Llegaron a "la Feliz" delegaciones de las gráficas MadyGraft, WorldColor; del SMATA se hicieron presente la indomables de Lear; de fábricas de la alimentación estuvieron PepsiCo, Kraft y Stani.
Rosa D’Alesio @rosaquiara
Martes 13 de octubre de 2015
Estudiantes de las universidades General Sarmiento y de Luján, junto a jóvenes de escuelas secundarias y terciarias también hicieron escuchar su voz. Docentes de Tigre, San Miguel, Tres de Febrero, Malvinas Argentinas, José C Paz y Campana, también integraron la destacada delegación de zona norte.
Al Encuentro arribaron después de realizar intensas y diversas actividades, no sólo para recaudar el dinero que les permitió cubrir los gastos del viaje, sino para pelear por sus derechos en sus lugares de trabajo y casas de estudios. Las estudiantes de la Universidad General Sarmiento (UNGS) y del terciario N° 113 de Gral San Martín impulsaron Comisiones de Mujeres. Las trabajadoras de PepsiCo vienen peleando dentro de su fábrica contra hechos de violencia. Las trabajadoras de MadyGraft llegaron al Encuentro con una declaración por la expropiación de la fábrica para que continúe bajo control obrero, fábrica donde las mujeres se destacan por su combatividad.
Testimonios del Encuentro
Silvina, trabajadora de PepsiCo, integra la agrupación Bordó (opositora a la burocracia del sindicato), y viaja por primera vez al Encuentro: “me pareció horrible el acto de apertura, no nos dejaron hablar, ni siquiera se podía escuchar lo que ellas decían. Participé el primer día en el taller de aborto, y el segundo en el de prostitución. A pesar de la organización, pude debatir con muchas mujeres y me llevo mucho. Como mujeres necesitamos una ley que nos permita el derecho al aborto, pero también que se aplique la ley de educación sexual”. También contó la pelea que dan cotidianamente contra el machismo en la fábrica: “estamos peleando por categorías que solo se les otorga a los varones. Pero también contra la violencia. Organizamos una colecta para una compañera, que sufría violencia, para que se pudiera ir de la casa. También denunciamos a un delegado de la Verde (de la burocracia del gremio NdR), que golpea a su mujer. Las compañeras, espontáneamente empezaron a escribir en el baño esta denuncia”.
Mónica, delegada de PepsiCo e integrante de la Bordó, también se refirió a la peleas que dan dentro de la fábrica: “estamos peleando por una categoría para las compañeras y por la licencia paga por hijo enfermo. Eran dos demandas sentidas, sobre todo por las mujeres. Estamos discutiendo tener una organización más fuerte, en el marco de que estamos sufriendo un ataque de la patronal que esta vaciando la planta. A la vez que peleamos por nuestros derechos como mujer trabajadora.” Además, se refirió a la actitud que tomó la Comisión Interna sobre el delegado de la Verde que golpea a su mujer “rechazamos la actitud de la agrupación Verde (oficialismo del STIA, NdR) que defendió en asamblea a este golpeador. Queda claro quienes pelean por todas las demandas de género, como es la violencia que sufrió esta compañera, y quienes no”. Sobre los talleres sostuvo “creo que los encuentros deberían ser resolutivos porque no te llevas nada de acá. Todas las denuncias que se hacen en los talleres no tienen un norte de a quién dirigirse o cómo pelear. Sin una fuerza concreta en las calles va a ser imposible conquistar nuestras demandas”.
Mica, que integra la agrupación Pan y Rosas, estudiante y presidenta del centro de estudiantes de la UNGS, contó que el año pasado ganaron el Centro y llegaron al Encuentro con una importante delegación de estudiantes que, desde la marcha Ni una Menos, comenzaron a organizarse: “son jóvenes que tienen mucha sensibilidad por los problemas que atraviesan las mujeres; que están a favor de tener una ley que legalice el aborto. Además, están a favor del proyecto de ley sobre violencia que presentó Nicolás Del Caño. Estas compañeras comenzaron a organizarse junto a nosotras porque consideran que nuestros planteos no son oportunistas, sino que son consecuentes y porque ven una organización militante que pelea por estos derechos. Y además, estas jóvenes estudiantes subieron junto a las obreras de WorldColor a la Panamericana, para pelear por los puestos de trabajo”.
Micaela, estudiante de la UNGS, integra la agrupación Pan y Rosas: “hace muy poco me sumé a esta agrupación, porque me sorprendió mucho cómo se organizó para participar de 3J, y porque coincido en lo que plantean. Es la primera vez que participo del Encuentro, y me sorprendió, mal, cómo la Comisión Organizadora impide los debates, y no nos permite votar un plan de lucha”.
Andrea, familiar de un trabajador de Lear, habló sobre el taller de violencia en el que participó: “expresé que la violencia que sufrimos las mujeres no es sólo machista. También es violencia los derechos que nos quitan el Estado, como el de poder decidir sobre nuestro cuerpo. Violencia es cuando salimos a pelear por defender los puestos de trabajo y nos mandan la Gendarmería, como ocurrió el año pasado cuando los trabajadores de Lear, junto a familiares, fueron reprimidos en reiteradas oportunidades por esta fuerza que manda el Gobierno”.
Alejandra trabaja en un neuropsiquiátrico, participó en el taller de violencia: “este gobierno, después de ocho años presidido por una mujer, sacó algunas leyes buenas para las mujeres, como la de violencia, pero no destina presupuesto. Una hipocresía”.
Rosa D’Alesio
Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.