“Hay que estar más fuertes que nunca y teniendo las convicciones bien claras”, enunciaba una compañera del Centro de Estudiantes del Normal 1 (CEN1), haciendo referencia a la situación que vivimos a nivel nacional y con plena confianza en la fuerza de los secundarios organizados.
A nosotros no nos tienen que contar lo que vivimos en las aulas día a día. Mientras nuestros techos se caen y nos turnamos para cursar por falta de mobiliario, todavía no se aplica la ley de Educación Sexual Integral (ESI) en todos los colegios. Nuestros docentes cobran una miseria y los tarifazos se hacen sentir tanto en nuestras casas como en nuestros salones.
Como respuesta a la medida de fuerza convocada por las distintas Coordinadoras Secundarias (CEB,UES- kirchnerismo-, MUS-PCR) y varios Centros de Estudiantes, dejaron ingresar al Ministerio de Educación sólo a un representante por Centro de Estudiantes, entre otros el CEAT (Albert Thomas), CEBA (Bellas Artes), CEL (Liceo), CEN1, CEN2, CEN3, CE Legión, CERW (Rodolfo Walsh), CECSM (Comercial San Martin). En la reunión, a puertas cerradas con autoridades, cuando una compañera planteó que a su colegio (como a tantos otros) no llegaba la vianda alimenticia como uno de los montones de problemas que padecemos los estudiantes, la inspectora allí presente le respondió con cinismo que se cambiara a un colegio donde sí lleguen las viandas.
Ningún gobierno nos regaló nada, por eso sentimos la necesidad de organizarnos en nuestras escuelas, pero principalmente en las calles. Es la única forma para conquistar nuestros derechos y hacernos escuchar. Tampoco podemos confiar en un gobierno que pacta con el Fondo Monetario Internacional el pago de una deuda ilegítima en lugar de destinar esos fondos al presupuesto para la educación pública. Sin embargo, el macrismo no tiene nada que envidiarle al gobierno anterior que pagó serialmente la deuda al imperialismo, ambos dejando en segundo plano la educación.
Los secundarios pisamos fuerte
“Molestar, hacer presión, seguir haciendo cortes y concentraciones para que sepan que acá estamos”, planteó Victoria, una compañera del Liceo, como método para hacer pesar nuestras demandas. Y agregó: “el gobierno no hace nada, dicen hacer cosas que no están cumpliendo: los colegios están cada vez peor, la ESI no se implementa”.
Gerónimo, de La Legión, comentó: “vine porque me parece que hay que apoyar, porque la educación está bastante descuidada. He visto que se invierte en cosas ínfimas y estéticas sin sentido y no se enfocan en lo importante como la educación”.
Por último, Rocío del colegio Rodolfo Walsh, planteó “nos surge la necesidad de impulsar, desde la organización secundaria No Pasarán, agrupaciones en todos los colegios que se pongan a la cabeza, no sólo los reclamos del movimiento estudiantil, sino también las demandas de los distintos sectores oprimidos, como lo son los trabajadores y las mujeres. Sectores que resultaran brutalmente atacados por el pacto con el FMI”.
Y le decimos NO al imperialismo yankee
Hace unas semanas un numeroso grupo de secundarios hartos no solo del vaciamiento constante a la educación pública sino también de este mundo podrido que no tiene nada para ofrecernos, lanzamos la agrupación No Pasarán, referenciada en el Frente de Izquierda junto a Nico del Caño y Myriam Bregman. En el corte frente al Ministerio de Educación, una bandera de EEUU fue incineradacomo símbolo del imperialismo que pactando con los de arriba condena a la decadencia a todos los trabajadores pero también a las mujeres y a nosotros: la juventud, las futuras generaciones.
Al grito de "¡alerta que camina el antiimperialismo por América Latina!", una compañera de la escuela técnica Albert Thomas comenzaba a hacer arder lo que para nosotros representa menos presupuesto para educación y peores condiciones de vida. Quedó a las claras que el reclamo por más presupuesto está completamente ligado a la lucha contra el Fondo Monetario Internacional y este gobierno que es una mula del imperialismo. |