Les trabajadores de limpieza vienen de protagonizar una gran jornada el viernes pasado, pero para frenar este ataque contra elles debemos ser muches más el próximo viernes 13 en una nueva convocatoria, desde Colón y General Paz a las 17 horas.
Sábado 7 de noviembre de 2020 22:46
Hace unos días en las redes se vio una enorme campaña de mujeres contra la invisibilización del trabajo doméstico. Así como nosotras ocupamos más del doble del tiempo en trabajo doméstico -que según el ministerio de economía significa el 15% del PBI-, las mujeres somos la mayoría en los trabajos de servicios, de los cuales la mayoría vienen siendo esenciales durante la pandemia.
Todos los días las trabajadoras de empresas de limpieza asean hospitales, escuelas y fábricas y por su trabajo les pagan entre 15 y 10 mil pesos al mes. Pero, para sus patrones, salir a reclamar por algo elemental como aumentos de sus salarios es algo que deben disciplinar de manera inmediata antes que se propague. Quieren que estén calladas, sumisas, cobrando sueldos de miseria y expuestas al virus.
Precarización, mal trato, aprietes, amenazas, mensajes patoteriles de la burocracia sindical que conduce su gremio, despidos ilegales y persecutorios a quienes alzan su voz. Empresas ligadas al gobierno quieren aleccionarlas, disciplinarlas, que sean invisibles, y si luchan, despedirlas para intentar desmoralizarlas. En la última marcha me acerqué a hablar con algunas de ellas que, a pesar de todo y muy decididas, me dijeron: “Perdimos el miedo, no nos callamos más. ¡Vamos a salir a organizarnos y hacernos respetar! Ya no tenemos nada que perder, salimos a las calles organizadas y vamos a dejar de ser invisibles. Nos van a tener que escuchar”. Está claro que su lucha también es contra el patriarcado.
Calladas y sumisas jamás
Para nosotres, ser feministas es movilizarnos también por estas compañeras. Estamos convencidas de que el feminismo no implica solamente vestirnos de verde y de violeta, significa la convicción de acompañar hasta el final a las mujeres trabajadoras que se organizan desde abajo, y están en la primera línea de las luchas. La verdadera hermandad, para nosotras, es con ellas. Creemos que las valientes trabajadoras de limpieza tienen que ganar. ¿Se imaginan el mensaje que le daríamos a cientos de miles de mujeres de Córdoba si salimos todas juntas este viernes a bancarlas? En esta crisis, donde las más pobres, las más precarizadas somos mujeres, todas las pibas de la marea verde debemos abrazar la lucha en defensa de todas las mujeres trabajadoras que salgan a enfrentar las condiciones de miseria.
Si todes quienes nos consideramos feministas y/o parte de la comunidad LGTBI+ , que luchamos contra la violencia machista y patriarcal en todas sus formas, no defendemos a compañeras atacadas por lo más elemental que es salarios dignos, no estamos construyendo la unidad entre les más explotades y oprimides, entonces ahí nos gana el patriarcado.
No alcanza solo con adhesiones y comunicados de apoyo, las organizaciones de mujeres y colectivos deben salir a luchar con ellas, asimismo los centros de estudiantes que firmaron el petitorio de las trabajadoras no pueden estar inmóviles, su fuerza debe estar en la calle, para así convocar a cientos de les estudiantes que fuimos parte de cada lucha por nuestros derechos.
Esta pelea por visibilizar esta lucha y apoyarlas en las calles empieza por cada une de nosotres, invitando a amigues, compañeres de la facultad, del colegio, del trabajo. ¡Todes quienes nos reivindiquemos feministas y antipatriarcales tenemos que estar!