Se trata de Héctor Melesio Cuén Díaz, hijo del cacique universitario Héctor Melesio Cuén Ojeda que desde hace 20 años controla a la Universidad Autónoma de Sinaloa, a la que tanto él como su familia y distintos funcionarios y exfuncionarios presuntamente han desfalcado por más de 700 millones de pesos.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 2 de julio
Después de ocho meses de evadir audiencias por el delito de negociaciones ilícitas, ha sido ordenada la aprehensión de Melesio Cuén Jr. quien, al igual que su padre, es un magnate sinaloense que forma parte de la casta dorada que domina a la UAS, institución educativa a la que han utilizado para crear, también, al Partido Sinaloense en 2012.
El Jr. ha estado presentando justificantes médicos para no presentarse personalmente ante jueces por distintos procesos que enfrenta. El último que presentó fue por una “lesión en la rodilla” que supuestamente lo imposibilitaba para acudir.
El hijo del cacique fue director de Bienes e Inventarios de la UAS hasta mayo de 2023, mes en el que se anunció que la Fiscalía General del Estado de Sinaloa había interpuesto una denuncia contra él. Después vendrían más. Su padre también está siendo investigado por la Unidad de Inteligencia Patrimonial de la FGE por presunto enriquecimiento ilícito.
Los Cuén Díaz son una familia de la alta burguesía sinaloense muy conocida por la violencia con la que actúan en contra de adversarios políticos tanto dentro como fuera de la UAS. Cuentan con una red de periodistas que, según medios como Animal Político, es dirigida por el periodista Álvaro Aragón Ayala, desde donde se lanzan campañas de difamación que criminalizan a estudiantes, docentes y trabajadores UAS democráticos.
En 2019 se documentó que el cuenismo durante varios años ya había gastado la cantidad de 83 millones 687 mil pesos para que "portales de internet, semanarios, periódicos, radiodifusoras y canales de televisión" por un lado dieran una buena imagen de rectoría y el cacicazgo y por otro atacaran a opositores.
Aragón en marzo de 2023 criminalizó desde su sitio web llamado "Voces Nacionales" a integrantes del Movimiento Democrático Estudiantil ─organización que ha dado la batalla frente al cacicazgo cuenista- acusándolos infundadamente de narcotráfico y asesinato.
Hace unos meses uno de los estudiantes difamados por el porro-periodista Álvaro Aragón fue agredido en la facultad de derecho mientras difundía mensajes a favor de una consulta universitaria por una nueva reforma a la Ley Orgánica que diera el voto a la comunidad para elegir autoridades. Es un patrón característico del cuenismo: difamación que antecede a agresiones físicas.
Hay denuncias también de un intento de desaparición forzada que en octubre de 2018 ordenó Melesio Cuén Ojeda en contra de un docente despedido por razones políticas. En 2021, el profesor Inocencio Castillo, quien padece cáncer en la garganta, denunció pública y formalmente a miembros del cacicazgo por atentar contra su vida a través de distintos ataques que dañaron gravemente su salud. “Los caciques del PAS matan maestros en la UAS” fueron las palabras de Inocencio en aquellos años.
En 2012 la joven Cynthia Carrillo Valenzuela fue asesinada a sangre fría por Jesús Alfredo Cuén Lazcano, un sobrino de Cuén Ojeda a quien gracias a la influencia de su tío se le condenó por homicidio culposo y no por feminicidio como la madre de la víctima declaró que debió haber sido.
El homicida pasó menos de 10 años en prisión y al menos desde 2022, por pertenecer a esta familia, recibe mensualmente 25 mil pesos como aviador en la dirección de deportes de la UAS.
Aún con todo esto la familia Cuén Díaz tiene el cinismo de mostrarse como supuestos perseguidos políticos. La madre del Jr., Angélica María Díaz de Cuén, esposa del cacique y quien ha sido diputada local por el PAS ─puesto desde donde testimonios que este medio ha recabado aseguran que supuestamente ordenó agresiones contra adversarios político- llegó al extremo de publicar en redes sociales un mensaje dirigido a la Fiscal General de Sinaloa, Sara Bruna Quiñónez Estrada, en el que implícitamente le pedía benevolencia en el caso de su hijo:
“que Dios la bendiga y que toque su corazón, la llene de sabiduría y de su gracia, y que todo lo que usted haga sea para agradarle a nuestro Dios” fueron las palabras de la madre del Jr., quien también forma parte de la casta dorada.
No obstante, la cúpula de este cacicazgo jamás se ha tocado el corazón a la hora de reprimir a trabajadores, docentes y estudiantes democráticos, así como a periodistas que han investigado sobre lo que la familia Cuén Díaz ha hecho. Hoy piden clemencia cuando llevan dos décadas difamando, criminalizando, haciendo campañas de desprestigio machistas y misóginas, y atentando contra vidas inocentes y contra familias trabajadoras.
La comunidad universitaria debe redoblar esfuerzos y manifestaciones para que la ley sea aplicada con todo rigor en contra de estos personajes. Hay que plantear que se expropien propiedades que la familia Cuén Díaz ha amasado gracias al desfalco de la UAS y que se pongan a disposición de la comunidad universitaria con nuevas casas del estudiante que ofrezcan hospedaje y comida dignos a estudiantes de escasos recursos. La riqueza de este cacicazgo debe ser puesta al servicio de la clase trabajadora y sectores populares.
También es necesario ir por la masificación del movimiento universitario para lograr una nueva Ley Orgánica que no solo permita elegir a quienes integren los órganos de gobierno de la universidad, sino que acabe con la figura de rector sustituyéndola por un órgano colegiado de conformación tripartita con trabajadores, académicos y estudiantes, con mayoría de este último sector.
Otra UAS es posible. ¡Fuera el PAS de la UAS!, ¡Fuera la familia Cuén Díaz de la UAS!, ¡Expropiación de los bienes que la familia Cuén Díaz ha acumulado gracias al desfalco de la universidad!, ¡Por una UAS al servicio de las clases trabajadoras y sectores populares!, ¡Sursum versus!