En las últimas 24 horas murieron al menos 30 personas durante los bombardeos con drones y helicópteros ordenados por Trump en el sur de Yemen. Entre las víctimas se cuentan al menos 16 civiles, mientras que el gobierno de Estados Unidos solo informa de la muerte de 14 sospechosos de pertenecer a la organización Al Qaeda.
La Izquierda Diario @izquierdadiario
Lunes 30 de enero de 2017
Ni los voceros de la Casa Blanca, ni Trump hablaron del asesinato de los 16 civiles, pero si confirmaron la muerte de un soldado del Ejército de Estados Unidos, que se convertiría en el primero en morir durante un ataque ordenado bajo la era Trump.
Trump dijo en un comunicado, “En un ataque exitoso contra el cuartel general de Al Qaida en la Península Arábiga (AQAP), las valientes fuerzas estadounidenses fueron determinantes en matar a un número estimado de 14 miembros de AQAP y apoderarse de importantes informaciones de inteligencia que ayudarán a Estados Unidos a prevenir actos de terrorismo contra ciudadanos y personas en todo el mundo”. No es de extrañar que el mandatario haga omisión de las víctimas civiles, y envió sus condolencias por el militar estadounidense muerto.
Decenas de soldados transportados en helicópteros descendieron en la localidad de Yakla, a unos 270 kilómetros al sureste de la capital, Saná, y atacaron varias viviendas.
Los objetivos elegidos por Trump fueron una escuela, una mezquita y una cárcel, a los que Estados Unidos consideraba como sedes de Al Qaeda. Sin embargo, un residente local dijo que varios cuerpos de civiles permanecían bajo los escombros y que las casas y la mezquita local fueron dañadas en el ataque.
Este es el segundo ataque en Yemen en la era Trump, el primero fue durante el fin de semana posterior a la asunción del mandatario, en el que murieron al menos 66 personas, entre ellas tres hombres sospechosos de pertenecer a Al Qaida, luego de bombardeos con drones e intensos combates entre el ejército y los rebeldes en la costa occidental de Yemen.
Estados Unidos llevó a cabo decenas de ataques con aviones no tripulados (drones) en Yemen durante la presidencia de Barack Obama bajo la excusa de combatir a Al Qaeda en la Península Arábiga. Sin embargo gran parte de los bombardeos los realizó directamente Arabia Saudita, un aliado estratégico de Estados Unidos en la región, con el visto bueno de Obama, llevando a cientos los civiles muertos durante los ataques de ambos países sobre Yemen.
Aunque Obama fue apodado “el señor de los drones”, por el uso abusivo de esta técnica en los bombardeos sobre Pakistán, Afganistán y Yemen, algunos grupos de derechos humanos declararon que temen que el gobierno de Trump sea más agresivo con el uso de drones, ya que se trata de una práctica poco vigilada por el Congreso o por el poder judicial.
Estados Unidos ha intensificado su uso de ataques con aviones no tripulados en los últimos años y es la única fuerza conocida por estar realizando este tipo de operaciones sobre Yemen. Según la ONU, más de 10.000 personas han muerto en los últimos dos años - casi la mitad de ellas civiles - desde que una coalición liderada por Arabia Saudita lanzó ataques aéreos contra Yemen en marzo de 2015.
Este ataque en Yemen se lleva a cabo mientras en Estados Unidos se vive una importante crisis tras los decretos presidenciales, en especial el que no permite la entrada de personas procedentes de países con mayoría musulmana, que generó masivas movilizaciones en todo el país en solidaridad con los inmigrantes.