En una primarias marcadas por la ausencia de participación, el Frente Amplio logró imponerse a la exConcertación eligiendo a Camila Nieto. Sorprendió la alta votación que obtuvo el candidato Maza (DC) que se quedó con poco más del 28% de los votos.
Lunes 10 de junio
Se esperaba una baja participación en las elecciones primarias en Valparaíso. Algunos culparon a los anuncios de lluvias, otros a un momento más de apatía, pero fuera la razón que fuera en la comuna solo votaron 9.735 personas.
La primaria organizada para resolver la candidatura del sector oficialista se dió entre seis representantes de Convergencia Social, el FRVS, el Partido Liberal, Socialista, Demócrata Cristiano y el PPD.
La mayoría de los votos los obtuvo la candidatura de Camila Nieto (CS) actual concejala de la comuna y que fue respaldada por las y los diputados de la zona. Nieto había sido señalada como la “favorita” para ganar la elección, cuestión que terminó siendo ratificada al final de la jornada.
Pero por fuera de Nieto, la incógnita eran los candidatos de la exConcertaciones, quienes venían apostando a una recomposición de su influencia local y que se podría expresar en esta elección.
El problema es que los resultados dejan un escenario complejo para partidos como el PS o el PPD que pronosticaban un mejor posicionamiento frente a la ausencia de un Sharp.
Una buena elección de la DC y la incertidumbre de Meyer
Sin dudas llamó la atención el resultado de Guillermo de la Maza (DC). Desde el retorno a la democracia y por 18 años, la DC tuvo en la comuna un enorme bastión electoral que terminó con la elección de Castro (UDI) en el 2008. Quien luego de dos periodos perdió la elección frente a Sharp (2016-).
La elección del 2016 marcó un declive del bloque concertacionista (que llevó como candidato a “Dj Mendes”) y que en el 2021 una parte decidió apoyar a Sharp (hoy Socialismo Democrático) y la DC llevó a Marcelo Barraza que alcanzó un precario 7%.
El resultado del fin de semana es un punto a reflexionar porque hasta ahora el Frente Amplio venía arrasando en las elecciones. Con victorias a nivel municipal, del gobierno regional y el parlamento.
La victoria de Nieto le permite al oficialismo mantener una candidatura pero también abre la duda de si la “hegemonía” casi indiscutible que tenía el FA en la región se mantiene luego de dos periodos y de su arribo a la administración del Estado.
Si esta adaptación a la realpolitik por parte del gobierno, le está abriendo una brecha al centro y a la ex Concertación, es algo que está por verse, la primaria parece ser síntoma de ello. Los resultados tendrán que verse en las elecciones de octubre y el resultado a nivel de concejales y cores.
Por otro lado, el gran afectado con la elección de Nieto es Sharp y Meyer, quien disputa un electorado más o menos similar con la militante frenteamplista. De hecho, una de las razones por las que Sharp habría renunciado a competir una tercera vez fue justamente la elección de Nieto como candidata a la alcaldía.
Sin duda Nieto incomoda a Transformar (grupo de Sharp y Meyer) ya que Convergencia Social es el ex partido del mismo Sharp y de una parte importante de su grupo más cercano.
Solo candidatos del establishment y de administración tradicional
Con las primarias resueltas, el oficialismo entrará de lleno a apuntalar a Nieto para retener un municipio que en este punto se encuentra en una gran incógnita. La salida de Sharp del escenario electoral sólo añadió más incertidumbre ya que podría dividir los votos entre dos candidaturas que ocupan un espacio similar (Nieto y Meyer). La derecha aún no designa su candidatura pero es muy probable que la figura sea ocupada por la UDI.
Si bien Nieto pretende posicionarse a la izquierda del oficialismo, la realidad es que el hecho de haber ido en una lista común con la DC muestra la subordinación del proyecto frenteamplista a un gobierno que ha ido girando a la derecha cada vez más y que representa la continuidad con la ex Concertación, es decir: una administración del modelo neoliberal.
Este giro no solo se ha demostrado una y otra vez con la permanente renovación del estado de excepción en el sur o el giro a la política securitaria, tomando como suya la agenda de fortalecimiento de las policías y leyes que les garantizan impunidad en su actuar como la ley Nain-Retamal. Pero además es la representante de las políticas miserables del gobierno contra las familias afectadas por el megaincendio y que siguen sufriendo la lenta respuesta en la entrega de viviendas definitivas o de mínima un plan serio para la reconstrucción.
Además, Nieto señaló durante la campaña que su eventual administración se centraría en seguridad (más coordinación con las policías), recuperación patrimonial y el ornato de la ciudad. Un chiste si consideramos las enormes falencias estructurales como la falta de trabajos de calidad, la saturación del sistema de salud y el déficit habitacional. El programa de Nieto es otra cara del camino que representó Ripamonti (RD) en Viña del Mar que terminó siendo más de lo mismo.
Es este giro el que le da nuevos aires a viejos partidos que parecían al borde de la extinción.
Si bien Meyer irá fuera de la coalición oficialista y se ha definido como una alternativa por “izquierda”, representa la continuidad de la gestión de Sharp que se mostró agotado frente a su adaptación a las reglas impuestas por la constitución pinochetista y que limitó sus logros a “mejorar las finanzas” o limpiar la ciudad. ya ni se habla de proyectos como transformar el histórico edificio Tassara (que alberga al Liberty) para viviendas sociales.
Ahora hay que esperar a julio para conocer la lista definitiva de quienes disputarán el sillón municipal.