El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, habló esta mañana en conferencia de prensa, con motivo de los cambios en el Banco Central anunciados ayer, que será presidido por el hasta ayer ministro de Finanzas, Luis Caputo, luego de la renuncia de Federico Strurzenegger.
Dujovne sostuvo que "a pesar del cambio de nombres, el programa económico sigue siendo el mismo". Pero ayer no dio demasiadas precisiones sobre la estrategia a seguir, en el marco de ese plan, para aplacar una tensión cambiaria que ayer volvió a recrudecer, imponiendo una suba de la cotización del dólar de $1,60 en una sóla rueda.
El titular de Hacienda quiso traer "tranquilidad" al manifestar que "estamos trabajando para normalizar el funcionamiento del mercado de cambios y suavizar los movimientos de los últimos días", sostuvo. Pero no dijo cómo lo harán. Simplemente señalò que se "volcará liquidez para contribuir a disminuir las turbulencias del mercado". Eso es algo que el flamante titular del BCRA, Luis Caputo, ya hacía anticipado dos días atrás, sin haber logrado con eso impedir un nuevo salto del dólar.
Sobre esto, que es una intervención en el mercado cambiario, Dujovne aclaró que el acuerdo con el FMI, si bien pauta un tipo de cambio flotante, no excluye la posibilidad de estas acciones para evitar turbulencias.
El ministro también confió en que el saneamiento del balance del BCRA, mediante el saldo de las letras intransferibles del Tesoro, por USD 25 mil millones hasta 2019, fondos con los cuales la autoridad monetaria rescatará Lebac para reducir su stock, también contribuirá a ordenar el panorama monetario. Pero este saneamiento se realizará en un plazo de tres años, es decir un tiempo infinitamente largo para las urgencias del mercado cambiario.
Las declaraciones de Dujovne fueron recibidas con escepticismo, por su falta de especificaciones. Es el caso entre otros de Aldo Pignanelli, ex titular del BCRA en 2002, quien criticó que el ministro no señalara cómo van a hacer para atacar las fuentes de sangría de dólares, que además del desbalance del comercio, remiten a la fuga de capitales. También criticó que no hubiera anuncios de restricciones para los capitales golondrina, que son fuertemente desestabilizadores, imponiendo algún tiempo de permanencia mínima en el país.
En síntesis, el titular de Hacienda ofreció pocas novedades, y ninguna precisión. La carencia de GPS que viene mostrando el gobierno, no se salda con un cambio de figuritas en el equipo económico.
En lo que va de la rueda, el dólar arrancó en caida, después de una jornada de infarto el día jueves, retrocediendo 2,8% para alcanzar hasta el momento una cotización que $27,65. Por ahora, los vaporosos "mercados" saludaron el recambio de la autoridad monetaria, pero todavía no hay una hoja de ruta que permita asegurar que el dólar alcanzó un techo.
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