas, para reunirse con sus familias. El sistema de visa familiar es el mecanismo a través del cual la mayoría de las mujeres pueden ser inmigrantes legales, sin embargo, este sistema es apenas funcional.
El sistema de visas favorece desproporcionadamente a los hombres: Actualmente 1 de 4 visas de trabajo se emiten a mujeres a pesar del rol crítico que las mujeres inmigrantes juegan la economía norteamericana. De acuerdo con el Paraprofessional Healthcare Institute la demanda de trabajadores que se dedican al cuidado de salud (posiciones predominantemente ocupadas por mujeres inmigrantes) se incrementara un 48 por ciento en la próxima década.
Las mujeres inmigrantes son además especialmente vulnerables a sufrir violencia de género, debido a su aislamiento, dependencia económica de sus maridos y la amenaza de la deportación. El miedo se convierte en una pesadilla cuando esas mujeres llaman a la policía para pedir ayuda, y terminan siendo arrestadas y puestas en proceso de deportación, una práctica ocurre con demasiada frecuencia. “Uno no tiene capacidad para trabajar si esta en EEUU con una visa de su marido”, declaro Pramila Japayal, presidenta de “We Belong Together”, una agrupación de mujeres, que realiza campañas a nivel nacional exigiendo leyes migratorias que defiendan especialmente los derechos de mujeres y niños.
"Ha habido un número creciente de suicidios, y muchos casos de violencia domestica, porque este tipo de visa nos convierte económicamente y psicológicamente dependientes de nuestros esposos”, declaro Japayal.
Las mujeres inmigrantes no solo son vulnerables a la violencia en sus hogares, también experimentan altos niveles de abuso y explotación en sus trabajos. En innumerables lugares de trabajo en todo EEUU, y especialmente en las industrias donde hay grandes concentraciones de trabajadoras inmigrantes, incluyendo el trabajo doméstico y el trabajo agrícola - las trabajadoras deben soportar condiciones inseguras de trabajo que incluyen, violencia, acoso sexual y robo de salarios, bajo la amenaza constante de ser reportadas a las autoridades de inmigración.
Fuente: Women In News