PRESIÓN IMPERIALISTA. Tratado de aguas: sequía en México para abastecer a Estados Unidos

El pasado 29 de septiembre, luego de acompañar la firma del Memorándum entre la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN) y la American Society of Mexico en el marco del T-MEC, el embajador de Estados Unidos en México, Cristopher Landau, dijo esperar que sus socios cumplan con sus obligaciones, refiriéndose a que espera que el Gobierno mexicano continúe con el Tratado de Aguas de 1944 que establece la asignación de agua entre México y Estados Unidos, proveniente de los ríos Bravo y Colorado respectivamente, a menos de un mes de que se venza el plazo para la entrega del vital líquido por parte de México.

Desde la semana pasada, en las conferencias de prensa matutinas del 24 y 25 de septiembre, el presidente mexicano López Obrador (AMLO) defendió el cumplimiento del Tratado, afirmando que no afecta a México y que el conflicto abierto por el agua en la presa La Boquilla en Chihuahua, no es más que la manipulación de la población por grupos de derecha, encajonando una vez más a toda oposición a sus planes de gobierno en la reaccionaria derecha, además de subordinarse a los intereses del imperialismo estadounidense, al que le sigue pagando la deuda externa y permitiendo su injerencia en el uso de las fuerzas armadas del país contra los migrantes.

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Ante esta situación, el gobierno federal mantiene a la Guardia Nacional en la presa La Boquilla, misma que el pasado 8 de septiembre reprimió ferozmente una manifestación por la exigencia de agua para riego, donde Jesica Silva fue asesinada y muchos más pobladores resultaron heridos.

El Estado de Chihuahua cuenta con 61 acuíferos. Todos sobrexplotados y se estima que en 41 de ellos ya no hay disponibilidad de agua, mientras que otros están en veda, al mismo tiempo que la lluvia está disminuyendo cada año, de acuerdo con el ingeniero Fernando Flores, reconocido activista del campo.

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Por su parte, el Gobernador de Texas Greg Abbott, envió una carta este mes al Departamento de Estado para pedirle que presione a México con la entrega del agua prevista por el Tratado, que acumula la deuda en caso de sequía.

El Tratado de Aguas no responde a los intereses del pueblo pobre, campesino y trabajador del norte de México ni tampoco a las condiciones actuales de la región. Ante la sequía y la falta del recurso natural que se ha otorgado a empresas trasnacionales, como Heineken y que ha sido saqueada por familias adineradas de la región que impiden el uso del recurso para las familias urbanas y campesinas, es urgente la organización independiente del pueblo para defender y decidir el uso del vital líquido. Como señalamos anteriormente:

Para poder hacer frente y dar una verdadera pelea por la defensa del agua y proteger nuestros recursos y territorios del saqueo, su privatización, entrega y sumisión a mineras, cerveceras u otras industrias y empresas como al nefasto fracking y a las maquiladoras las y los trabajadores del campo y la ciudad del Estado de Chihuahua, debemos tener presente que la única posibilidad de defender el vital líquido es organizarnos en forma independiente de los partidos patronales y sus personeros, saliendo a las calles a luchar por otra forma de hacer uso del agua, más racional y justa, organizándonos de manera democrática en asambleas, donde la política oportunista de la oposición por derecha a la 4T, no nos utilice como moneda de cambio, y donde la 4T que encabeza el presidente López Obrador, entienda que no hay acuerdos por arriba que valgan sin la voluntad de las bases campesinas y obreras en este caso de Chihuahua.

¡Porque el Agua es un Derecho, no una Mercancía!