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La Izquierda Diario
24 de abril de 2018 Twitter Faceboock

Entrevista
Ariel Scher: “Los protagonistas de algunos de mis cuentos son personas que juegan su mundial cotidiano al subirse al subte”
Lucía Ravecca | @luciaravecca

En la antesala de la Feria del Libro, Ariel Scher presenta su nueva obra en la que compila una serie de cuentos bajo una premisa común: los mundiales de fútbol. En una cálida entrevista con La Izquierda Diario nos habló sobre “Todo mientras Diego y otros cuentos mundiales”.

Link: https://www.laizquierdadiario.com/Ariel-Scher-Los-protagonistas-de-algunos-de-mis-cuentos-son-personas-que-juegan-su-mundial

Foto: César Dergarabedián

Para bajar la ansiedad mundialista el periodista, escritor y docente Ariel Scher escribe cuentos o textos periodísticos sobre la Copa del Mundo. A través de Editorial Sur y, junto con la colaboración de su hijo menor Ezequiel, publicó este libro de cuentos donde la gran cita del fútbol es la protagonista. Este miércoles 25 de abril lo estará presentando en la sede social del Club Lanús y previo a ese encuentro, nos adelantó de qué va la cosa.

LID- ¿De qué se trata el libro?

AS- Todo mientras Diego es un libro de cuentos. Cuentos que escribí en distintos momentos de mi vida y que tienen como eje el futbol, sobre todo los mundiales. Los cuentos son de mundiales, pero no necesariamente son sólo de Maradona o de Messi o de Johan Cruyff o de Pelé. Son historias donde los protagonistas son las señoras y los señores que juegan cada día su mundial cotidiano, juegan el mundial de subirse al subte y resistir la marca del pasajero de al lado y tener la expectativa de, en algún momento del día, hacer su gol dándole un abrazo a una persona que les gusta, o a sus hijos o mirando un partido que les gusta.

¿Por qué el título Todo mientras Diego?

Es un cuento breve, de unos pocos párrafos, en el que el eje temático es qué le sucede al protagonista del cuento que tiene una búsqueda. Esta consiste en hablar con la gente sobre qué le sucedió mientas Maradona avanzaba en un flash de la historia, camino a la construcción de una eternidad. Yo no tengo ninguna constancia de la existencia de la eternidad ni se lo qué es, pero quizá la eternidad es un buen invento para encontrar dónde poner esos segundos en los que Maradona hizo algo con el fútbol y como no se pueden repetir nunca más hay que inventar una eternidad donde ponerlos.

¿Por qué cuentos?

Cuentos es una forma en la que me siento a gusto. Es una forma que me estimula a escribir en esta etapa de mi vida. Es un formato que a mí me gusta mucho leer y escribir. Yo siento que los cuentos son como un saque del arco o un saque del medio. Vos ves en movimiento algo que gira y después el juego es de otros. A mí me pasa que viene gente y me dice: “leí el cuento Todo mientras Diego. Qué bueno cuando dice tal cosa o tal otra” y yo pienso “que bárbaro lo que destacó. Eso que me está contando yo no lo escribí”. La persona que me lo cuenta a veces sí cita alguna historia que yo puse ahí, pero a veces fabula su propia historia a partir del disparador que es el marco del cuento. Me gusta que los cuentos tengan se cédula de identidad propia y en algún momento, amablemente, hagan su vida…

¿Cómo surgió la idea de publicar Todo mientras Diego?

El disparador fue la vecindad del Mundial que a mí me genera -como a muchas personas- una ansiedad o una búsqueda de fútbol adicional. Hay gente que la canaliza de muchas maneras: jugará más al fútbol, comprará un televisor más grande, según lo que a veces la vida y a veces la sociedad de consumo les proponga. A mí me invita a escribir y hace muchos años que escribo con los mundiales como foco periodístico pero también como foco literario. Es entonces que se dio reunir estos cuentos que publica Editorial Sur que, como muchísimos libros de cuentos, tienen un eje identitario que los une.

¿Tenés un cuento preferido?

No, pero voy a destacar uno. Unos cuantos campeonatos del mundo a partir de 1982 los vi charlando, a veces en la misma ciudad y a veces comunicándome a distancia, con un amigo mío que se llamaba Alejandro Horacio Gómez. Gran periodista. Un tipo que escribía muy bien y leía muy bien. Él se murió… los amigos a veces nos hacen esa macana... Cuando una serie de combinaciones de oligarquías y poderes ubicaron a Maxima Zorreguieta como reina de Holanda, los diarios titularon que una argentina era reina, y yo me sentí en la obligación de comunicarle al mundo que quisiera enterarse que el verdadero rey de Holanda era mi amigo. Porque mi amigo sabía todo de Holanda. Tenía un emparentamiento conceptual con el fútbol que desarrolló ese país a partir de los años ’70. El cuento se llama El rey de Holanda. No está dedicado a él sino a sus amigos que lo extrañan y lo siguen queriendo y sentando en nuestra mesa. Y para mí es un cuento que entre muchos otros me ayuda a decir, como el señor Rodolfo Walsh, que “el verdadero cementerio es la memoria”. Y en ese cuento hay mucha memoria a Ale.

 
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