Reproducimos extractos de una carta enviada a nuestra redacción, por trabajadores estatales despedidos por el gobierno del FpV. Denuncian el desguace de programas del área de Cultura y persecución.
Martes 7 de junio de 2016
Las conductas asumidas por el Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, a cargo de la Dra. Rosana Bertone, y en particular el del Sr. Jefe de Gabinete Leonardo Gorbacz y el Sr. Secretario de Cultura Hugo Santos, han sido y siguen siendo conductas discriminatorias sobre los Trabajadores de la Cultura, en relación a las posturas asumidas desde que tienen a su cargo la administración, somos trabajadores que nos desempeñamos desde hasta hace más de diez años en los ámbitos de los talleres culturales.
Hasta el día primero de enero del año 2016, los responsables de Talleres desempeñaron su labor dependiendo de la provincia de Tierra del Fuego, el área a cargo, la Secretaría de Cultura dependiente de la Jefatura de Gabinete provincial.
El día 17 de diciembre de 2015 hubo en la provincia un cambio de gestión, asumiendo el mando de gobernadora la Dra. Rosana Bertone, cesando en el cargo la Lic. María Fabiana Ríos. Junto con ese cambio, también cambió el gabinete, asumiendo desde entonces Gorbacz y Santos como Jefe de Gabinete y Secretario de Cultura respectivamente.
En ese contexto, como autoridades a cargo, a partir del primero de enero de 2016 comunicaron la caída de las horas cátedras en virtud de las cuales se financiaban los espacios de talleres culturales.
Desconociendo los argumentos en los que se fundaría la medida, lo cierto es que a partir de esa fecha han cesado todos los talleres culturales de la provincia, viendo de ese modo afectado la fuente de trabajo de todos los 171 Trabajadores.
Aun sin conocer los argumentos en virtud del cual dejaron sin trabajo a todos los trabajadores talleristas, es dable destacar que todos y cada uno de los trabajadores se desempeñan en relación de dependencia para el Estado provincial hace una considerable cantidad de tiempo, que torna injustificable la precariedad laboral en la que nos desempeñamos. En tal sentido, tal era la precariedad que de un día para otro, sin existir ningún tipo de sanción, llamado de atención, apercibimiento, suspensiones ni ninguna otra penalidad que amerite la instrucción de ningún sumario administrativo, nos han dejado sin trabajo.
Tal conducta no ha sido inocente para el Estado ya que gran parte de quienes suscriben han impulsado en un sinnúmero de veces la necesidad de obtener la estabilidad laboral que la Constitución Nacional les reconoce a todos los empleados públicos. No existe motivo para discriminar entonces a los trabajadores de los talleres culturales de aquellos quienes se desempeñan en relación de dependencia para el Estado provincial.
(…) A partir del conflicto político suscitado no solo con los trabajadores talleristas, sino también con la gran mayoría de los trabajadores estatales a lo largo del primer semestre del año 2016, se ha dispuesto desde la Secretaría de Cultura comenzar a reincorporar a trabajadores talleristas. Sin embargo esta reincorporación propuesta presenta un sinnúmero de fallas que deben traducirse ineludiblemente, como harteras y discriminatorias.
En primer lugar, las reincorporaciones no suponen el reconocimiento de la antigüedad laboral que ostenta cada uno de los trabajadores. ¿Motivos? Desconocemos.
Luego, tampoco contemplan la carga horaria y, en consecuencia, la remuneración, al momento en que fueron dados de baja de la administración. ¿Motivos? Desconocemos.
El criterio utilizado para determinar cuáles eran los trabajadores talleristas de cultura que iban a ser reincorporados responde a una informalidad total, sin remitirse a ningún tipo de criterio objetivo que justifique la elección de unos u otros para acceder nuevamente a las funciones. Desde la Secretaría de Cultura se ha llegado a entregar un listado manuscrito de apellidos a reincorporar.
Desde el primero de enero de 2016, los trabajadores de los talleres culturales nos hemos visto sometidos a un destrato por parte del gobierno. Desde el mismo momento del despido ha sido el destrato ya que ni siquiera nos han notificado personalmente la baja de los talleres culturales, sino que han comunicado la baja de las horas cátedras que financiaban los espacios, QUITANDO TODO TIPO DE ENTIDAD NO SOLO LABORAL, SI NO HUMANA Y SOCIAL DE TODOS AQUELLOS QUE HASTA ESE MOMENTO TRABAJÁBAMOS EN EL ESPACIO DE CULTURA.
(…) A punto tal que en la baja de los espacios se ha dejado sin cobertura social, ni trabajo, ni recursos a los trabajadores de un día para el otro, incluso aquellos que tienen protección especial, como es el caso de la tallerista Melisa Renko quien tuvo que recurrir al Poder Judicial para obtener el reconocimiento de sus derechos, en particular los derechos de la licencia por maternidad.
Por los reclamos realizados, el Sr. Secretario de Cultura ha llegado a realizar denuncias penales en contra de la tallerista Verónica Flores por la supuesta comisión de delitos de acción pública, solo por el hecho de llevar a cabo reclamos en la secretaría de cultura, ante el secretario de cultura, solo con el objeto de obtener el reconocimiento de sus derechos. Actualmente, la mencionada Flores se encuentra sindicada en acusaciones penales, siendo ello otro flagelo personal, solo por ser trabajadora de talleres culturales.(..)
“LOS TRABAJADORES DE LA CULTURA SON TRABAJADORES LEGÍTIMOS Y CON DERECHOS LABORALES QUE DEBEN RESPETARSE”