Las cámaras están ubicadas en ambos extremos del colectivo. También poseen micrófonos ambientales y están monitoreadas por el 911 policial. El gasto fue de 20 millones de pesos.
Jueves 4 de agosto de 2016
El socialismo de la ciudad y de la provincia se apresta a convertir a Rosario en un Gran Hermano a cielo abierto. A las más de 500 cámaras de vigilancia instaladas a lo largo de la ciudad, se les suman otra centena que están instaladas en 50 colectivos. Se instalarán 100 cámaras más en unidades de La Mixta y Rosario Bus.
El ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro y la intendenta de Rosario, Mónica Fein, inauguraron las unidades de transporte urbano que contaran con el sistema de videovigilancia. Las cámaras están instaladas en ambos extremos de las unidades, cuentan con micrófono ambiental y están conectadas al Comando Radioeléctrico.
La decisión de invertir en cámaras de seguridad genera polémica luego de los sucesivos aumentos del boleto de transporte, que desde el municipio y la provincia consideraban imposibles de no realizarse. Los aumentos permanentes, el servicio pésimo que se brinda, tanto en lo que hace a su frecuencia como a los colectivos, contrastan con la decisión de invertir en cámaras de seguridad en lugar de abaratar el precio del boleto o mejorar el servicio.
Este tipo de medidas son una excusa perfecta para que las empresas dedicadas al negocio de la “seguridad” se lleven millones de pesos a costa de las licitaciones estatales, además de no resolver en nada en el problema que dice atacar ya que como ha quedado demostrado una y otra vez en la provincia el crimen está organizado desde la propia policía.
Al mismo tiempo este tipo de medidas ya ha sido criticado en muchas ocasiones. El fortalecimiento del control y la vigilancia del Estado y de la policía, potenciado por el uso de este tipo de tecnologías, no solo viola el derecho a la privacidad y es un mecanismo de vigilancia más contra los chóferes de colectivo.