No solo internamente sino también a nivel internacional las elecciones presidenciales anticipadas para este 20 de mayo en Venezuela se encuentran en el centro político, sobre todo latinoamericano, en el marco de una catástrofe económica y social, que sigue empeorando, y que soporta el pueblo trabajador. Se trata de unas elecciones diseñadas a la medida de Maduro, como una clara maniobra del gobierno que busca reelegir y relegitimar el decadente y reaccionario bonapartismo del régimen. Unas elecciones que se viven bajo una alta tensión política.
Este jueves tuvieron lugar los cierres de campaña. Luego del corto período de campaña completamente deslucido por la brutal crisis económica, Maduro se burló del pueblo haciendo proselitismo como si no estuviera en el gobierno y no fuera responsable de semejante tragedia; por su parte a Henri Falcón no se le ocurrió mejor idea que proponer atarnos a la dictadura del FMI y hasta dolarizar la economía, como si los usureros internacionales vayan a salvar al pueblo.
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A medida que se acercaban las elecciones, desde Estados Unidos, Canadá, Europa y gobiernos de la derecha latinoamericana, intensificaron los “llamados” al gobierno de Maduro para suspenderlas, cuestión que también hizo a nivel local la Conferencia Episcopal Venezolana. Ya lo había hecho en su momento la propia oposición criolla que decidió no presentarse a elecciones, y que consideran a la candidatura de Henri Falcón como un divisor de la misma.
En la desesperación para evitar un alto índice de abstencionismo, Maduro anunció cínicamente que “dará un premio” a través del “Carnet de la Patria” para el que vaya a votar. Como es obvio que quien maneja los datos del carnet es el gobierno, es decir, el PSUV, se trata de un mecanismo perverso de incitación al voto por el propio chavismo.
“La patria te protege por el Carnet de la Patria y tú proteges a la patria con tu voto. Esto es dando y dando”, sostiene Maduro. Una manera de chantaje político de “si me votas, tendrás los subsidios que te doy”, haciéndolo de una manera completamente descarada
Mientras tanto el Consejo Nacional Electoral (CNE), que es controlado por el propio chavismo, salió a declarar que podrían pedir sanciones -que incluyen arresto y multas- a quienes promuevan la abstención de cara a las presidenciales del domingo, afirmando la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, que "queremos recordar una vez más que está prohibido por ley desestimular el voto", cuando nunca antes habían hecho alusión a supuestas sanciones, como por ejemplo en las propias elecciones del 2005, cuando la derecha no se presentó a los comicios llamando a no ir a votar.
No faltó la declaración oficial de las Fuerzas Armadas este martes, teniendo como portavoz al ministro de la Defensa, el General Mayor Vladimir Padrino López, afirmando que hay "fortaleza, unidad, cohesión del Estado", haciendo énfasis que no hay división en las Fuerzas Armadas y su claro alineamiento con Maduro. Afirmando al mismo tiempo que fueron desplegados 150.000 integrantes de las FFAA en todo el territorio nacional para el proceso electoral.
El cinismo del imperialismo y la derecha continental alineados con la oposición criolla
Este mismo martes también senadores estadounidenses del Partido Demócrata como Dick Durbin, líder de la minoría en el Senado, y Bob Menéndez, con su clásica arrogancia “exigieron” atrasar las elecciones del domingo. Estos senadores apuntaron en un comunicado que "Hacemos un llamado para exigirle al presidente Maduro y a su Gobierno a atrasar las elecciones al menos por seis meses”, aludiendo a que el proceso electoral “cumpla con los estándares internacionales determinados". Capaz se refieren a los estándares internacionales aplicados en Brasil, donde dejaron fuera de la escena política a Lula Da Silva.
El derechismo continental no faltó a esta cita injerencista , ya que los ministros de Exteriores y de Finanzas de los países de llamado Grupo de Lima, reunidos en México, también salieron a hacer su "último llamado" a suspender los comicios presidenciales del domingo. Se trata de un grupo conformado por 14 países, entre ellos Argentina, Brasil, Canadá, Chile México y Perú. El canciller mexicano Luis Videgaray leyó un comunicado en el que afirma que: “Se analizaron los posibles escenarios e identificaron una serie de acciones que podrían tomar de manera colectiva o individual, después del 20 de mayo, en el ámbito diplomático, económico, financiero y humanitario”. Aunque sin especificar dichas acciones. En el encuentro -en que participaron representantes del Estado Español y, por videoconferencia, de Estados Unidos- participaron por primera vez ministros y funcionarios de Hacienda y de Finanzas.
La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) fue más allá al pedir nuevamente que se suspendan las votaciones que, opinó, se celebrarán sin garantías suficientes. Las elecciones "tal como están concebidas, sin las suficientes garantías que identifican todo proceso electoral libre, confiable, transparente, con innumerables inhabilitaciones de posibles candidatos, lejos de aportar una solución a la crisis que vive el país, pueden agravarla y conducirlo a una catástrofe humanitaria sin precedentes. La alta jerarquía católica venezolana valoró como "urgente" postergar estos comicios "para el último trimestre del año". La CEV, que ha sido siempre crítica por derecha al Gobierno chavista, indica que a la luz de estos hechos "se deslegitima la realización de las elecciones presidenciales".
La respuesta del imperialismo estadounidense y europeo, incluyendo la derecha continental, a la convocatoria de Maduro ha sido de rechazo, nuevas sanciones y amenazas. Pero es puro cinismo
La preocupación “democrática” de todos estos actores se desnuda ante la práctica represiva y reaccionaria en el terreno doméstico, mientras que en política internacional cierran la boca frente al golpismo de la derecha brasileña, que viene protagonizando una nueva avanzada contra los derechos democráticos de la población a partir de la intervención militar en Río de Janeiro, el asesinato de la concejala de izquierda Marielle Franco y el encarcelamiento de Lula da Silva por parte de la justicia propatronal y proimperialista, violando el derecho a su defensa y cercenando la posibilidad de que el pueblo brasileño pueda decidir a quién votar.
Escenarios de unas elecciones que en cualquiera de sus variantes solo será descargar la crisis sobre el pueblo
¿Qué escenarios se avecinan tanto para el propio día de las elecciones como para el día después? Sea cual fuere el resultado, no se contempla una salida a la catástrofe económica y social imperante, que no sea otra que implique que siga descargándose sobre el pueblo trabajador.
Aunque es un secreto a voces que Maduro saldría reelecto, tomando en cuenta cómo están diseñadas las elecciones, aunque muchas encuestas dicen lo contrario o incluso vaticinan una alta abstención.
Maduro ha dicho que de garantizarse su reelección “acabará” con las crisis después de los comicios tomando medidas económicas. Demagogia no le falta, pues jamás ha indicado las razones por las cuales no ha tomado esas medidas hasta ahora, siendo que controla todo el aparato gubernamental y estatal, y tampoco da el más mínimo detalle de su supuesto “plan”. Ni un atisbo de cambio a favor del pueblo se puede avizorar, y nada tampoco cambiaría el “día después” que no sea mayor padecimiento y el atornillamiento de una alta burocracia estatal y de camarillas políticas sustentada en las Fuerzas Armadas.
Por su parte Henri Falcón, dado el hipotético caso que ganase, por lo que aboga es por la dictadura del FMI, por tanto más atadura al capital financiero y hasta una dolarización de la economía de la mano de los empresarios, es decir, “para salir” de la crisis seguir descargándola sobre el pueblo trabajador.
Falcón viene del chavismo y como tal se eligió alcalde de Barquisimeto y gobernador del estado Lara, de chavista pasó a considerarse del “chavismo light”, hasta enfilarse como integrante del bloque de la derechista Mesa de Unidad Democrática, de allí que se le achaca haber llegado a un acuerdo con el gobierno de Maduro para candidatearse y convertirse en lo que el chavismo estaría buscando, una “oposición” encasillada dentro de su régimen político.
¿Qué podría significar un eventual triunfo del candidato Henri Falcón? Aunque esto parece poco probable, y si no está negociado este eventual resultado (algunos sectores acusan a Falcón de ser una oposición por dentro del régimen), abriría una crisis política donde todo pasaría a depender de la decisión de las Fuerzas Armadas.
Si se trata de una “válvula” para abrir una “transición” (Falcón se considera a si mismo como el personaje de una transición política), habrá que esperar y ver el desarrollo de los acontecimientos y de los supuestos acuerdos, pero de cualquier manera las Fuerzas Armadas estarían por atrás de cualquier transición, ya que cualquier “salida” política pasa por los militares
En conversación con La Izquierda Diario, Angel Arias de la Liga de Trabajadores por el Socialismo señaló que “En estas elecciones no habrá ninguna opción que represente los intereses de los trabajadores y el pueblo pobre. No lo es Maduro, no lo es la derecha que las rechaza de la mano del imperialismo para engañar al pueblo que ya no aguanta la actual situación. Tampoco lo son los otros candidatos que se presentan. Por eso, desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo, llamamos a la abstención o el voto nulo para el caso de los empleados y trabajadores de instituciones estatales obligados a ir a votar. Lo hacemos al servicio de la lucha por la independencia política de la clase obrera y para fortalecer una perspectiva de movilización de los trabajadores y el pueblo pobre, con un programa de salida a la catastrófica situación actual”.
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