Siguen las repercusiones del caso de los audios, que ha puesto en el centro de la polémica esta última semana a Luis Hermosilla y al ex fiscal Manuel Guerra. Sin embargo, los efectos de este "terremoto" han alcanzado las altas esferas de la UDI, provocando la renuncia de uno de sus dirigentes fundadores.
Jueves 10 de octubre
Durante semanas, el caso de los audios ha generado profundas repercusiones en la derecha. No solo se han visto involucrados miembros como Marcela Cubillos, Felipe Ward, el ex fiscal Manuel Guerra, etc., sino que una y otra línea de investigación apuntan constantemente al ex Ministro de Piñera, Andrés Chadwick.
Esta semana, en particular, comenzaron a circular en distintos medios los intercambios que Luis Hermosilla tenía con el fiscal Manuel Guerra, destapando la intromisión de Hermosilla en causas que Guerra llevaba, como el caso Minera Dominga, pero especialmente el caso Penta, que involucró directamente a la UDI.
En estos nuevos chats revelados, se podía ver cómo Hermosilla y Guerra mencionaban a Andrés Chadwick con frecuencia, para obtener información, influir en distintas causas, y para alertar al gobierno, especialmente a Sebastián Piñera, ante investigaciones que comprometieran a la derecha.
A medida que se conocieron nuevos audios, los abogados Mauricio Daza y María Inés Horvitz, ambos querellantes en el caso Penta, presentaron una nueva querella contra Guerra y Hermosilla. Dentro de las diligencias solicitaron a la fiscalía la incautación del teléfono de Andrés Chadwick.
Aunque Guillermo Ramírez, presidente de la UDI, elogió la valentía de Chadwick, la noticia de su renuncia no fue bien recibida en las filas de la derecha. Muchos criticaron que esta información se entregó tardíamente al partido, ya que se supo que Chadwick había renunciado en septiembre.
Y es que el caso de los audios está revelando a la derecha de cuerpo completo: un puñado de políticos al servicio del gran empresariado, profundamente involucrados en casos de corrupción, que se valen de sus privilegios para obtener beneficios a costa de los derechos de los trabajadores y del pueblo. Un ejemplo de esto es la Universidad San Sebastián, que se financia en más de un 40% con fondos del Estado.
Otro ejemplo de la influencia que buscaba ejercer Hermosilla y los intereses qe representaba en el gobierno para beneficiar a sus clientes millonarios, como el Grupo Patio, y que hoy tiene a la derecha sumida en una profunda crisis.