En el marco del fin de sexenio y de las elecciones presidenciales, ¿cómo nos encontramos l@s trabajador@s de la educación?
Miércoles 10 de abril
Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se presentaron una serie de reclamos de trabajadores del sector educativo en todos los niveles, quienes desde hace décadas han tenido una serie de reivindicaciones por lograr tanto mejoras laborales, así como educativas, muestra de ello fueron las movilizaciones en el magisterio en todo el país durante los gobiernos anteriores y el actual.
En el marco de esta situación el pasado lunes 1º de abril, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tuvo una reunión con el poder ejecutivo, para reanudar una mesa de negociación, después de tres años que el gobierno cerró el diálogo con l@s maestr@s disidentes tras 18 mesas infructíferas. En esta reunión, se presentó el pliego de demandas entre las que resaltan la abrogación de la reforma educativa, echar abajo el régimen de excepción laboral del magisterio, aumento salarial al 100%, retorno al sistema de pensiones solidario, cese a la represión por organizarse y reparación de los casos en los que se dañó a normalistas.
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En el marco de esta situación el pasado lunes 1º de abril, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tuvo una reunión con el poder ejecutivo, para reanudar una mesa de negociación, después de tres años que el gobierno cerró el diálogo con l@s maestr@s disidentes tras 18 mesas infructíferas. En esta reunión, se presentó el pliego de demandas entre las que resaltan la abrogación de la reforma educativa, echar abajo el régimen de excepción laboral del magisterio, aumento salarial al 100%, retorno al sistema de pensiones solidario, cese a la represión por organizarse y reparación de los casos en los que se dañó a normalistas.
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Por otro lado, en días recientes se tuvo expectativas de la comunidad el Instituto Politécnico Nacional (IPN) ante la visita de la candidata del oficialismo Claudia Sheinbaum, ante lo cual integrantes de la sección 11 del SNTE, aprovecharon para presentarle su proyecto educativo. Llamaron a la exigencia por la democratización de la institución y en la defensa de la educación pública, particularmente del Politécnico de la mano de posicionarse por esta candidata.
Cabe destacar que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), como gremio educativo en la CDMX agrupa a trabajador@s de distintos niveles no solo de básica, sino también de educación superior como el IPN, la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y las Escuelas Normales, entre otras. No obstante, se encuentran en secciones separadas, pero en la sección 11 confluyen trabajadores administrativos de todos los niveles.
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Más allá de las elecciones y el fin del sexenio
Pero más allá de la respuesta que dé el gobierno y en el marco de las elecciones en donde participan los partidos de siempre, cabe preguntarnos ¿Cuál es la situación real de las y los trabajadores de la educación en su conjunto? y ¿Cómo sería posible construir demandas en conjunto y cómo avanzamos para hacerlas efectivas?
Si bien se retoman algunas de las demandas de l@s trabajador@s, por ejemplo, todos l@s candidat@s hablan de mejorar el acceso a la educación superior, donde salen a relucir sus proyectos, la respuesta que se da sobre la situación poco tiene que ver con lo que necesitamos.
¿Qué respuesta dan las y los candidatos a la situación de la educación que se ha visibilizado por las luchas de estudiantes, docentes y trabajadores? ¿Qué pasaría si les presentamos nuestras demandas? En el caso de Xóchitl Gálvez propone mejorar las universidades ya existentes pero sin decir cómo, es decir, cuánto aumentaría el presupuesto para educación superior y de dónde saldrían dichos recursos; después el candidato de Movimiento Ciudadano (MC), García Máynez, propone algo muy parecido, aumentando a un millón más de jóvenes la matrícula en el nivel superior, también sin aclarar el cómo; por último, tenemos a la candidata del Morena, Claudia Sheinbaum, que propone extender el proyecto de las Universidades Rosario Castellanos y de la Salud para todo el país.
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¿Y esas propuestas reflejan lo que necesitamos en las universidades? Porque todos los días nos toca vivir lo que implica ser un estudiante o trabajador de la educación, como docentes, administrativ@s, manuales, de intendencia, entre otros, vemos una realidad distinta a la que mencionan las candidatas y candidato.
En este sentido, el debate presidencial deja sobre la mesa las condiciones estudiantiles, laborales y de infraestructura en el sector educativo. No obstante, antes y hoy con las promesas de campaña se retoman algunas de nuestras demandas, pero aún hay muchos pendientes, porque ha habido un avance en ciertas políticas a través de la Nueva Escuela Mexicana y la la Ley General de Educación Superior, en las que tanto el magisterio como el resto del sector educativo no han sido consultados y que no atienden a nuestras necesidades reales.
Lo que ha deja ver el proyecto educativo de la 4T es que, en primer lugar, aunque se han realizado encuestas express por los directivos del SNTE y la SEP, éstas consultas no han sido verdaderamente democráticas ni han contado con la participación de la mayoría. En segundo lugar, no atiende a las necesidades reales de las comunidades educativas, mientras las condiciones de sus docentes y el resto de sus trabajador@s empeoran cada día por la gran carga de trabajo, los salarios que no alcanzan y la falta de plazas.
Mientras en el nivel superior cada año, las universidades que hay y los proyectos que se han impulsado en la 4T, resultan insuficientes para atender la demanda de acceso, por lo que hay una profunda exclusión sobre todo de quienes provienen de sectores pobres y trabajadores, lo cual demuestra que no se ha hecho de la educación un derecho universal, como se afirma en los discursos y campañas electorales. Al contrario, la respuesta que se nos da, es que las instituciones que la imparten, se sustentan sobre los hombros de docentes y de apoyo al sector educativo, que están en su mayoría precarizados, es decir, sin los derechos laborales básicos. Se habla poco que en la URC tod@s quienes laboran en esa escuela no son considerad@s trabajador@s en los términos de la Ley Federal del Trabajo, se les cataloga como “becarios” o “prestadores de servicios profesionales” lo que significa carecer de la relación laboral legal, aunque en los hechos sí exista. Tampoco se habla de los despidos por luchar en la institución.
Esto ha implicado que las comunidades se movilicen y busquen cómo organizarse para replantearse los proyectos educativos y vean como necesaria la defensa de la educación pública, laica y gratuita, pero ¿Cómo hacemos confluir todas esas demandas en cada escuela, comunidad educativa, sector, nivel y entre sectores?
Desde la agrupación Nuestra Clase, opinamos que puede ser a través de espacios amplios, abiertos, democráticos e independientes como asambleas tripartitas (trabajadores, estudiantes y docentes) que nos permitan expresar las demandas, escucharnos y decidir el rumbo que queremos tomar y una vez que tenemos claro ese proceso, podríamos hacer un plan de acción unificado.
Un ejemplo de confluencia
Por esa razón, creemos que la vía para que las demandas de l@s trabajador@s del IPN encuentren satisfacción a sus demandas, así como de la UPN y el resto de las universidades como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), es importante que avancen en la construcción de la unidad del sector educativo y se sumen al paro-marcha nacional del 15 de abril y la movilización a las 9:00 horas del Ángel de la Independencia a Palacio Nacional y que avancemos en la presentación de un pliego unificado de demandas del sector educativo, que vaya acompañado de la exigencia del aumento al presupuesto educativo.
La sección 11 es el claro ejemplo de la necesaria unidad del sector educativo, al confluir en ella trabajador@s administrativ@s de distintos niveles, pues se encuentran l@s de básica de la Ciudad de México como primarias y secundarias (quienes laboran con docentes de las secciones 9 y 10), de media superior y superior del IPN, cuyos docentes pertenecen a la sección 60 del SNTE.
Puesto que todos los sectores que integramos el sector educativo, hemos expresado la disposición de luchar y así enfrentar codo a codo las maniobras y trampas que se dan por parte de las autoridades, como en caso del magisterio, para evitar que como trabajadores nos organicemos. Para avanzar en la unidad, hay que convocar también a los referentes sindicales más importantes del sector educativo como son el SNTEA, SINTCB, SUTIEMS, STUNAM junto a todos los trabajadores educativos y estudiantes, para luchar por plenos derechos laborales, por la defensa de la educación pública y codo a codo con las organizaciones sociales para convertir el paro en una herramienta de lucha de todo el sector educativo que luche por aumento al presupuesto mediante el no pago a la deuda externa, impuestos progresivos a las grandes fortunas, además de la reasignación de los fondos de militarización.