Este viernes comenzará a regir un nuevo aumento en las tarifas de todos los medios de transporte, con excepción del subte (cuyo aumento está frenado por un amparo presentado por el delegado Claudio Dellecarbonara y los legisladores del PTS-FIT Myriam Bregman y Patricio del Corro).
Líneas de colectivos tanto urbanas como interurbanas y trenes de todos los ramales sufrirán el tercer aumento del año. Con esta nueva suba, orquestada por el Gobierno para “controlar el déficit fiscal”, lo que se hace es pulverizar cada vez más el poder de compra del salario.
Por ejemplo, un trabajador que tiene que viajar todos los días, sin salir de la Ciudad de Buenos Aires, gastará por cuatro colectivos diarios $ 1.290 por mes con la nueva tarifa, ya que el pasaje promedio de $ 9,50 pasará a $ 10,75. En el caso de una familia tipo, compuesta por cuatro integrantes, el gasto ascenderá a $ 5.160 por mes para realizar la misma cantidad de viajes.
Según el Consejo del Salario, el salario mínimo, vital y móvil (SMVM), es decir aquel que todo trabajador como mínimo debe cobrar, es hasta julio de este año de $ 9.500. Considerando ese salario, cada familia deberá usar en promedio 6,61 SMVM al año solo para bancar la movilidad al trabajo y la escuela. El resto quedará para alquiler, servicios y comida, todos ítems que integran la canasta básica de consumo que han visto incrementado su precio exponencialmente producto de los tarifazos y la inflación.
En solo dos años con Macri, los servicios aumentaron hasta un 1.600 %. El argumento oficial para justificar los tarifazos es reducir el gasto, por lo que es necesario disminuir los subsidios a las empresas. Sin embargo, la quita fue compensada con las subas de tarifas que multiplicaron las ganancias de las compañías a costa del ingreso de los trabajadores.
Tan solo el transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) desde fines de 2015 hasta la última suba que regirá desde este viernes sufrió un incremento de al menos 200 %. Este no es más que un piso del ajuste, ya que parte de sólo analizar los pasajes mínimos.
El subte costaba en 2015 $ 4,50 y en 2016 lo subieron a $ 7,50. Un alza de 67 %. El aumento que estaba previsto llevar la tarifa del subte a $ 12,50 se encuentra momentáneamente frenado por el amparo. De habilitar el aumento que la empresa exige, el acumulado desde 2015 sería del 178 %.
En el caso de los colectivos, el pasaje mínimo en 2015 costaba $ 3 y subirá a $ 10 a partir del viernes. Una suba de 233 %. Los pasajes de tren varían según los ramales y los tramos. Solo considerando los trayectos mínimos, los ramales Mitre, Sarmiento y San Martín costaban $ 2 en 2015 y a finales de junio de este año saldrán $ 6,75. Un ajuste de 238 %. En el mismo período el Roca, Belgrano Norte, Sur y Urquiza variaron de $1 a $ 3,25 (225 % más).
El Gobierno justificó las subas por el atraso tarifario durante el kirchnerismo. Pero no investigaron qué pasó con los millones de pesos que en los años anteriores las empresas se llevaron en subsidios y degradaron la calidad del servicio.
Los tarifazos de Cambiemos continúan y los servicios no solo que no mejoraron, sino que continúan los cortes de luz y el hacinamiento en los colectivos y trenes. La suba de tarifas provocó una disminución del poder adquisitivo de los salarios a la par de engrosar las ganancias de las empresas. Con el Gobierno de los CEO las empresas están de fiesta.
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