Desde el 24/06 hasta el 31/10, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires se expone la muestra de la artista, titulada "Dream Come True".
Lunes 11 de julio de 2016 09:35
Hasta fines de octubre, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires será el anfitrión de la muestra Dream Come True -o "Sueño hecho realidad", en español- de la artista Yoko Ono.
Como reza el programa de actividades del MALBA, "la misma está compuesta por más de ochenta trabajos, que incluyen objetos, videos, films, instalaciones y registros sonoros producidos desde principios de los 60’ hasta hoy; y tiene como eje las llamadas Instrucciones, que Ono viene desarrollando desde hace más de sesenta años."
La obra, de conjunto, denota sencillez para transmitir los mensajes. Es decir, con un estilo directo y simple, aunque no por eso menos profundo.
Quizás el aspecto más agudo, que devela uno de los contenidos más disruptivos del proyecto, es su pronunciamiento contra la opresión hacia las mujeres. Como parte de la obra, encontramos una pared llena de notas compuestas por denuncias. Cada una de ellas es una historia, un mundo; distintos relatos sobre las opresiones invisibles, las más naturalizadas, que generan crudeza e impacto que generan. A su vez, hay un film corto que retrata el acoso callejero, que muestra el intento de escape de la mujer frente a la obsesión del acosador.
Por otra parte, está presente un "espíritu de libertad", desarrollado en forma de diversas manifestaciones artístico-personales-corporales, donde lo natural y la desnudez son rasgos característicos. Del mismo modo introduce un mensaje de paz, muy distintivo en la actividad de Yoko Ono quien -recordemos- fue una figura destacada de la oposición a la Guerra de Vietnam.
Esta obra, inspirada en un arte de tipo conceptual, donde lo simbólico es lo que prevalece, la autora utiliza como recursos la interacción. Para esto apela al juego, buscando una actitud cómplice del público, al que invita a explorar la muestra desde la percepción de un niño.
Debido que la muestra comenzó a tomar forma en los años 60’, evidencia las expresiones artísticas de un momento de movimientos sociales anti-bélicos y anti-sistema. Yoko Ono, de hecho, fue pionera de un arte que rechazaba la mercantilización de las relaciones en el mundo capitalista, sus opresiones y las guerras que el imperialismo lleva adelante.
En el arte de Ono, vemos una simbología de concepción abstracta e individual, vinculada con respuesta que brinda la autora a las opresiones del mundo. Más allá de que, quien suscribe a esta crítica, entiende como "idealista" la salida social que deja -ya que entendemos que ni la liberación de las mujeres, ni la paz ni, menos aún, la libertad, podrán alcanzarse por medios pacíficos-, es una obra que vale la pena conocer. Tanto por la personalidad de la autora, como por las características y reflejos culturales de un momento determinado.
Luego de visitar esta exposición en el Malba, recomendamos hacerse un buen tiempo para recorrer la muestra permanente del Museo, y estimularse con clásicos que siempre vale la pena volver a ver.
