Franco Zárate, de 19 años, murió el pasado 23 de enero producto de un balazo efectuado por un kiosquero identificado como Pelagio Gualberto Ximénez. El hecho ocurrió en Mataderos, cuando el joven se acercó hasta el comercio ubicado en la esquina de Bragado y Basualdo, acompañado de su padre y su primo para comprar unas cervezas.
Los dos jóvenes habrían mantenido una discusión con Ximénez, según cuentan los familiares, porque el comerciante había querido cobrarles cuarenta pesos por cada cerveza. Ellos le dijeron que los estaba estafando, y el comerciante les contestó: “Váyanse a su país, bolivianos de mierda”. Los padres de Franco son bolivianos y llevan más de 20 años viviendo en Argentina.
Luego de que dejaran el kiosco y volvieran para la camioneta donde los esperaba Elvis, el padre de Franco, Ximénez salió detrás de ellos para agredirlos. Primero golpeó al joven en la cara, y cuando bajó del vehículo le disparó en el pecho. Cuando llegaron al hospital Santojanni ya estaba muerto.
Pelagio Ximénez los denunció por robo, y la policía detuvo al padre y al primo de Franco cuando se acercaron a la comisaría a reportar el crimen, aunque ya fueron puestos en libertad. La causa se tramita en la Secretaría 159 del Juzgado de Instrucción 19 de la Ciudad de Buenos Aires pero los familiares denuncian que sigue caratulada como robo y no como asesinato, ya que consideraron que fue el disparo se efectuó en legítima defensa.
El abogado de la familia, Cristóbal Zárate, hizo declaraciones sobre la causa: "Queremos que la carátula sea homicidio y que detengan al quiosquero, porque esto fue un crimen”. Además agregó que el comerciante le disparó sin necesidad alguna.
Franco había terminado el secundario y estaba por empezar a estudiar ingeniería en la Universidad Técnica Nacional.
El lunes 26 se realizó una movilización en el barrio hasta el comercio de Ximénez para pedir justicia por la muerte del joven. |