El monto licitado ascendió a $ 40 mil millones en letras a 28 días. El 19 de diciembre las Lebac dejarán de existir. Pero la "bomba" de endeudamiento del Central no tiene fin.
Miércoles 21 de noviembre de 2018 00:00
El Banco Central realizó este martes la última licitación de Letras del Banco Central (Lebac), por un monto cercano a $ 40 mil millones y a una tasa del 50 % anual.
Estas letras supieron ser el instrumento central para la "bicicleta financiera" durante la presidencia del Banco Central al mando de Federico Sturzenegger y gran parte de la de Luis Caputo. El acuerdo con el FMI exigió poner fin a la "bomba" de dichas Letras, cuya emisión creciente implicó un mayor endeudamiento de la entidad monetaria.
Sin embargo, y a pesar de la austeridad y la rigidez de la política del FMI para el manejo monetario (ejecutado por el actual presidente Guido Sandleris), esto no debe confundir con un coto a la bicicleta financiera. Por el contrario, el desmantelamiento de la bomba de Lebac (su progresiva reducción del stock) se derivó en otra/s bombas: la de Letes (en dólares) por parte del Tesoro y especialmente las Leliq (Letras Líquidas) del Banco Central. En otras palabras, ni bomba ni endeudamiento tienen fin...
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En la licitación de ayer, como el vencimiento total era de Lebac era por $ 160.519 millones, y sólo se renovaron $ 40 mil millones a 28 días, el resultado fue una liberación al mercado $ 122.234 millones.
Ya no habrá más licitaciones de Lebac. El próximo 19 de diciembre de 2018 el vencimiento será de $ 69.818 mil millones y las Letras en cuestión dejarán de existir.
Desde el Banco Central, remarcaron que la liberación de fondos "no requerirá un esfuerzo de absorción adicional, ya que el BCRA se venía preparando y había realizado un esfuerzo de absorción mayor en las semanas previas sobrecumpliendo en más de 3% su meta de base monetaria".
Esta reducción de la base monetaria no es otra cosa que el permanente retiro de dinero de circulación mediante elevadísimas tasas de interés superiores al 60 % anual y una virtual destrucción del crédito. Se trata de una política monetaria que procura principalmente controlar el dólar sobre la base de un equilibrio sumamente inestable que no es suficiente para despejar el peligro de nuevas corridas cambiarias.