La presentación de Ideas de Izquierda que se realizó el miércoles en la Facultad de Cs. Económicas estuvo a cargo del docente y economista, Gastón Remy, y Maximiliano Llanos, estudiante de Comunicación.
Este nuevo número (43) de la revista de política y cultura tiene un doble dossier. El primero dedicado a la nueva etapa que atraviesa el país a partir del acuerdo del gobierno nacional con el FMI que reabre el combo de ajuste, crisis y saqueo del país, como ya sucedió en otros momentos de la historia. El segundo, se especializa en analizar distintos aspectos de la obra de Marx a 200 años de su nacimiento.
Durante la presentación Remy destacó cómo ante el saqueo en curso, el pensamiento de Marx y los marxistas, arroja categorías conceptuales que permiten analizar las contradicciones económicas y sociales que le dan origen y, por ende, que existe un plan b para que la crisis no la paguen los trabajadores y el pueblo pobre.
Pensar una salida alternativa a la encrucijada de Macri y el FMI, implica buscar respuestas a qué tipo de país es Argentina y en qué sistema mundial está inserto. Aquí juega el valor explicativo de categorías clásicas del marxismo como imperialismo (Lenin) y países atrasados (por la baja productividad del trabajo respecto a las potencias) dependientes y semicoloniales (por la injerencia de otros Estados y organismos internacionales en la política doméstica) como es el caso de Argentina.
Con el acuerdo de ajuste que exige el FMI y el nuevo endeudamiento, junto con cambios en las principales figuras representativas del capital financiero al mando del BCRA, se encamina el país a un nuevo pacto neocolonial.
Medidas como el rechazo al FMI, el no pago de la deuda externa, un banco estatal único -controlado por los trabajadores- para frenar la fuga de capitales, junto con el monopolio del comercio exterior, junto con la actualización de los salarios según la inflación, pueden ser medidas elementales para enfrentar el saqueo del capital financiero.
“Estos son temas que tiene que comenzar a discutir la universidad, incorporar a su agenda, como también adquirir un rol comprometido para que estas propuestas se articulen con los sectores sociales, con los trabajadores y el pueblo pobre, que ya comenzó a pagar las consecuencias de las políticas de entrega del gobierno”, afirmó Remy.
Este compromiso además nos implica abrir el debate en cada curso, en cada cátedra, respecto de las ideas que se imparten, cuando abundan teorías que legitiman el statu quo -incluso desde posturas críticas o semimarxistas-, cuando no terminan ratificando una universidad aislada de las problemáticas de las mayorías, resaltaron los expositores.
Por su parte, Maximiliano Llanos, estudiante de Comunicación, expresó que la universidad y los trabajadores y sectores populares, que son la mayoría de la sociedad, se van a ver afectados por este saqueo y no pueden ir por carriles distintos.
La crisis ya golpea sobre la juventud y los sectores populares, pero también puede ser una oportunidad para empezar a cuestionar los problemas estructurales de la universidad como la alta deserción, la orientación de los contenidos desligados de las grandes problemáticas sociales, como los reclamos de las comunidades originarias y la crisis medioambiental, y también los convenios que la UNJu tiene con empresas en la provincia, destacó el joven.
Rescatando para ello el filo de las ideas y proyectos de transformación de la universidad y de la sociedad de los jóvenes de la Reforma del ’18 en Argentina, y de los jóvenes del Mayo Francés, que abrazaron la causa de los trabajadores, la defensa de los pueblos que peleaban por su liberación nacional, a los grupos sociales oprimidos, como parte del cuestionamiento de la sociedad de clases, concluyó. |