Producción y realización audiovisual: Magdalena Pedernera
Antonio Villares es uno de los seis trabajadores del subte que murieron en los últimos siete años. Trabajaba en tareas de mantenimiento en la línea B y murió electrocutado el 2 de abril de 2013 en la estación Los Incas, cuando bajó a las vías inundadas a reparar una bomba.
Su hijo Pablo, brinda su testimonio en el marco del ataque que sufre el sindicato de los trabajadores del subte, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), por parte de Metrovías y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Metrovías es la empresa concesionaria del servicio del subte desde la privatización, en 1994. Desde entonces no ha dejado de amasar enormes ganancias, gracias a los subsidios millonarios que recibió a lo largo de todos los gobiernos y el sistemático aumento de las tarifas.
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A pesar de esto, la desinversión de la empresa ha decantado en un pésimo servicio y en la escalofriante estadística por la que suma casi un trabajador muerto por año, desde 2011 a la actualidad.
A continuación, se puede leer la entrevista completa
- Un mes después de la muerte de tu papá dijiste “él pasó por la vida y por donde pasó marcó a la gente que estaba a su lado”. Contanos quién era Antonio Villares
Mi viejo era un tipo bien de barrio, criado en una familia muy humilde, pobre. Vino de Santiago del Estero, una situación dura. Fue un tipo muy bonachón, muy querido, solidario desde lo vecinal y afectivo. Era un loco que se hizo querer bastante. Había laburado hasta los años ‘90 en las empresas de líneas marítimas del Estado ELMA, trabajaba en un taller de repuestos cuando asume el innombrable como presidente y con todo el sistema de retiros voluntarios acepta y como tantas familias pasó a querer ser cuentapropista a querer tener un negocio y demás y le fue como el demonio, la misma historia que se repitió en muchísima gente en Argentina. Pasó a estar desempleado, a changuear, era electricista, soldador. Con esas herramientas más la ayuda de mucha gente que apoyó a la familia pudimos sobrellevar casi 10 años de desempleo o de trabajo precario.
La verdad que fue muy duro porque más allá de lo bueno que era, también era un cabrón, yo también lo soy entonces teníamos una relación de choque y pasaron todos esos años que fueron de mucha tensión, porque lo laboral y lo económico también incide mucho en la vida diaria familiar. Y después de montones de situaciones inestables y de vivir feo, al día, había logrado una estabilidad laboral con el subte. Él entró a partir de la legalización de la jornada de 6 horas.
- ¿Ingresó al subte después de que se conquistaron las 6 horas?
Claro, cuando salen las 6 horas él entra porque hubo un cupo la laburo que hizo falta para cubrir. Fue por el 2004. Trabajó casi 10 años en Metrovías, había logrado una estabilidad laboral, que permitió que volviera la estabilidad a la familia, había podido empezar a hacer unas cuestiones relegadas, darse algunos gustos y nada, de repente cuando estaba en un momento bueno de su vida, que a nosotros también nos permitió conquistar una relación afectiva estable, porque somos dos cabrones. Se acabó. - Decías que entró a trabajar en Metrovías en 2004. Recordás cosas que él te contará sobre las condiciones de trabajo en el Subte
Tuvo algunas situaciones de riesgo que por ahí no las había concientizado en cuanto a la posibilidad que determinen una situación como la que terminó pasando. Pero tampoco hablábamos demasiado de lo técnico laboral, por ahí era más de lo afectivo, siempre de la anécdota de los compañeros. Por ahí sí de lo sindical, por ahí surgía un poco más por las protestas que estaba más mediatizado y por ahí surgían las charlas por lo político. - En qué sectores se desempeñó, cuáles eran sus tareas
Él entró como electricista y trabajaba en el sector de mantenimiento. Cualquier tipo de roturas, averías, desperfectos que tenían que ver con el sector de él, pedían un técnico y había un supervisor que designaba cuadrillas y ellos iban y hacían el mantenimiento de las cuestiones. Bombas y escaleras fue lo que más recuerdo que repetía y empezó con una categoría y a medida que iban pasando los años fue subiendo de categoría con distinta complejidad también de su trabajo. - En la misma entrevista que mencionábamos al principio,contabas que “era de meterse en el sindicato” y que estaba con los metrodelegados”. Contanos qué recordás de su militancia gremial
No era de meterse en el sindicato, por ahí no sé si me expresé mal. No era un militante. Sí apoyaba la causa, sí adhería a los paros. De hecho hay una anécdota que esa sí me la contó puntualmente, que a la semana o diez días de haber entrado en el subte con todo lo que eso implica para una persona que entra a un trabajo nuevo, hubo un paro, no me acuerdo la circunstancia pero hubo un paro al que él adhería en el objetivo. Pero obviamente a diez días de entrar a un trabajo con los contratos de prueba y esas cuestiones, nada, él dudaba mucho si adherirse o no. Lo que lo marcó un poco para después seguir apoyando la lucha del subte, fue que los muchachos le dijeron, de hecho había unos delegados del sindicato que eran compañeros de él, que le dijeron “mirá Antonio, si vos querés adherirte adherite, que no te va a tocar nadie. Y si a vos te tocan paramos de nuevo, quedate tranquilo” y mi viejo se adhirió y jamás por lo menos hubo intento de sanciones ni nada por el estilo y eso medio que lo marcó para apoyar a los trabajadores del subte. - ¿Qué opinión tenía tu papá sobre la UTA?
No hablamos tanto en detalle, mi viejo por ahí era más peronista por su base, su formación muy del conurbano y barrial entonces ahí teníamos nuestras diferencias, yo no comulgo mucho con el peronismo. De todos modos nunca apoyó a la UTA, eso es seguro. Pero sí apoyaba explícitamente a los delegados de la AGTSyP. - Decías que había sufrido cuestiones de riesgo que capaz no las había medido. ¿Tuvo algún accidente previo al 2 de abril?
No, accidente que yo recuerde no. - Contanos cómo fue ese 2 de abril del 2013
Yo vivía acá en Capital, en Boedo. Había salido la noche anterior, volví como a las 4 am y llovía impresionantemente mucho. Me acosté a dormir y a las 8 aproximadamente me llamaron por teléfono algunos compañeros. Ahora se me hace una laguna, no me acuerdo si fueron ellos o fue mi madre que me llamó y me dijo que la habían llamado los compañeros, que había tenido un accidente mi viejo que fuese volando. Y nada, salí volando pensando que había sido un accidente. Mi mamá estaba llorando así que me imaginé que había sido algo complicado pero no pensé que estaba muerto. Porque a mi mamá no le dijeron. Llamaron a mi casa y le pidieron por mí. Ella les dio mi teléfono y les pidió hablar con mi papá y le dijeron que no la iba a poder atender. “Queremos hablar con tu hijo” le dijeron, les dio mi teléfono y corto. Acto seguido volvió a llamar y pidió hablar con mi viejo. Insistió y le dijeron que había fallecido. Yo llegué al taller y estaban los muchachos ahí y me informaron, no sabía detalles, solamente sabía que había recibido una descarga eléctrica y que había fallecido en el acto.
- Contabas que te sorprendió que había jóvenes que lo lloraban. ¿Qué fue lo te llamó la atención?
Lo de los compañeros de mi viejo y sobre todo los más jóvenes fue para nosotros muy conmovedor obviamente estábamos en estado de shock en ese momento, porque fue muy violento todo pero si bien él nos nombraba siempre a los compañeros, a fulano, mengano, no sabíamos hasta dónde llegaba la relación afectiva. La solidaridad, el acompañamiento genuino desde lo afectivo era impresionante, ver que vienen y te ponen una palmada y te cuentan algunos detalles de la relación, de compartir aprendizajes, a veces pasa en algunos lugares que por ahí la gente mezquina compartir algunos aprendizajes por miedo a la competencia y la verdad que mi viejo nunca fue de ese tipo, trataba de involucrarse mucho con los pibes, de enseñarles lo que él sabía desde lo técnico. Y los pibes valoraron mucho eso y nos lo hicieron saber. Fue muy emocionante ver a todos los compañeros llorando la pérdida, aparte de un trabajador, un compañero querido. No sé si la palabra es fuerza, pero cuando estás mal que otras personas te acompañen ayuda un poco a sobrellevar el dolor. Y no tengo mucho contacto, no lo tenía en su momento, alguna palabra cada tanto, en las fechas aniversarios por ahí llega un saludo, pero no tengo una relación de amistad o de contacto permanente pero siempre están presentes. - ¿Cuál fue la respuesta que recibieron en ese momento de parte de la empresa?
No hubo en sí una respuesta, ni un acercamiento en el momento. Yo ahí mismo esperé a mi familia que estaba viniendo. Mientras yo me trasladaba, fuimos a estación Los Incas que fue donde fue el accidente y no hubo una respuesta tangible. Hubo un acercamiento de una autoridad jerárquica, personal de recursos humanos, asistente social de parte de ellos, diciendo que no sabían lo que había pasado que seamos cautos, no se sabía todavía bien cómo había sido. - Y durante el desenlace posterior, ¿llegaron a saber por parte de la empresa cómo fueron las cosas?
No, luego de esa jornada hubieron algunas llamadas por ahí ya pasado el tiempo, por cuestiones administrativas de papelerío, pero nunca recibimos un informe formal de la empresa, sino que lo que la empresa cree que pasó nos lo enteramos por la causa judicial. - En octubre de 2013 había una causa abierta por la muerte de tu papá y por la muerte de otras cinco personas que fallecieron en el marco de la tormenta de ese día
Cuando dijiste cinco personas pensé que te ibas a referir a los otros cinco trabajadores del subte, porque Metrovías tiene la costumbre de matar a un trabajador al año y seguramente herir a unos cuantos más. La causa judicial por la muerte de mi viejo está en cierto modo empantanada porque la causa, más allá de que su muerte no fue por causa directa del agua, no es que murió ahogado, si no que él fue a reparar una bomba por la inundación de las vías, algo que pasaba muy seguido, que pasa lamentablemente. Dos por tres volvía todo empapado. Él fue a reparar una bomba como muchas veces lo había hecho y murió electrocutado. Pero sucedió que en esa misma zona, murieron otras cinco personas, incluso hubo gente que murió ahogada en un auto. A partir de la causa judicial por la muerte de cada persona, como todas tuvieron que ver con la inundación y esa inundación tiene que ver con la obra del entubamiento del arroyo Maldonado, la causa de mi viejo fue anexada a esa megacausa, son 6 muertes.
Entonces al ser una megacausa y cada causa tener sus particularidades hace que avancen cada causa por su lado, después avanza la megacausa, vuelven las causas a los juzgados o por ahí la de la muerte de mi papá vuelve a su juzgado y eso hace que se empantane todo porque los tiempos judiciales los conocemos y sobre todo cuando están involucradas autoridades que hoy están en la presidencia de la Nación. Seguramente eso ayude a que la causa avance más lento todavía.
- En todos estos años, no ha habido avance ni en la causa general ni en la particular de tu papá…
Exacto. - Contra quiénes es la causa que está en curso
La causa abierta es contra Metrovías, Sbase, el gobierno de la ciudad. Sbase es la operadora estatal, Metrovías la empresa y el Gobierno está encargado de las concesiones. Imputados, hasta ahora no hay, la causa está avanzando extremadamente lenta entonces no hay imputados con nombre y apellido, si bien hay por ahí responsables directos seguramente, porque el tercer riel famoso estaba energizado. Mandaron a una persona a reparar una bomba que estaba ubicada en un sector que a su vez decía prohibido circular. O sea en una zona que decía prohibido circular por riesgo ponen una bomba, mandan a una persona a repararla porque no funcionaba, porque los desagües tampoco son los que deberían ser y por eso se inunda y desde el mismo sector que lo mandan a reparar, energizan. Esos serían como responsables directos, asumo yo. Pero después hay toda una serie de responsabilidades en cuanto al organigrama de la empresa, responsabilidades en prevención, en protocolos, que es mucho más complejo y eso llegaría hasta cúpulas altas, pero bueno veremos cómo se puede hacer para concretar y que esas responsabilidades se efectivicen en la causa y que llegue a acciones concretas y que ayude a modificar algo.
- Recién nombrabas que tu papa no fue el único trabajador que murió trabajando, hay otros cinco trabajadores que murieron en los últimos 7 años. Quiénes opinás que son los responsables de todas esas muertes
Básicamente la empresa apadrinada por un poder político que la banca. El grupo Roggio, el Gobierno de la Ciudad que estaba en el momento, el actual comulga obviamente con el que estaba antes porque el jefe de Gobierno era Macri en ese momento. Pero las concesiones vienen de mucho antes. Creo que viene por ahí llevándolo muy a lo macro, son todas muertes que eran totalmente evitables, por eso a veces también cuesta decir la palabra accidente porque los accidentes son cuestiones evitables, si fuese uno en una cantidad de años de décadas se podría llamar accidente. Uno por año, muchos ligados a electrocución, se pone más turbio el tema. - Actualmente los trabajadores del subte están atravesando un conflicto por un reclamo salarial y por un ataque a su organización sindical la AGTSyP
Tiene que ver con todo, con el sistema sindical o con la realidad sindical argentina. Hay un gran sindicato que es la UTA manejado por esos empresarios encubiertos, disfrazados de sindicalistas, como tantos otros empresarios disfrazados de sindicalistas que tenemos en el país y una organización que de cierto modo es dirigida por los trabajadores de base o que tiene aunque sea una representación de voz, obviamente no beneficia a los intereses económicos de nadie, así que obviamente apoyo la lucha de los trabajadores del subte, me gustaría que fuese más compacta como lo era en ese momento cuando entró mi viejo. Pero bueno nada hay cuestiones ideológicas que hacen que se diversifique un poco la lucha, obviamente igual los apoyo, porque me parece justo todo lo que reclaman y deberían tener su personería gremial porque la gran mayoría de los trabajadores del subte apoya a ese sindicato. - ¿Qué opinás que habría que hacer con el subte?
El tema es que mientras la prioridad sea el dinero, la ganancia, optimizar recursos y la vida de las personas sea tan barata, en cuestión económica y en cuestiones penales y no haya una educación o una conciencia colectiva de todo lo que eso implica es difícil salir. No sé cuál sería la salida concreta. Desde ya que las empresas muy difícilmente nos puedan dar una solución porque buscan un negocio y optimizar recursos económicos, esa no va a ser una salida. - Hay un sector de los metrodelegados que tienen la propuesta de que sea estatizado bajo control de los trabajadores y comités de usuarios. ¿Qué opinás?
Me encanta, me gustaría que sea estatizado y que los trabajadores controlen, ellos saben cómo funciona todo la consigna es hermosa, en este sistema en que vivimos habría que ver cómo se puede llevar adelante porque cualquier consigan que tenga que ver con entorpecer los intereses económicos siempre le van a poner palos en la rueda y van a querer bajarla. Básicamente esa sería la salida, llevarla a la práctica es como este tema y como tantos otros es muy complejo. Necesitamos una sociedad, un público usuario más interiorizado en las cuestiones que pueda reflexionar acerca de lo que sucede realmente y no quedarse solamente con el título efectista. - Para finalizar, ¿hay algo que quieras agregar Pablo?
Si, siento que nada cambió, que es lamentable que todo siga igual. Luego de que mi viejo haya muerto electrocutado por las negligencias que tuvieron, el año anterior había muerto Diego Martínez también en una situación por equipamiento muy precario, incluso está demostrado en la causa que fue manipulado luego de la muerte del muchacho para diluir las responsabilidades de la empresa. Luego de eso muere Matías Kruger, un chico muy joven que fue bastante conocido porque jugaba en la selección. Siento que nada cambia y que cada vez ganan mas guita. Evidentemente les sale más económico pagar la muerte de un trabajador anual que invertir en un sistema de prevención tanto a nivel equipamiento como a nivel protocolos y entonces no sé si la salida va a ser fácil de concretar. La salida de este círculo perverso, donde probablemente tengamos que sufrir la muerte de algún otro trabajador o usuario.
Ayer revisando para refrescar la memoria revisando algunas cuestiones me encontré con esa nota de gente, usuarios, caminando por las vías, hace poco nos enteramos de las formaciones que se compraron con material cancerígeno entonces es todo tan turbio, todo negocio, la vida de las personas tiene precio para esta gente y es tremendo.
Hay que seguir peleando y ver desde el lugar de cada uno como usuarios, en este caso como familiares de víctimas como trabajadores, como sociedad qué podemos hacer para que tanto Metrovías, el Gobierno de la Ciudad como tantas otras empresas, tanto de servicios públicos como que no tengan tan fácil la salida ante la muerte de personas por trabajar.