Ulises Adair Cardona Flores, de 17 años, se encuentra desaparecido desde hace más de una semana. Detenido por la Marina el 22 de enero, su caso es uno más de desaparición forzada a manos de las fuerzas represivas del Estado.
Miércoles 31 de enero de 2018
Los dos jóvenes de 17 años Ulises Adair y su amigo, quien narró los hechos, son vecinos de la Floresta, Tuxpan, y se encontraban fumando un cigarro en la vía pública entre las 0:00 y las 0:30 horas del lunes 22 de enero, cuando fueron privados de su libertad. "Nos llegaron los marinos, nos lamparearon y nos agarraron; a mí me agarraron primero pero a Uli ya no lo volví a ver", le contó el joven a Norma Flores, madre de Ulises.
Que estaban afuera o cerca de un centro nocturno llamado Galaxy, en las afueras de Tecalitlán, entonces dice que él corrió para un lado y mi hijo para otro. madre de Ulises
Leer: Mancera y el repudio popular ante la desaparición forzada de Marco Antonio
Alrededor de las 4:00 y 5:00 horas, al amigo de Ulises lo abandonaron cerca del campamento de la Marina en Coahuayote, Zapotiltic. "Lo torturaron muy feo, dice que le dieron batazos, cinturonazos, descargas eléctricas, cachazos, le trasquilaron el pelo y le dijeron que si no hablaba también le iban a cortar las orejas", contó Norma Flores.
El pasado domingo 28 de enero en la carretera que comunica Tuxpan con la comunidad de Zapotiltic se realizó un bloqueo para exigir la aparición con vida de Ulises y de otro joven desaparecido en Ciudad Guzmán. En la manifestación estuvieron presentes familiares de Ulises, vecinos y amigos que con pancartas denunciaron a las Secretaria de Marina como responsable de la desaparición de Ulises. Se sumaron pobladores de Pihuamo y Tecalitlán, quienes denuncian que desde que la Marina se encuentra en la zona, han aumentado las desapariciones.
Sin haber obtenido respuesta alguna por parte de las autoridades, al lugar llegaron elementos de la Fuerza Única y de la Policía Federal para liberar la vía.
El secuestro de Ulises estuvo acompañado de tortura y ahora se suma la desaparición forzada donde nuevamente es responsable el Estado, como lo fue con la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y recientemente el caso de Marco Antonio Sánchez Flores, joven detenido por policías en la Ciudad de México el pasado 23 de enero y quien fue encontrado, varios días después, en un estado físico que atestigua la tortura de que fue víctima.