A continuación, reproducimos una de las participaciones del Movimiento Nacional contra la Precarización y los Despidos, durante la movilización del 1M, en la que se agruparon en un bloque combativo, con independencia de las patronales y del gobierno.
Domingo 2 de mayo de 2021
Compañeras, compañeros
Saludamos esta movilización desde el Movimiento Nacional contra la Precarización Laboral y los Despidos.
El Movimiento agrupa a diversos sectores de trabajadores y trabajadoras que padecemos la precarización laboral y los despidos, que se han agravado en el gobierno de la 4T. Obreros en el sector industrial, profesores de asignatura, trabajadores subcontratados, de call center y de las apps, estudiantes, trabajadores del sector cultural, de las dependencias públicas y la empresa privada, informales, contratados por honorarios y diversas figuras que impiden se nos den plenos derechos laborales, como salarios dignos, prestaciones, jubilaciones, seguridad social, derecho a la maternidad, entre otros.
Este 1 de mayo nos movilizamos, porque, aunque el contagio siga amenazando nuestras vidas, los ataques a nuestros derechos no se van de cuarentena, al contrario, en esta pandemia han empeorado nuestras condiciones laborales. Lo que nos empuja a salir nuevamente a las calles, a continuar luchando para mejorar nuestras condiciones de vida.
Como profesoras y profesores nos ha tocado enfrentar los bajos salarios, la falta de pagos y los despidos. Como ahora sucede en la UNAM, donde el 75% de la plantilla docente tiene contratos por asignatura, que solo duran medio año. Situación que también ocurre en la UAM, UACM, Politécnico, CONALEP, así como en las Universidades para el Bienestar y los diversos centros educativos de todo el país, tanto en el sector público como privado. También nos toca enfrentar el regreso a clases que ya se anunció, sin que toda la población esté vacunada, por lo que nos pone en riesgo como padres, madres, tutores, alumnos, alumnas y personal educativo. Es por ello que la comunidad educativa estamos organizando el Encuentro en Defensa de la Educación Pública, el cual se realizará el próximo 8 de mayo.
Como obreros del sector industrial sufrimos la explotación desmedida de parte de las trasnacionales, que se aprovechan de los bajos salarios que se pagan en nuestro país, en promedio 3 dólares por hora contra 22 que se pagan en EEUU. En esta pandemia regresamos a laborar a un par de meses de su inicio. Con muertes y contagios inauguramos la llamada “Nueva Normalidad”, que propagó el virus no solo en nuestros centros de trabajo, sino también en las localidades donde se asienta la industria de exportación: en el norte, bajío y centro del país. En la General Motors de Silao nos tocaron 20 muertos y 100 contagios. Ante esta tragedia, el sindicalismo corrupto de la CTM, la CROM y la CROC no ha movido un solo dedo a favor de las y los trabajadores, sino que han protegido a la empresa y se han hecho cómplices de una Secretaría del Trabajo subordinada al capitalismo norteamericano.
Como trabajadores del sector cultural nos enfrentamos al desempleo en vista de los cierres masivos de los espacios donde trabajábamos. No tenemos apoyo por parte del gobierno ni tenemos seguro de desempleo que nos permita sobrevivir en estas condiciones. En el sector público, hemos sufrido la represión con despidos por organizarnos para mejorar las condiciones laborales de los programas en donde trabajamos, como PILARES o TAOC, ya que ni siquiera tenemos contratos laborales, trabajamos como becarios; en otros casos, hemos trabajado sin pago por varios meses, como en FONCA, INAH o INBAL.
Como trabajadores de la salud hemos sufrido muertes de compañeras y compañeros, atribuibles a la política de austeridad que en nuestro sector ha implicado la falta de insumos y protección adecuada para la labor que desempeñamos en esta pandemia. Nos hemos manifestado en diversas ocasiones ante esta situación, mientras el gobierno intenta acallar una y otra vez diciendo que todo está bajo control, cuando no es así, somos el tercer país con más muertes en todo el mundo. 250 mil trabajadores del sistema de salud público del país trabajamos con formas de contratación irregulares o precarias, sin derechos laborales plenos, con bajos salarios, largas jornadas en instalaciones de mala calidad, las cuales no mejoraron ni siquiera por la pandemia de COVID19. La precarización de las condiciones de trabajo de miles de trabajadores de la salud no es algo nuevo, pero este gobierno ha mostrado una negativa absoluta a siquiera escuchar las demandas de quienes sostenemos el sistema de salud.
Como trabajadores estatales, como las y los compañeros del SutNotimex, hemos luchado contra la precarización laboral y los despidos que imperan en las dependencias públicas. Se nos contrata por honorarios, por capítulo 3000, por servicios profesionales, por nómina 8, nómina 1, Galeno Salud, entre una infinidad de esquemas que se inventan las autoridades para quitarnos nuestros derechos y esos recursos que nos quitan, sirvan para solventar el comprometido erario que el Estado tiene con el capital financiero y los pagos de la ilegítima deuda pública, deuda que hoy equivale a más de la mitad del PIB, primando los intereses parasitarios con acreedores nacionales y extranjeros en vez de los intereses colectivos y las necesidades humanas de la mayoría de la población.
Como trabajadores de las apps hemos sufrimos muertes o lesiones de compañeras y compañeros que son atropellados. No contamos con seguridad social ni derechos laborales, porque las empresas, para quitárnoslos, nos dicen que somos colaboradores. Por lo que nosotros y nuestras familias, tenemos que solventar los costos de estos accidentes, arruinando aún más nuestra situación económica.
Como trabajadores de los call center somos subcontratados, al igual que las compañeras de limpieza del IEMS en lucha, con jornadas laborales extenuantes. El gobierno dijo que eliminaría esta forma de contratación, pero no lo hizo, junto a los empresarios, elaboraron una reforma a modo, que fue ratificada por las dirigencias del charrismo sindical, que para nada tomó en cuenta a la clase trabajadora.
Por este cúmulo de violaciones a nuestros derechos laborales, es que nos manifestamos, codo a codo con nuestras compañeras trabajadoras, sobre quienes se descarga de mayor manera el peso de la crisis sanitaria y económica. Y en solidaridad con nuestros hermanos migrantes, que sufren la persecución del gobierno de la 4T, subordinado al gobierno imperialista de EEUU, hoy decimos que es necesaria la unidad de las y los trabajadores en la lucha contra las distintas figuras de la precariedad, por un trabajo digno y seguridad en el empleo:
¡Proletarios de todos los países uníos!