Al beneplácito de las casas financieras Morgan Stanley y JP Morgan, ayer se agregó la clasificadora de riesgo Fitch, instituciones por las que hablan directamente los grandes capitales internacionales, para dar su consentimiento al proceso constituyente que se vive en Chile
Viernes 20 de mayo de 2022
Mientras los dueños de los grandes capitales en Chile aún no se deciden que camino tomar ante la propuesta de la Convención, la alta finanza internacional ya comienza a entregar su mirada al borrador de la Nueva Constitución. Si el domingo fue el turno de los bancos de inversiones Morgan Stanley y JP Morgan, ayer jueves entrego su opinión la calificadora de riesgo crediticio Fitch, una de las tres que regulan la hegemonía financiera estadounidense en el mundo.
Para recordar lo de estos días, los bancos Morgan Stanley y JP Morgan se mostraron en lo central de acuerdo con el borrador, no encontraron mayores amenazas a la estructura económica chilena, donde el primero señalo: "No vemos signos de elementos potencialmente disruptivos para la macroeconomía de Chile. Las propuestas más extensas han sido rechazadas por el pleno [de la convención] y los próximos pasos del proceso no deberían conducir a cambios importantes en el proyecto de Constitución".
Celebrando en este documento a sus clientes "la exclusión de propuestas menos ortodoxas para el sector empresarial, la política económica y el marco institucional, que significaban un mayor riesgo para la inversión y lo fiscal. Esto debería ser positivo para la mayoría de los activos de renta fija, lo que debería reducir la incertidumbre política para los líderes empresariales, promoviendo la inversión y manteniendo un marco fiscal mayoritariamente ortodoxo". De hecho, destacaron que el cambio en minería “fue considerablemente más moderado” a lo que esperan de los convencionales.
JP Morgan por su parte puso algunos reparos sobre parte de la legislación minera y la autonomía del Banco Central, pero insustantivos, ya que la gran minería se mantendrá igual, las normas que buscaban apenas que el Estado tuviera la mayoría de la propiedad fue rechazada, y para que decir la nacionalización, que apenas se asomó. Y por lo del Banco Central se mantiene tal cual, solo que se agregan dos consejeros más, y ahora podrán sumarse a la remoción de alguno de las y los consejeros del BC ante la Corte Suprema, la Cámara de Diputados y la de las Regiones.
Pero fue ayer, que se sumó a este espaldarazo al gobierno (y a la Convención por defecto) Fitch Ratings, una de las tres calificadoras de riesgo internacional, que junto a Standard & Poor´s y Moody´s, supervisan para las oligarquías financieras el funcionamiento del crédito a nivel internacional, y donde se mostró en lo principal en línea con los dos bancos de inversión, recalcando un país "relativamente sólido, además de buenos indicadores de gobernabilidad y un historial de políticas macroeconómicas creíble".
"Las calificaciones de Chile están respaldadas por un balance soberano relativamente sólido, con deuda pública/PIB muy por debajo de sus pares, sólidos indicadores de gobernabilidad y un historial de políticas macroeconómicas creíbles centradas en un régimen de metas de inflación y tipo de cambio flexible", apuntando al historial de políticas fiscales neoliberales heredadas de la dictadura que ven que no serán tocadas en lo central, y que serán mantenidas.